Capítulo 7

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'Courting and Confession'

Grecia, Athenas – Rodorio

Marzo, 14 de 1749

Agasha despidió a otro cliente con una sonrisa en su boca, mientras distraídamente observaba por el rabillo del ojo el pequeño ramillete de azalea rosada, azucena, coreopsis, y cosmos, el cual si recordaba correctamente había encontrado esa mañana bajo el gran árbol de manzana en el campo de flores de su familia atado con una cinta azul zafiro de la más fina seda, y junto a esta estaba un libro nuevo de tapa dura forrado en cuero blanco con hermosos diseños florares en la portada, y cuando ella lo había abierto muerta de curiosidad, solo pudo sorprenderse al leer el título.

'El Lenguaje de las Flores'

No le tomó mucho tiempo adivinar quien le había dejado ese presente, viendo que su padre y Pakia no sabían de su interés en el significado de cada flor, solo dejaba un puñado de personas por averiguar. Paso todo el camino de regreso desde el campo hasta su casa ponderando eso, descartando uno por uno hasta que cuando finalmente se dio cuenta de quien quedaba, se detuvo abruptamente casi chocando con una mujer que llevaba una canasta llena de ropa limpia, disculpándose profusamente, la castaña siguió caminando ahora con el corazón acelerado y una amplia sonrisa en su rostro.

Solo podía ser el Santo Dorado de Piscis.

No había tenido tiempo de ojearlo para nada al llegar a casa, debido a que ese particular día había mucho movimiento en el área de ventas, por lo que Nia, su Padre y ella habían estado extremadamente ocupados, ya que Pakia no estaba en Rodorio llevando un ramo a una novia que se casaba a dos pueblos de allí, y Hestia estaba ese mañana en el orfanato recibiendo sus clases de Serinsa, aunque ya había sido adoptada de vez en cuando iba a visitar a sus amigos.

No fue si no hasta esa noche que pudo sentarse a respirar después de la cena que tuvo un momento de curiosear su nuevo libro, su único libro a todas esas, pensó con una media sonrisa. Y al instante tuvo que contener un chillido de felicidad cuando vio los hermosos diseños delicadamente trazados en cada página, cada dibujo era extremadamente detallado con vivos colores y letras bellamente curvadas con el nombre y los significados de cada planta y flor.

Pero fue mientras lo ojeaba que vio una de las flores que habían aparecido con el libro ese día, y cuando leyó la reseña solo pudo sonrojarse, preguntándose si el Caballero de Oro había tenido la intención de regalarle ese obsequio y al mismo tiempo insinuarle sin palabras que buscara su significado. ¿Sería realmente eso lo que el pensaba de ella? Cuestiono conmovida y curiosa, por lo que buscó las otras flores del ramillete, solo consiguiendo que el calor de su rostro aumentara y un sentimiento de gratitud y algo más lleno su ser.

Templanza, amor por la naturaleza. Corazón inocente, pureza, virginidad. Siempre alegre. Paz, integridad y modestia.

Dioses realmente amaba a ese hombre.

Luego de pasar algunas páginas más, bostezó cansadamente, por lo que no le quedo de otra que apagar la vela de su mesita de noche y depositar el libro en esta para irse a acostar, quedándose dormida con una pequeña sonrisa en sus labios.

No supo que esa no era la única vez que recibiría un ramo con significado del Guerrero Ateniense.

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Mayo, 2 de 1749

Por aproximadamente casi cinco semanas Agasha había recibido un ramo cada semana, todos de distintas flores que poseían un significado particular y que la hacían soñar con cosas que creía imposibles, llenando su mente de ilusión y su corazón de esperanza y cariño.

Golden RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora