Hermana de Christian Grey

Capítulo 13

Christian POV 

Ví como mi hermana se ponía las botas de montar mientras hablaba efusivamente con el mozo de cuadra y miraba a su nuevo caballo. Llevaba vario años buscando un caballo perfecto para ella. Después de lo que pasó con su yegua le compré un caballo nuevo, y otro y otro más, pero ninguno parecía ser suficiente, había seguido montando pero no era como antes. Un día un viejo amigo de la facultad me contó me había montado un establo que había comprado una ciudad entera de Texas y que tenía mustangs por toda la zona, decidí ir a visitarle y contarle lo que estaba buscando, él me dijo que tenía el caballo perfecto para mi hermana, esta recién domado aunque seguía siendo igual de salvaje pero era uno de los caballos más nobles que había visto, le pagué una elevada cantidad de dinero pero no me importó estaba seguro de que Zar era ideal para Amanda.

-- Christian, vamos te hecho una carrera hasta el río- oí gritar a mi hermana sacándome de mis pensamientos.

-- No tengo aqui la ropa Amy- dije excusándome y acercándome a ella, entrecerró los ojos.

-- Mentira, ahí tienes la taquilla y tus botas están detrás- me había pillado alcé las manos a modo de rendición.

--De acuerdo pero luego, si te gano no te quejes.

-- No estés tan seguro de ganarme hermanito, siempre he montado mejor tú- y es cierto montaba muy bien a caballo pero no mejor que yo.

Ensillamos a los caballos, el mío era un precioso y elegante caballo blanco, que irónico, un caballo tan puro con alguien con tantas sombras como yo.

-- ¿Vamos o que?- me preguntó mi hermana guiñando un ojo a causa del sol que la reflejaba.

-- Ya voy, ya voy.

La carrera comenzó, al principio íbamos muy igualados pero luego Amanda se quedó más atrás, de pronto oí un grito de mi hermana y di la vuelta para ver que había pasado.

-- Christian- dijo sollozando- me he cortado con una rama la cintura.

Solté las riendas y acerqué con cuidado hasta donde estaba.

-- Déjame ver - dije mientras levantaba su camiseta.

-- Vas a perder, Chris- dijo mientras echaba a correr por el lago quedándome yo con la boca abierta y tratando de reaccionar, me había mentido.

-- ¡Eres una tramposa!- la grité por detrás para luego oír su angelical risa. Al final llegué al río donde ella se encontraba esperándome.

-- Te he ganado- dijo sonriendo con autosuficiencia.

-- No lo has hecho, has hecho trampas. me guiñó un ojo y sonrió.

--Me quieres igual- dijo poniendo cara de corredizo degollado y yo entorné los ojos girando a mi caballo.

-- Anda, vamos, es hora de volver.

Cuando volvimos fuimos a cambiarnos donde estaban las taquillas, mi hermana se colocó el pelo en un coleta mientras decía.

-- Dios mío, estoy muerta- se dejó caer el el banco justo a mi lado y pude fijarme en una pequeña marca que tenía en el cuello, era roja y con puntitos morados. Pareció notarlo porque se puso de pie y se soltó la coleta. MI sangre estaba ardiendo y noté como el corazón de mi hermana se aceleraba, me puse de pie furioso y me acerqué quitándole bruscamente el pelo del cuello.

-- ¿Qué haces? Déjame- se apartó y se colocó.

-- Tienes una marca en el cuello Amanda- dije apretando los dientes. Ella giró su cara tratando de disimular.