07 | it's a date, not a wedding

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𝕮apítulo 𝕾iete
Es Una Cita, No Una Boda

𝕮apítulo 𝕾iete ☪Es Una Cita, No Una Boda

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TAN PRONTO COMO Selene y el resto de los Spellman regresaron a casa, Sabrina se enfrentó a su tía

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TAN PRONTO COMO Selene y el resto de los Spellman regresaron a casa, Sabrina se enfrentó a su tía. Y después de muchas discusiones, Zelda le dijo a Sabrina que el padre de Sabrina hizo un trato con el Señor Oscuro; el padre de Sabrina podría casarse con su madre siempre y cuando él firmara el nombre de Sabrina en el Libro de la Bestia. Y por supuesto, él lo hizo.

Al día siguiente, Selene decidió no ir a clase para ayudar a Ambrose a celebrar un funeral para el brujo fallecido.

A medida que avanza el servicio, Ambrose deja a Selene para hablar con el ex novio del difunto, Luke. Ella puede ver que están coqueteando entre sí, y con toda honestidad, Selene apenas puede soportar mirarlos. Hace un par de meses, Selene se dio cuenta de que su relación con Ambrose había cambiado. Ella lo ve como un amigo, pero tiene la esperanza de que su amistad podría convertirse en algo más.

Pero hasta ahora, no lo ha hecho y ella es completamente ajena a los sentimientos que él tiene por ella. Está aterrorizado de los sentimientos que alberga por ella, porque no se parece a nada que haya sentido antes. Pero él sabe que nunca podría hacerla feliz durante mucho tiempo ya que está confinado en la casa de Spellman. Así que esconde sus sentimientos.

Justo cuando Selene va a excusarse para poder ir a su habitación, Nicholas Scratch entra en la casa. Selene se queda boquiabierta una vez que lo mira, preguntándose qué está haciendo aquí. Ambos asisten juntos a la Academia de Artes Ocultas, y son amigos. Tienen una conexión que normalmente los llevaría a más que amigos, pero ninguno de ellos ha hecho un movimiento.

No queriendo que moleste a nadie de la familia del fallecido, Selene se dirige directamente hacia él, lo agarra de la mano, y lo lleva a la cocina.

—Nick, ¿qué demonios haces aquí?

—Vine a ver cómo estabas —confiesa Nick, mirándola preocupado—. Me enteré de lo del juicio y todo.

—Oh, e-estoy bien —le asegura Selene—. Pero he estado mejor.

—Sé exactamente lo que te animará —declara Nick, con una sonrisa haciendo su camino hasta su cara—. Sal conmigo en una cita esta noche.

Selene es pillada desprevenida por su decisión de esperar hasta ahora para pedirle esto. Ella no puede evitar sonreír, pero sabe que este no es el momento de tener una cita.

—Me encantaría, pero-

—Sin peros —la interrumpe Nick—. Es una cita, no una boda. Si no logras dejar de pensar en el juicio, entonces podemos volver a ser amigos.

Selene deja escapar un suspiro, sabiendo que esto es lo último que debería estar haciendo.

—De acuerdo, pero tengo que estar en la Iglesia de la Noche antes de medianoche.

—Te recojo a las siete —dice Nick sonriendo, besándola en la mejilla antes de irse.

—Bueno, ¿quién es el afortunado o la afortunada? —pregunta Ambrose, viendo como Selene se aplica lo último de su maquillaje

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—Bueno, ¿quién es el afortunado o la afortunada? —pregunta Ambrose, viendo como Selene se aplica lo último de su maquillaje. Nick no le dio ningún detalle sobre la cita, así que se puso un simple suéter negro y vaqueros ajustados, un conjunto que puede usar fácilmente para el juicio más tarde.

Tan pronto como Ambrose encontró a Selene hurgando en su armario en busca de los tacones que usa en cada cita, descubrió a dónde iba. Y ahora tiene curiosidad. Se las arregla para mantener la cara seria, sin querer darle ninguna pista de por qué realmente quiere saber con quién iba a salir.

—Nick. Finalmente tuvo las agallas de pedirme una cita —admite Selene, tomando con éxito a Ambrose con la guardia baja. Su boca se abre por un momento, pero se las arregla para recomponerse antes de que Selene se dé cuenta. Había visto a Nick en casa con Selene y no pudo evitar notar la innegable química entre ellos.

—Ah, bueno, ya era hora —murmura Ambrose, viendo como Selene se pone una chaqueta.

—Bueno, ¿cómo me veo? —pregunta la chica, mirándolo esperanzada—. ¿Es demasiado casual?

—Para nada —el brujo sacude la cabeza, admirando a la rubia rojiza—. Te ves hermosa, como siempre.

—Gracias —Selene se ruboriza, recogiendo su bolso—. Debería estar aquí en cualquier momento.

Y tenía razón, porque como si fuera una señal, Zelda grita desde abajo.

—¡Selene, Nicholas está aquí preguntando por ti!

—¡Y ahí está! —exclama la rubia rojiza, moviéndose para salir de su habitación antes de detenerse en seco y volverse hacia Ambrose—. Hablaremos cuando vuelva, ¿de acuerdo?

—Sí.

Ella le da una sonrisa tranquilizadora antes de irse, bajando las escaleras para encontrar a Zelda mirando con desaprobación a Nicholas.

—Si no la tienes de vuelta a medianoche, te-

—Estaremos de vuelta a medianoche —Selene interrumpe a Zelda con los ojos muy abiertos, sin ningún interés en que la Spellman mayor termine esa oración. Cuando se vuelve hacia Nick, él la mira boquiabierto.

—Selene, te ves impresionante —Nick jadea, asimilando poco a poco su atuendo normal. Pero para él, ella se ve impresionante sin importar lo que lleve puesto.

—Gracias —la chica se sonroja—. Tú también.

—¿Vamos? —Nick le ofrece su mano y ella la toma con una sonrisa. La pareja murmura un adiós a Zelda antes de salir corriendo por la puerta, ambos sintiendo su mirada desaprobatoria.

—¿Preparada para tener la mejor noche de tu vida?

—Ya sabes que sí.


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✓¹𝓟𝖗𝖔𝖙𝖊𝖈𝖙𝖔𝖗, a. spellman & n. scratch. . . 🇪🇸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora