Capítulo 3

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Amanda POV.

Cuando al final conseguí calmarme , mi hermano se levantó de mi habitación y se fue, sin decir una palabra más a continuar trabajando, decidí darme una ducha y despejarme, sólo quería que llegara el viernes para poder estar con mi familia, después de ducharme me tumbé en la cama y no me levanté hasta que Gale me llamó para ir a cenar, no tenía ni hambre ni ganas. Mi hermano llamó a la puerta:

-- ¿Estás mejor?- me acarició la mejilla y yo asentí con la cabeza mientras le sonreía sin sentirlo, me besó en la frente y bajamos juntos a cenar. En la mesa había puesta mucha cantidad de comida, filetes, ensaladas, patatas cocidas y verduras, era demasiada commida para dos personas, así que mi hermano se dirigió a la cocina y gritó un poco bastante a sus empleados, el adiaba tirar comida, ellos se disculparon todas las veces que pudieron y yo solo bajé la cabeza y me senté en la mesa a esperar que mi hermano llegara, no podía ponerme a discutir con él, no era el momento, se sentó en frente de mí.

-- Christian, he estado pensando en que para la fiesta del viernes tendré que comprarme algo bonito y nuevo...- le miré con una media sonrisa y el medelvolvió una mirada entrecerrada déandome a entender que no comprendía lo que yo quería decir- vamos, por favor, solo quiero salir de compras, es necesario.

--De acuerdo, pero Tayler te llevará y recogerá cuando yo diga y ni un reproche Amanda- yo solo le sonreí, con mi sonrisa de la persona más buena del mundo- ahora come, que ultimamente no comes nada.

Me serví un filete y un poco de ensalada, cuando acabé de comerlo, di un beso a mi hermano y me fui a mi habitación.

Al día siguiente me dolía la cabeza muchísimo y tenía los ojos hinchados, no había dormido nada, me había despertado cada dos por tres con pesadillas y llorando. Me pusé mi uniforme y me maquillé para que no se me viera tanto pero fue bastante imponsible. Bajé las escaleras y ahí estaba mi hermano leyendo el periódico, en cuanto me oyó se giró y me miró, supe que había descifrado los síntomas de mi poco descanso y me miró con tristeza.

--Señorita, aquí tiene su desayuno- me dijo Gale a la vez que me sentaba, yo se lo agradecí y me puse a comer.

-- Amy, date prisa que vamos a llegar tarde- me dijo Christian, acabándose de beber su zumo. Apenas dos minutos más tarde ya estaba en el coche esperándome con cara de malos humos por tardar tanto.

Cuando llegamos al colegio, él me agarró de la barbilla y me dijo:

--Te quiero Amanda,¿lo sabes verdad?- luego volvió a su posición neutra e imparcial y yo me quedé más sorprendida que nunca, él normalmente no decía te quiero, ni a mí, ni a nadie.

Entraba en clase y me di cuenta que a primera hora tenía informática en la planta de arriba, mierda, llegaba tarde fijo. Cuando llegué, la chica que se sentaba conmigo se había puesto con su novio, así que me tocó ponerme con un chico que también estaba solo porque su compañero no había venido, le había visto dos o tres veces por los pasillos y de refilón e alguna clase, pero apenas coincidíamos porque no tenía las mismas asignaturas que yo.

-- Hola soy Amanda, pero todo el mundo me llama Amy- le dije cuando me senté.

-- Lo sé-me miró y me sonrió, tenía una sonrisa graciosa, valga la redundancia, me sonrió con los ojos a la vez que con la boca y no puede hacer otra cosa más que mirarle y sonreir- yo soy Ryan.

Estuvimos habalndo, él me vacilaba de vez en cuando y yo me reía cuando el me pedía perdón innumerables veces creyendo que me había ofendido.

-- Amy ¿te puedo llamar así verdad?- asentí mirándole sonriente-te veré el sábado en la fiesta de Adam ¿no?- Adam era un chico de nuestro curso que simpre organizaba las fiestas, a la de este fin de semana iba a ir todoas las clases de 1º bachiller para celebrar fin de exámenes.

-- Claro, como no. -me giré y me dirigí a la siguiente clase auqnue solo podía pensar en el chico de la sonrisa bonita.

-- Mujer ¿que te pasa? Estas como perdida hoy- me dijo Helen dando un empujón.

--¿El sábado vamos a ir a la fiesta de Adam?- pregunté disimulando mi ansia por verle otra vez.

-- Nosotras si- dijo Claire- pero tu... como no convezcas a tu hermano.

-- No os preocupéis de eso, yo voy a ir como que me llamo Amanda Grey.- ellas se rieron y entonces me acordé de la charla de ayer con mi hermano.

-- Hoy mi hermano me ha dejado ir de compras-las dije- podíamos ir cuando salgamos de clase, comemos todas juntas y luego a compras.

Todas mis amigas me miraron sonrientes y se pusieron a dar grititos y saltos en medio de la cafetería, yo, mientras tanto, vi como Ryan que llegaba con sus amigos. Me saludó con la cabeza y yo le devolví una sonrisa, entonces una chica rubia y no muy alta, se avalanzó sobré él y le dio un beso en labios, mientras él la alzaba del suelo. Me levanté y me dirigí a clase.

A ver Amanda, piensa, solo os conoceis de una hora, que te ha llamdo la atención no quiere decir que te guste o que le gustases tu a él. Me repetí eso como cien veces en mi cabeza hasta que al final me lo creí.

Fuimos a comer y al centro comercial, yo me compré un vestido de Giambatiste Valli corto, ajustado en el pecho y con la parte de atrás más larga de color blanco y un degradado de flores naranjas y rosas en la cintura y de manga francesa, me lo iba a poner con mis zapatos dorados de salón preferidos, iría guapísima para la fiesta de Elena.

Cuando llegué a casa mi hermano no había llegado aún así que me puse a hacer los deberes y a estudiar. Cuando acabé me duché para despejarme y me lavé el pelo dejando que se secara al aire, la verdad es que soy muy vaga con eso de cuidados del pelo. Entonces Christian llamó a mi puerta:

-- Amy, ¿puedo pasar?

-- Si si, pasa- le contesté mientras recogía los libros, entró en la habitación y sentó en mi cama.

-- El viernes a la fiesta de Elena va a venir mi novia Anastasia con nosotros y también se va a transaladar a vivir aquí los fines de semana- me giré sorprendida.

-- ¿Nueva novia? Uy qué raro- me reí por mi comentario, Christian simpre había tenido muchas novias, solo las traía los fines de semana y todas eran guapisimas, morenas y muy calladas, solo hacían lo que mi hermano las decía, era raro, nunca duraban más de un año, él me miró alzando las cejas y yo puse los ojos en blanco.

-- Sabes que odio que me pongas los ojos en blanco Amanda.

-- Tan solo era una forma de expresarme- le dije.

-- No hay que faltar al respeto para expresarse- me dijo frunciendo el ceño, mierda, ya se había cabrado otra vez.

--¿PORQUÉ TE MOLESTA TANTO TODO LO QUE HAGO?- le grité.

-- ¡¿Pero quién te crees que eres para hablarme así?! Me estás sacando de quicio, he venido aquí para darte una noticia y tu me faltas al respeto- me dijo gritando mientras apretaba los dientes para contenerse.

-- ¡No lo he hecho a posta!- le dije en tono cansado, estaba hasrta de que se enfadara comigo por todo, me miró mal por el grito- perdón, no quería girtarte.

-- Acaba de recoger y baja a cenar, ahora hablamos.

La cena estuvo seca, él no me hablaba y yo era incapaz de aguantar eso, no me gusta estar enfada con mi hermano.

-- Christian, lo siento ¿vale? No quería poner los ojos en blanco, ni tampoco gritarte, me parece bien que venga esa chica mañana, en serio, me alegro por ti- le dije lo más sincera que pude, él me miró y sonrió, a lo que yo le respondí con otra sonrisa.

-- De acuerdo, estás perdonada.

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Holaaa!!!!

Sé que he hecho muchos cambio en este capítulo, os prometo que será la última vez;))

Espero que os esté gustando. Gracias por leer.

Muchos besineeees

Hermana de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora