Y otro

3 0 0
                                    

Yo antes dormía. Ahora escribo, fumo y echo de menos. Por el día soy un ser humano, por la noche no sé lo que soy. Los fantasmas que me dictan lo que te escribo dicen que tengo los labios demasiado rojos para estar muerta pero luego me ven el corazón tan descosido y nublado que me abrazan diciéndome "bienvenida".
Me cuidan apartándome los mechones de pelo que se enredan en mi bolígrafo negro; soplando la llama del mechero cuando después de quemar tu carta me hipnotiza el fuego; acercándome otro folio si mis lágrimas lo bombardéan.
Cuando se hace de día vuelvo a sentirme el corazón, no son latidos: son tambores de guerra, el retumbar de mis ganas luchar. Luchar por ti, ya ves, siempre me gustaron las cornisas resbaladizas.

De mi, para miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora