Capítulo 9

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Me desperté y Christian ya no estaba a mi lado, me fui a duchar para despejarme y me puse mi típica ropa de domingo, leggins y una sudadero de mi hermano, a él no le gustaba que cogiera su ropa pero yo hacía caso omiso.
Bajé a desayunar y Gail me sirvió unas deliciosas tortitas con chocolate y fresas, la boca se me hizo agua en cuanto lo vi y me dijo que mi hermano estaba en su despacho que no le molestara a no ser que fuera importante. Miré veinte mil veces el móvil para ver sí Ryan me había llamado pero la pantalla de mi iPhone seguía igual. Traté de despejarme y me puse a ver una película: "Báilame el agua" mi película de amor preferida. De pronto mi móvil sonó:
"La fiesta fue un coñazo" me escribió Ryan y yo le respondí rápidamente.
" Es que no estaba yo jejeje" le puse bromeando.
" Tienes razón, reina" y a continuación escribió
"Sal conmigo a dar una vuelta, así recupero el tiempo perdido de ayer por la noche"
" De acuerdo, dime hora y lugar" le contesté sin pensar en lo que Christian podría decirme.
" A las doce en la puerta de atrás del colegio"
"¿Vamos a entrar a robar o qué?" Le dije bromeando.
" Hay demasiada seguridad reina llevo analizándolo varios años" mis ojos se abrieron de pronto decidí hacer como que no había visto su mensaje.
"A las doce te veo allí entonces"
"De acuerdo, no tardes mucho ;);)"sonreí sin quererlo cual niña estúpida.
Ahora venía lo complicado tratar de convencer a mi hermano, me arreglé el pelo y llamé dos veces a la puerta.
-- Adelante- me contestó. Puse la mejor cara de niña buena que tenía y entré en despacho.
-- ¿Qué quieres Amy?- me preguntó sin levantar la vista del ordenador.
-- Emmm... yo me preguntaba si podría salir hoy por la mañana con una amiga- se pellizcó el puente de la nariz y paró de escribir para mirarme.
-- No, no puedes- mierda tendría que mejorar mi excusa.
-- Pero Christian es para hacer un trabajo con Helen y Rachel- rogué- iremos al colegio, es el único que podemos ir a hacer el trabajo- me miró entrecerrando los ojos-va Christian, porfi, porfi, porfi.- puse cara de cordero degollado.
-- De acuerdo pero Sawyer irá contigo y te esperará a la salida, Taylor te llevará en coche- asentí enérgicamente con la cabeza y le di un beso en la mejilla.
Subí a arreglarme, no sabía que ponerme, y me decidí por unos vaqueros negros de tiro alto súper pitillos, mis converse bajas blancas y un jersey blanco con rayas azules oscuras, de abrigo me puse uno de pelo granate, dejé mi pelo suelto y me maquille tan sólo un poco. Ya eran las once y media y fui a avisar a mi hermano de que me iba, mientras bajaba caí en la cuenta de que era domingo y de que hoy no debería de trabajas pero lo pasé por alto. Llamé dos veces a la puerta y abrí la puerta:
--Christian- me miró- me voy ya que sino llego tarde.
--A las dos como muy tarde te quiero de vuelta- asentí- ten cuidado Sara.
--Por Dios no te emparanoies tanto hermanito solo voy a salir de casa, no me voy a la guerra-se pasó una mano por su pelo y asintió.

LLegué al colegio e hice como que entraba para luego dirigirme a la puerta de atrás, él estaba esperándome allí mientras miraba el móvil.
-- Eh, chico de la moto ¿qué te crees que haces ahí parado en medio del colegio?- Ryan me miró y me soltó una sonrisa de vuelta.
-- ¿ Y tú, niña pija? ¿Quién te crees que eres para ir enamorando a cualquier chico que pasa por tu lado?- negué con la cabeza mientras sonreía- anda vamos, supongo que tu hermanito no te dejará mucho tiempo.
Me monté en aquella moto y nos dirigimos al lugar al que había estado el otro día con él pero esta vez a una cafetería de allí cerca.
-- Vamos a desayunar- propuso.
-- Yo... Es que ya he desayunado- dije algo cortada.
-- Bueno pues tómate un café mientras me acompañas, no te voy a matar por no desayunar conmigo reina-le sonreí y él me cogió de la cintura y dio un beso largó beso a mis labios para luego darme uno más corto en la mejilla a lo que yo, cual estúpida, me sonrojé.
Tomé un café con leche mientras él tomaba un café solo y dos tostadas.
-- ¿ Viste a mis amigas ayer?- le pregunté para entablar conversación.
-- No no las vi- me contestó mientras se metía un trozo de tostada en la boca, cuando tragó, continuó- había muchísima gente anoche.
Seguimos hablando como sí nada, como si nos conociéramos de toda la vida pero hacía años que no nos veíamos, era lo bueno de Ryan, él nunca se cansaba de hablar ni de estar contento, parecía siempre tan feliz que te alegraba sólo mirarle.
-- Oye Amy, el viernes hay aquí una carrera de motos ¿vendrás a verme correr no? - tragué saliva, había visto en que consistían las carreras de motos ilegales y era verdaderamente peligroso, iban sólo con un casco y unos guantes, el resto de su cuerpo no llevaba protección alguna, cada año había cinco o seis muertes en esas carreras.
-- ¿T-tu corres en esas carreras?- pregunté nerviosa- es peligroso.
-- Sólo es peligroso si no sabes conducir- me dijo sonriendo -bueno y si no tienes un amuleto también, por lo tanto tienes que venir, sino tendré un accidente.
-- Vaya responsabilidad- bromeé- entonces tendré que ir ¿no?
Él asintió varias veces mientras me sonreía de medio lado. La hora de irse llegaba y nos levantamos para dirigirnos a su moto, llegamos al colegio a la puerta de atrás y nos despedimos con una beso que me sorprendió, porque no fue impulsivo como los otros que nos habíamos dado sino lento, suave, tratando de aprovechar el sabor de nuestras bocas el máximo tiempo posible, cuando nos separamos Ryan puso un mechón de mi pelo detrás de la oreja y besó mi frente. Me dirige hacia la puerta delantera no sin antes girarme y lanzarle un beso a la vez que le guiñaba un ojo a modo de despedida.
-- Nos vemos mañana reina- me gritó.
-- Hasta mañana chico de la moto- le respondí.

Hermana de Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora