"De bicicletas y globos"
El amor no es una ecuación, no es un contrato y no es un final feliz. El amor es la pizarra bajo la tiza, el hecho de que los edificios aumenten y el oxígeno en el aire. Es el lugar a donde regresar, no importa hacia dónde te dirijas. – Jodi Picoult
Hay un médico en Gyeongju que se especializa en esas cosas.
Un nuevo tratamiento que trabaja contra la leucemia.
Ella puede ser la candidata perfecta.
Lisa, ¿quieres ser la primera paciente en intentarlo?
Ella es una luchadora. Una sobreviviente.
Era un día de primavera sorprendentemente cálido. El suave aroma de las rosas y los lirios se impregnaban al aire mientras que las mariposas bailaban acorde a los suaves sauces que se mecían repartidos en la hierba esmeralda como estrellas.
La chica se quedó mirando con creciente admiración a los ojos color chocolate de su amada. Observó cómo los rayos de sol se filtraban entre el follaje del danzante sauce que estaba a su izquierda, pintando los detalles del ángel sonriente con una tonalidad de oro deslumbrante. Rosé esbozó una sonrisa ingrávida mientras tomaba a Lisa de la mano. Y al igual que las cambiantes estaciones, sentía en ese instante que había escapado de la trampa llamada tiempo, viviendo para siempre en ese dichoso momento.
Así que esto es lo que el verdadero amor es en sí; asumir el riesgo aunque puede que no vivan felices para siempre, unir sus manos con la persona que mira más allá de tus defectos, cicatrices y arrepentimientos, para ver el secreto escondido dentro y decir: "No tengo miedo de caer contigo"
Lisa le envió a Rosé una gloriosa sonrisa cuando el cura comenzó a hablar.
Había decidido finalmente estrellarse contra el suelo, pero a diferencia de las gotas de lluvia que se rompían al chocar contra el cemento fresco, duro, ellas sabían que seguían cayendo continuamente después de eso. Habían sobrevivido. Habían encontrado algo por lo cual valía la pena luchar y salieron a la batalla con valentía.
Habían llegado a Gyeongju. Habían encontrado a su ángel. Habían conseguido su deseo.
Sosteniéndose con manos temblorosas, las dos se encontraban lado a lado en frente de numerosos testigos para mostrarles con el corazón en alto que el amor duradero lo era todo.
Rosé ahogó una risita y Lisa respondió dándole un suave codazo en las costillas antes de pronunciar un leve "¿Qué es tan gracioso?"
Inclinándose para susurrarle a la oreja, la castaña respondió "Acabo de recordar el momento en que le pedimos un deseo a ese ángel de nieve. Estábamos sosteniéndonos de las manos de la misma forma, excepto que esta vez estamos ante un cura y no ante la huella de nieve de un ángel."
Agarrando la mano de Rosé, las dos mejores amigas cerraron los ojos y comenzaron pidiendo su deseo con esperanzados corazones. Y sólo así, Lisa y Rosé sostuvieron sus manos una al lado de la otra, combatiendo los amargos vientos y el entumecido frío con la firme promesa de que todo iba a estar bien, mientras los ángeles todavía existieran.
El cura soltó una audible tos y las dos chicas al instante desviaron sus cabezas hacia atrás mirando al hombre con una sonrisa inocente.
"Continúe", indicó Rosé con un gesto de su mano libre.
"Es solo que está muy emocionada", agregó Lisa con una risita nerviosa.
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Buscando ángeles [Adap. Chaelisa]
Фанфик«Si algún día encuentras un ángel puedes pedirle que te conceda un deseo.» "Como te había dicho, Lisa: Tú y yo vamos a encontrar uno algún día, y cuando lo hagamos, finalmente nuestro deseo se cumplirá." Dijo Rosé con una cálida sonrisa, "Vas a esta...