Capítulo 8

272 45 14
                                    

"Nueve punto ocho"

Si escuchas de cerca, puedes oír el susurrante viento cantarte una canción de cuna de historias nunca contadas, de amor, esperanza, confianza y fe. Cuando te quedas quieto en un campo vacío, o cuando te sientas sobre un tejado contando las estrellas, o con los brazos cruzados apoyado en el tronco de un árbol - el viento, canta. Es más claro cuando estás solo, absorbiéndote en ti mismo mientras recorres tu propio laberinto llamado "yo". La canción llega a un lugar dentro de ti, te susurra palabras y todo el mundo, en cualquier lengua lo puede comprender, porque el viento canta en el lenguaje del corazón – la lengua madre de todas.


Lisa esperaba a Rosé en un banco de madera que estaba sobre una colina redondeada que le daba una vista de halcón al festival anual de Yeonsan. La hierba estaba seca por debajo de sus pies, las nubes de lluvia no se atreverían a arruinar las alegres festividades de la gente de Yeonsan con sus húmedas lágrimas. La chica aspiró el olor del viento de la temprana tarde, se subió la cremallera de la chaqueta y miró al sol que ahora se disponía a establecerse entre las dos colinas hacia el este. Recordó al instante la sonrisa brillante de la pequeña genio que había conocido hace dos días en el tren y las palabras perdurables que ella le había dicho antes de salir del tren con sus dos padres e Irene.


"Liz, no puedo encontrar a Rosé en ningún lugar", dijo Irene con un mohín mientras cruzaba los brazos en señal de frustración.

Después de haber sido encontradas por la niña, Lisa y Seulgi se vieron obligadas a ayudarla a encontrar a Rosé. Habían estado buscando por casi media hora y aún no tenían la suerte de encontrarla.

"No se puede remediar", le dijo Lisa a Irene.

"Bueno, es mejor que salga porque estamos a punto de llegar a Yeonsan", dijo Seulgi de forma irritada. La pequeña genio se frustró, ya que había perdido mucho tiempo intentando encontrar a Rosé cuando podría haber hecho algo más en esos minutos.

"Sólo tenemos que fijarnos más", respondió simplemente la mayor de las tres, "No es como si estuviera escondida en algún lugar lejos, estamos en un tren después de todo"

Dicho esto las tres se dividieron, Irene pasando por uno de los extremos del tren mientras que Lisa y Seulgi iban por el extremo opuesto. Sus rostros giraban de izquierda a derecha mientras caminaban por el pasillo de asientos, tratando de encontrar algún rastro de la chica de cabello corto.

"9.8 metros por segundo", Seulgi intervino aleatoriamente desde detrás de Lisa.

"¿Qué?" Preguntó mientras giraba la cabeza hacia la chica de cabello azabache.

"Lluvia", respondió Seulgi simplemente "Cae a esa velocidad. Si estás pensando en que el viento tiene un efecto severo en cuanto a la velocidad de una gota de lluvia que cae, te sorprenderás al saber que no es así. El viento va en dirección perpendicular, por lo que no afectaría a la velocidad de una gota de lluvia en cuanto a la distancia que viaja."

"¿Cómo lo sabes?" Preguntó Lisa con incredulidad.

La niña se encogió de hombros. "Pura especulación"

"¿Y por qué me estás diciendo esto, tú, enamoradiza, sabia, pequeña y extraña genio?"


"Sólo estoy tratando de comparar tu situación con Rosé con la lluvia."

Lisa arqueó las cejas y se dio la vuelta para hacer frente completamente a la niña, "¿Eh?"

Buscando ángeles [Adap. Chaelisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora