VIV

94 11 16
                                    

Taehyung

Sintió que durmió por días, su cuerpo se sentía pesado, aunque con mucha energía, sus parpados tenían una lucha entre seguir durmiendo por más días o despertar. Su cuerpo se sentía caliente y que sudaba a mas o poder. Mientras que sus labios estaban secos por alguna extraña razón, lo ultimo recordaba era que había tomado un té y después había un gran vacío. Movió los dedos de sus pies y se dio cuenta que sus zapatos habían desaparecido al igual que sus calcetas, pero sus dedos se encontraron una tela suave como las de los conejos que había en la isla. Todo su cuerpo estaba caliente por alguna razón y sentía las gotas de agua salir de sus poros. Tallo sus ojos con sus manos tratando de quitar las lagañas y de despertar con mayor facilidad. No sentía tanto calor desde que los veranos en la isla, aun sin abrir los ojos, su cuerpo se retorció como un gusano tratando de quitarse de encima las pieles y las cobijas que llevaba encima. Lo único que lo despertó al instante fue el sonido de una risa, era suave como si tuviera miedo de salir por completo de los labios de la persona.

-Adorable. - hablo una voz gruesa en voz suave, como si no se diera cuenta que Taehyung acababa de despertar. Para después soltar un grito de susto al ver como el joven hermoso de cabello castaño se levantaba de la cama en un brinco. La respiración del joven pelinegro se acelero y sus mejillas se ruborizaron en menos de un segundo.

- ¿Dónde estoy? ¿Tú quién eres? ¿Y la batalla? ¿Dónde están mis soldados? ¿Porque hace tanto calor? - Taehyung no dejaba de hacer preguntas mientras se quitaba los pesados abrigos que llevaba encima hasta dejar solo su ropa de lana con la que había bajado del barco. Observo con desconfianza al joven que estaba frente a él, estaba vestido completamente de negro, aunque tenía un rostro atractivo y una nariz extraña que le provocó una sonrisa en los labios.

El joven pelinegro se ruborizo aun mas al ver a Taehyung sonreírle de esa forma, nadie le había sonreído así, tan inocente y dulce, como si fueran iguales. Tampoco estaba acostumbrado a que los extraños le tutearan, aunque por alguna razón sintió agradable aquel gesto de cercanía y amistad.

-Tranquilízate un poco, estas a salvo de eso debes estar seguro. Te explicare todo, pero necesitas tomar algo caliente para no enfermarte ¿de acuerdo? – El muchacho vestido de negro trato con todas sus fuerzas de mantener la voz dulce y amigable como el príncipe exiliado, no estaba acostumbrado a ello y sentía que si dejaba su verdadera voz salir este joven se alejaría de inmediato o terminaría orinándose encima. Taehyung asintió con desconfianza, y busco un lugar donde sentarse, miro la habitación con asombro. Jamás había visto un cuarto lleno de color negro y rojo, los sillones eran de una piel negra que le pareció algo duro he incomodo, mientras que la cama estaba con pieles que parecían de oso o conejo en tonos grises y negros. También había libros a los alrededores con cubiertas de piel negra, algunos cuadros colgados con pinturas de perros grises y blancos. El color que más resaltaba era el rojo de algunos cojines y libros. Termino por decidir sentarse en el sillón que para su sorpresa era cómodo.  – Estas en el castillo del norte, entre los bosques, este lugar me pertenece solo a mí. Me llamo Jungkook, príncipe heredero de las tierras del norte.

Jungkook se había apropiado de un pequeño castillo entre el bosque hace un par de años, era apenas mas grande que tres cabañas juntas, no había torres ni salones de baile o bibliotecas. Era un castillo en miniatura, tenia los lujos de loas catillos y sus mismas decoraciones, pero sin llegar a su exuberancia. Lo había encontrado un día entre sus caminatas, abandonado y con fuertes daños, le pidió a su padre remodelarlo y quedarse como regalo por su primera batalla ganada y este no se negó. Tardo un par de semanas en que estuviera listo sin que sus hermanos se enteraran de aquel lugar secreto. Taehyung reconoció aquel nombre de inmediato, su hermano lo había nombrado antes de entrar al barco.

"Es el enemigo" pensó Taehyung a sus adentro mientras rodeaba sus rodillas sobre sus manos. No le importaba ensuciar aquel sillón, con tal de estar lejos de aquel monstruo que su hermano odiaba. "Pero no se malo, no me duele nada, estoy bien. ¿A menos que él quiera tratarme bien para después torturarme y matarme lentamente?" los ojos del joven castaño se llenaron de lagrimas ante el temor de que lo torturaran o peor aún que lo mataran.

-Estas a salvo, te he traído comida aún está caliente. - Jungkook mantuvo su distancia mientras levantaba la tapa de una bandeja de plata llena de comida, había fruta seca y un poco de vino y agua, además de carne horneada con grasa de cerdo y limón. Era un platillo típico del reino, la grasa le daba un olor mas agradable a la comida, además de que le daba un jugo extra y la hacia mas suave. Taehyung no se dio cuenta de la mucha hambre que tenía pues su estómago comenzó a rugir y sintió como su boca producir agua de lo mucho que quería comer aquello.

"Si me va a matar, prefiero morir envenenado que de hambre" Taehyung soltó sus rodillas y se acercó ligeramente a la bandeja, primero tomo unas fresas secas cubiertas con chocolate, era la primera vez que probaba aquello y sentía que su boca tenia una fiesta de sabores, jamás se había sentido así al comer una fruta. Comió una tras otra, para después acercarse mas a la bandeja y tomo plátanos secos con pimiento, cada mordida que daba sentía que sus ojos volvían a la vida y que cuerpo recuperaba aun mas fuerza. Sin darse cuenta había acabado con toda la fruta y comenzar a saborearse la carne.

No le importaba los cubiertos ni los modales, aunque estuviera frente a un príncipe, pero aun frente a su enemigo. Dejo que la grasa escurriera sobre su mentón y que sus manos se volvieran suaves y llenas de los jugos de la carne. Aquella escena hizo que Jungkook soltara una carcajada como nunca lo había hecho, era como ver a un enorme bebe comer, su corazón palpitaba con fuerza al ver aquel hermoso rostro mancharse de grasa.

-Déjame limpiarte. - sus palabras salieron antes de que su cerebro pudiera atraparlas, cambio su rostro en cuanto se escucho así mismo, pero aun así tomo un pañuelo de seda con sus iniciales bordadas en negro y se dedico a limpiarle el mentón y los labios del joven. En cuanto se acerco el aroma a coco seguía presente, era hipnotizante para el futuro rey, no podía dejar de pensar en aquel olor.

- ¿Qué hago aquí? ¿No debería estar muerto ya? - pregunto Taehyung con honesta curiosidad pues no se imaginaba que a pesar de las atenciones que tuviera, el enemigo de su hermano no le fuera hacer nada. Pero al hablar con la boca llena de comida, pedazos de carne salieron de sus labios y cayeron en las mejillas y boca del pelinegro. Ante la sorpresa de aquello, Taehyung tomo una servilleta he intento limpiar el desastre que había hecho al joven príncipe, pero no supo controlar sus nuevas fuerzas que había adquirido del manjar que acababa de probar. Esto hizo que Jungkook cayera de espaldas sobre la alfombra negra de plumas de cuervos, mientras que Taehyung caía sobre él. Sus rostros estaban tan cerca, se rozaban de eso no había duda. Jungkook admiraba los ojos del joven castaño con asombro y sintió el deseo de perderse en ellos. Trato de alejar su mirada, pero esta se encontró con los labios de Taehyung, estaban brillosos por la grasa y olía a carne con la dulzura del coco.

"Mi venganza en con su hermano no con él. Pero he decidido cometer mi primer error y no me arrepiento de ello." Pensó Jungkook mientras se saboreaba los labios del muchacho. Taehyung intento levantarse pidiendo disculpas que su interlocutor no escuchaba, hasta que sintió unos brazos rodar su estrecha cintura con dulzura, no fue un toque brusco ni rudo, fue como si le dieran un abrazo cálido. Hasta que sintió unos labios robándole su primer beso.

Corona De Mentiras (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora