VI

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Jungkook

Su padre había accedido a que su heredero dirigiera a los soldados para la batalla, durante semanas entrenaban todos los días. Jungkook había entrenado bien sus soldados, les había organizado una estricta agenda, de todos los días practicar combate cuerpo a cuerpo, flechas, nadar en agua helada, combate con espadas, cabalgar y pelear sobre caballos. No era la primera ves que entrenaba a soldados, pero esta vez era diferente, quería mas que nunca que su padre sintiera orgullo por él, aunque ya lo tenía, el príncipe era ambicioso en cuanto al poder y quería mas del que ya tenía. Sus hermanos fueron obligados a participar, pues por una u otra razón siempre lograban esquivar sus obligaciones en cuanto a guerras o batallas. Para Jungkook esto tampoco era agradable pues sus hermanos solían ser un estorbo en cuanto se refería al entrenamiento físico y solían distraer a los soldados con sus bromas y noches de borrachera. Durante las primeras noches en el campamento, el sonido de las risas a media noche era una molestia para el príncipe heredero pues no estaba acostumbrado a desvelarse y aun menos a soportar el ruido en las noches de entrenamiento. Las primeras noches lo soporto pues intentaba ser menos severo con sus hermanos, pero con el paso de las horas le fue muy difícil poder conseguirlo.

- ¡TU, TE QUIERO VER ENTRENAR CON EL ARCO HASTA QUE TE SANGREN LAS UNAS! -  grito Jungkook a la cuarta noche, señalando a Yoon Gi con una daga directo al corazón. Yoon Gi palideció y sus ojos perdieron su brillo como si no pudiera creer lo que estaba diciendo. - ¡TE QUIERO VER EN 10 MINUTOS AL LADO DEL RIO! - Su voz había sido tan fuerte que hasta los soldados se levantaron dieron un saludo y se mantuvieron en posición de firmes, sin pestañar ni hacer ningún ruido. Aquel ambiente lleno de alegría había tomado un tono oscuro y lleno de temor.

Jungkook aun llevaba puesta su ropa de dormir, ni había tenido tiempo de tomar su abrigo pues la furia había llenado su cuerpo hasta el punto de que este hirviera y no pudiera enfriarse ni con el mismo hielo. Ji Min se levanto lentamente para ofrecerle su abrigo y que este no tuviera frio, tenia miedo de que su hermano atrapara un resfriado o algo peor. Ji Min le tendió su abrigo de piel que su padre le había regalado en su cumpleaños, nunca había tenido oportunidad de usarlo pues era demasiado cálido para el hasta el punto de hacerlo sudar en menos de un minuto. Pero en ese momento lo que Ji Min más quería era que su hermano no pasara frio.

-Ya es tarde, es mejor que vayamos a dormir. - dijo el mayor de los príncipes tratando de tranquilizar a su hermano mientras le acomodaba el abrigo sobre sus hombros para que su pecho no sintiera el aire frio. Pero lo que Ji Min no sabia era que en ese momento lo que su hermano mas necesitaba era el aire frio para que alejara el calor de la ira en su cuerpo.

- ¡QUIERO QUE TOMES UNA MALDITA ESPADA Y EMPIEZAS A PELEAR CON MI GUARDIA, ASI VEREMOS SI POR FIN PUEDES VOLVERTE UN PUTO PRINCIPE! – contesto Jungkook mientras le regresaba el abrigo a su hermano y le grita en su cara, su rostro había tomado la furia de un oso y estaba completamente lleno de enojo y desesperación. Ji Min por primera vez sintió el miedo y la ira de su hermano en un extremo que jamás había visto, lo que escuchaba entre los soldados pensaba que eran rumores, pero en ese segundo se dio cuenta que todas sus historias eran verdad.

- ¡EL RESTO DE USTEDES LOS VEO EN EL CAMPO, NO ARMADURAS, NI PROTECTORES, ¡SOLO LO QUE LLEVAN PUESTO Y HAREMOS COMBATE CUERPO A CUERPO CON CADA PRINCIPE PARA QUE APRENDAN A PELEA! ¡¿HE SIDO CLARO?! -  fue lo ultimo que Jungkook pudo decir antes de salir del centro del campamento para ir a cambiarse de ropa por una más adecuada para entrenar y escuchar como el campamento entero en una sola voz.

- ¡SI!

Jungkook no se puso ropa ostentosa, ni demasiado cálida, en vez de eso, utilizo su viejo uniforme de entrenamiento y se dirigió al campo de entrenamiento lo más rápido que pudo, no hubo necesidad de correr porque el campamento no era demasiado grande, solo tenia mil hombres dispuestos a entrenar. Todos estaban listos para entrenar, incluso quienes habían estado dormidos, todos estaban listos para entrenar.

- ¡COMO VEO QUE TIENEN TANTA ENERGIA A ESTA HORA, ENTRENARAN HASTA EL ATARDECER! - la voz de Jungkook fue fuerte entre el silencio del campamento, todos observaban al príncipe con sorpresa y algunos con los ojos rojos de cansancio. Algunos luchaban contra sus ojos para no cerrarse, mientras que otros tenían una ardua batalla para no bostezar. Pero todos comenzaban a tener cierto rencor a los príncipes por haberles quitados sus horas de descanso y paz. Sin duda, aquellas noches llenas de distracción no valían la pena si eso significaba tener el castigo de no dormir por entrenar.

- ¡GERENAL DRAGON, ENTRENE A JIMIN Y JIN! – le grito el joven pelinegro a su general mejor preparado y al que mas le tenia estima, mientras le entregaba una vieja espada que solían usarlas para los soldados más débiles. Todo el campamento tomo aquella acción como una ofensa, pero los príncipes no entendieron porque algunos reían ante aquella acción. – Por favor, no los deje descansar hasta que uno de ellos quede herido al punto de tener una eterna cicatriz. - susurro lo último para que sus hermanos no pudieran escucharlo. El general Dragon respondió con una ligera aceptación, para después señalar con sus dedos a los dos príncipes y llevarlos al área de combate con espadas, cerca del inicio de las montañas.

-Ho Seok, no me olvide de ti, vamos al rio a que aprendas a usar ese maldito arco de una vez. Yoon Gi acompáñanos. – Le hablo el príncipe en voz baja a sus dos hermanos para que estos lo siguieran.

Corona De Mentiras (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora