El constante sonido ligero de un Bip retumba cerca de mis oídos y con ello un dolor punzante en mi cabeza me golpea como una ola arrasadora.
Me veo desnuda envuelta en mis sábanas.
-Que rayos hice -murmuré tomando mi cabeza que parece explotar.
La vibración de mi celular lo hace mover hasta caer los bordes de la mesita de noche que está al lado de mi cama.
-¡Mierda el jefe!
Sin perder más tiempo y con la poco capacidad de mantener la mente estable corro al baño para cepillarme los dientes, todo contra el reloj, tengo el tiempo corto para llegar a la oficina pero el olor de mi cuerpo es puro alcohol y demás.
¡Me urge una ducha!
No puedo llegar con este hedor. Tras girar la perilla de la ducha las gotas frías caen como choque de buenos días contra mi piel, un ligero escalofrío corre por mi espina dorsal.
-Oye linda, podrías echarme un poco de ese líquido espumoso... -mis ojos se abren con sorpresa, horrorizados y mi cuello gira con lentitud hacía la esquina cerca de la cortina de ducha- aún me siento un poco lleno de tu... -se queja la voz que parece provenir del juguete.
Tanto mi mirada y mi cuerpo se paralizan por milésimas segundos al encontrarse con el juguete que Mac me regaló anoche. Un chillido desafinado escapa de mis labios, mi mano tira hacía el costado la cortina, el juguete sale disparado entre el piso de la ducha rozando uno de mis pies, mi cuerpo reacciona con otro chillido aún más fuerte y un salto que al volver tocar el suelo pierde el equilibro entre el agua y jabón, provocando que resbale y caiga sobre mi trasero.
-¡Qué manera de tratar a tu vibrador es esta! -Exclama en automático el aparato que ni siquiera parece poseer una boca.
-Q-Q-Qué demonios, qué demonios -con el dolor en mi trasero y dentro del pánico, la adrenalina me permite ponerme de pie huyendo del baño para así subir de un brinco a la cama. -Esto es un sueño, esto es un sueño -mis puños rascan fuertemente mis ojos tratando de hacerme despertar- esto no es real, esto no es real.
-¡Deja la paranoia loca! ¡Claro soy real!-Grita el juguete desde el baño, su voz es una imitación varonil.
-¡Aggggggh! -Mis manos tapan mis oídos.
Estoy borracha, estoy borracha, seguro aún sigo borracha, esto no es real, no volveré a beber jamás.
-Miau...
El señor Grundie llama a la puerta, ¿Lo he dejado durmiendo en la sala?
-¿¡Gato!? ¿Eres tú? ¡Sálvame de esta loca!
Mi manos buscan pellizcar mis brazos, tratando de hacerme despertar de este mal sueño, mi celular comienza a sonar, el nombre del jefe aparece en pantalla.
-Miau... -Un nuevo maullido se escucha atrás de la puerta y de la única cosa que estoy segura, es en no querer poner un pie abajo de la cama.
Esto no es real, esto no es real... Es solo un pedazo de plástico pero... ¿Y si esto está sucediendo por lo que hice anoche? No debí masturbarme, no debí hacerle eso a mi cuerpo, esto es un castigo ¿Puede ser un castigo? He invocado a un ser maligno. No. ¿Estás cosas no suceden, no? Esas cosas no existen, estoy soñando, la vida real no es así... ¿Y si puede guardar notas de voz? O peor aún ¿Si tenía una micro-cámara y alguien vio lo que hice con el? No, no, estoy entrando en paranoia... pero, ¿puede y sea solo una grabación? Tal vez es Mac haciendo una broma ¿Una nota de voz guardada?
La imitación de voz varonil no deja de quejarse mientras pide la ayuda de mi gato.
Es lógico ¡Es un juguete con grabadora! Pero eso no tendría sentido de que estuviera en el baño, aunque bueno no recuerdo mucho de anoche y mi cabeza parece hacer presión cada vez que lo pienso más.
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La asistente y el vibrador mágico © | Borrador |
HumorA que nunca te pensaste que los gatos te pueden maldecir. Esta es la historia de como una torpe asistente se ve sorprendida por 8 deseos y es acompañada por una extraña entidad que ha tomado el objeto menos pensado para habitar. Comedia. semi-eróti...