La verdad detrás del mito

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Zeus observaba la tierra desde su trono, le fascinaba que tanto hombres como dioses le adoraran. Pero lo que los mortales desconocían era la naturaleza tóxica del rey del Olimpo.
Los dioses lo veían como un dictador, y sus hermanos habían aprendido a evitarlo, estaban decepcionados de él.
Cuando Zeus ascendió al poder, estaba decidido a no ser igual que su padre, pero terminó imitandolo y superandolo en cuanto a maldad...

HERA: (entra en la habitación) Que estas observando?

ZEUS: Que? No puedo contemplar mi reino? Lo disfruto
(Toma la mano de su esposa)

HERA: (lo mira asqueada y retira su mano)
Lo único que disfrutas es la masacre que será la competencia, sólo arriesgaras vidas inocentes

ZEUS: (rie)  admítelo... ¿tu no lo disfrutas?
Además, no deberías preocuparte, lo único que debes hacer como mi reina es lucir bella, y mantener tu boca cerrada...

Hera le dedica una mirada de  odio, no tenía otra opción.
Al morir su padre Cronos, ella fue obligada a casarse con el tirano de su hermano, pero Hera no sentia la más mínima simpatía por él.
En ese momento, un vasallo entra en el salón, parece muy agitado...

VASALLO: Mi señor, tengo noticias...

ZEUS: (hace un gesto para que Hera se retire) Que quieres? No malgastes mi tiempo.

VASALLO: la princesa Olimpia, la hija de Hades y Persefone, sigue viva, y va participar en la competencia para ganar la ambrosia, ella aún conserva su magia...

ZEUS: (Da una carcajada burlona) No hay forma de que lo logre, es una simple mortal, Seguramente morirá en el intento. (Sale del salón del trono)  Bien, me retiro. Hay una competencia que debo arreglar.
No importa el precio a pagar, no debe lograrlo...

La princesa del inframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora