Corona De Mentiras (Vkook/Taekook)

X

Jungkook

El joven pelinegro estaba consciente de que tenía en la cintura del muchacho, a quien claramente debería tener encerrado en una habitación de tortura en lugar de tener sus labios sobre los de él. Su aroma a coco era aún más adictivo de lo que había imaginado, tan cerca podía sentir el calor que desprendían sus mejillas. Sus labios eran más suaves de lo que pensaba, eran cálidos y sabían a coco. Jungkook quería saborearlos aún más, quería saciar su sed con aquel sabor tan adictivo, soltó una de sus manos para posarla sobre la cabeza del joven, necesitaba guiarlo a mover un poco su rostro para poder tener mejor acceso. Besaba una y otra vez aquellos labios, quería que su lengua sintiera con más potencia aquel sabor, paso la lengua sobre los labios del joven haciendo que este se asustara aún más he intentara alejarse, pero le fue imposible pues la mano que aun sostenía su cintura ahora ejercía más fuerza. Cada lamida de labios hacía que Taehyung sintiera como su vello se eriza por el intruso que quería entrar a su boca, aún mantenía los ojos abiertos observando la belleza del príncipe, pero esto no alejaba el horror que sentía. Después de un par de intentos, Jungkook pudo meter su lengua dentro de los labios del joven, tenía un sabor a chocolate y fresa, el coco era más sutil de lo que había imaginado, pero esto no lo disgusto. Su lengua busco la del castaño, y cuando por fin la pudo encontrar escondida entre la mejilla y los dientes. Jungkook dejo que sus labios se acariciaran un par de veces, tratando de poder poseer lo más que podía de aquel beso para poder recordarlo en algún baúl de sus recuerdos, y abrirlo cada vez que sintiera el deseo de volverlo a besar. Entro nuevamente su lengua para acariciar la de Taehyung, dejando que ambos soltaran suaves gemidos de placer ante aquella danza de calor. Taehyung estaba dando su primer beso y era inexperto sobre el tema, pero en cuanto sintió como los dedos del príncipe dejaban de ejercer fuerza sobre él, para después moverse en círculos sobre su camisa. La habitación ya era cálida cuando había despertado, pero sin dudas había subido la temperatura en cuanto comenzaron a besarse. Taehyung respiro hondo tratando de no dejar que aquel beso, sus pulmones de llenaron del olor de Jungkook, era como la tierra mojada, a bosque por las mañanas, a pino y menta, si el castaño pudiera definir aquel aroma sin duda lo definiría como a naturaleza. Jamás había olido a alguien así, con solo saber su esencia sabia de donde venia que hacía, podía sentir su valentía, su valor, su astucia, su amor por el campo y la guerra, era un alma para ser libre, pero con un cuerpo enjaulado. Jungkook dio un último beso, suave y delicado en la nariz de su dulce paloma, antes de soltar sus manos del joven y abrir los ojos para obsérvalo con cariño. Taehyung tenía el rostro completamente rojo, como las fresas que había comida hace unos momentos, su pecho se movía descontrolado, como si no pudiera tener aire fresco en aquel cuarto. Al notar que ya no estaban besándose, el miedo que había sentido se volvió en vacío, era como si necesitara una muestra de amor en ese momento de soledad. No tenía amigos cerca, su isla estaba al otro lado del mundo, su hermano lo odiaba hasta el punto de exiliarlo, y ahora besaba a un extraño que era el enemigo de su rey. Sin duda su cabeza no estaba en el mejor lugar, pero, aun así, agradeció a sus adentros por poder tener, aunque fuera unos segundos de cariño. Jungkook movió con suavidad la cintura del joven para que este entendiera que debía levantarse, el muchacho obedeció sin necesidad de escuchar una orden, el príncipe tomo nota de aquello lo cual le agrado.  Pocos eran los soldados que podían hacer aquello, a la mayoría tenía que ordenarles con palabras o hasta gritos, un ejemplo era el General Dragon quien podía leer su lenguaje corporal, sus miradas, un movimiento de manos, lo que sea con tal de que este no tuviera que hablar.

- ¿Cuál era tu pregunta? – el príncipe heredero hablaba mientras intentaba levantarse y acomodar su ropa para que esta no estuviera arrugada, aunque se dio cuenta que ahora tenía un aroma parecido al de su paloma. Jungkook no era de los que solían olvidar lo que le decían, pero aquel apasionante beso se había llevado su mente. Taehyung tocaba sus labios tratando de quitar el hormigueo que los labios del Jungkook habían dejado. Sentía que su cara estaba ardiendo de calor que ahora comenzaba a sudar, sentía gotas pasar por sus mejillas con rapidez, eran demasiado calientes y esto lo estaba alterando. No podía escuchar la voz del príncipe, era apenas un murmullo, sentía como sus oídos zumbaban, paso las manos sobre sus mejillas tratando de quitar el sudor de ellas.

"¡ACABO DE DAR MI PRIMER BESO! ¡Y A UN CHICO! ¡AL ENEMIGO DE MI HERMANO! ¡SOY UN MONSTRUO! ¡HE COMETIDO ADULTERIO! ¡ESTO ES TRAICION! ¿QUE DIRIA MI HERMANO? ¡MI HERMANO ME MANDARA A MATAR!" aquellas oraciones se repetían continuamente en la mente de Taehyung, y más sudor corría por las mejillas como si quisieran escapar de su cuerpo lo antes posible.

-Mi inocente paloma, no llores, te lo ruego. - Jungkook trato de tranquilizarlo, pero el chico parecía no escucharlo, tenia los ojos perdidos y llenos de lágrimas. Su boca temblaba mucho al igual que sus manos, su nariz comenzaba a tomar un color morado, por un segundo pensó que había ido demasiado lejos con aquel beso. Jungkook no había imagino que su paloma hubiera acabado tan afectada por algo así, la culpa comenzaba a golpear su estomago con fuerza. Jungkook se fue acercando al joven, pero este parecía no darse cuenta de sus movimientos. No fue hasta que lo abrazo con dulzura y permitió que este llorara en su hombro soltando gritos de dolor.

-Lo he perdido todo. - repetía entre sollozos una y otra vez, su llanto era descontrolado, Jungkook no había estado en una situación así antes. No había consolado a nadie y aun menos lo había si quiera intentado, era primerizo y no quería arruinarlo aún más.

-Llora todo lo que puedas, estoy aquí, yo te cuidare. - decía Jungkook una y otra vez, mientras acariciaba su espalda con suaves palmadas. Taehyung se sintió protegido en aquella habitación, pero aún más en los brazos de su enemigo.