La alarma suena, un día nuevo, un día frustrante como siempre.
—Es hora de levantarse Gun, dejaré que te vayas caminando si no estás lista en veinte minutos. —Escucho la voz de mi amado pero odiado padre.
Me quejo y le arrojo mi pequeño oso de peluche para que salga de la habitación.
Me levanto de mi cama malhumorada como de costumbre y voy a mi armario. Tomo unos shorts color negros y una t-shirt holgada color roja y una chaqueta negra. Los arrojo a mi cama y salgo hacia el baño.
Y lo que más odio en las mañanas... mi hermano adolescente está en el baño.
— ¡Sal de ahí infeliz! —Golpeo la puerta.
La puerta se abre un poco y veo la fea cara de mi hermano menor Manseok.
—Bruja, eso es lo que eres. —Dice saliendo.
Su notorio olor a loción hace que mi garganta duela.
—Y tú un tonto, ahora apúrate que papá está dispuesto a dejarnos. —Entro al baño.
Abro las llaves de la regadera y me topo con la sorpresa de que el agua está helada, al parecer papá no ha pagado los servicios. Por suerte es primavera y no hace frío sino ya estuviera hecha un cubo de hielo. Al salir de la ducha me coloco mi bata para el baño y enredo una toalla en mi cabeza.
Voy a mi habitación y me visto lo más breve posible, después me maquillo y peino mi cabello.
Me detengo un instante para ver todos mis retratos de cuando era la estrella infantil del momento. Me veía adorable desde los diez años y por esa razón todos me amaban. Ahora... sólo soy Lee Gun, la universitaria que trabaja de asistente que todos olvidaron.
Nostálgica me despido de todos mis reconocimientos y tomo mi bolso para salir de la habitación.
Al salir voy a la cocina, papá está tomando un café.
—Olvidaste pagar los servicios ¿Cierto? —Le pregunto mientras voy a la nevera y tomo una manzana.
—Lo olvidé... además debo pagar la colegiatura de tu hermano. —Dice avergonzado.
Me siento mal por papá y nuestro muy recortado presupuesto, él es un buen abogado, pero nuestra situación económica no es muy buena desde la muerte de mamá, su enfermedad nos dejó con deudas, todo el dinero que gané cuando era una estrella infantil se fue en medicamentos, no me arrepiento, ellos son los mejores padres del mundo. Ahora nos estamos recuperando poco a poco pero aún así es difícil.
Suspiro resignada, tendré que utilizar el dinero que ahorraba para comprarme un bolso hermoso que saldrá la siguiente semana.
Tomo su mano y le sonrío.
—No te preocupes papá, yo me encargaré de eso, hoy es mi día de paga. —Digo tratando de darle ánimos.
Mi hermano aparece ya vestido, listo para marcharnos los tres.
—Hoy es mi primer día en mi trabajo de medio tiempo en una cafetería. Así nos ayudaremos. —Dice mi hermano mientras se sirve un poco de café.
Golpeó su brazo y le quito la taza de café.
—Aigoo eres muy joven para beber café... además no debes preocuparte por trabajar, debes enfocarte en tus estudios niño. —Digo golpeándolo de nuevo en la cabeza.
—No eres una ahjumma sólo eres cuatro años mayor que yo—Dice arreglándose el cabello—quiero trabajar, no siempre dependeré de ti, estrella. —Dice quitándome la taza de café.
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Cuando Encontré A Gun
Novela JuvenilElla es una ex actriz infantil que se convirtió en una escritora muy famosa, él es el gran actor del momento, el más codiciado ¿Que tienen en común? Tal vez un poco de locura y atracción. Lee Gun ha vivido una vida difícil desde un escándalo dónde...