Special [Jenlisa]

23.- No es real

"Uh... Señora Manoban," La coreana llamó, tirando levemente del brazo de la mujer, impidiéndole que saliera por la puerta. Jennie regresó el dinero, consiguiendo una mirada confusa a cambio.

"¿Por qué, Jennie?"

"Yo... no puedo aceptar más," En un acto de vergüenza pura, Jennie metió las manos en los bolsillos de su sudadera y sonrió débil al mirar al suelo.

"Pero es tu pago..."

"Sí, lo sé, pero no puedo recibir más dinero para quedarme con ella. Me parece... mal," su voz fue disminuyendo hasta no pasar de un susurro al final. Después de un suspiro, levanto la mirada, "No considero eso un empleo. La verdad, creo que nunca lo considere."

Una pequeña sonrisa surgió en las comisuras de los labios de la más vieja, mientras ella tiraba de la coreana para un abrazo que fue prontamente retribuida.

"Sólo cuida de mi bebé."

¿Su bebé?

"Lo hare," Sonrió sin mostrar los dientes antes de cerrar la puerta.

Tomó una respiración profunda y sólo entonces el silencio en la casa le incómodo. La voz de Lisa siempre se podía escuchar, incluso a través de susurros o las melodías de canciones que ella misma creaba.

Jennie caminó cautelosamente hasta estar delante del cuarto de la chica de ojos avellana y nuevamente una mala sensación recorrió su cuerpo al percibir que la puerta estaba entreabierta. Lisa detestaba las puertas abiertas, principalmente la de su cuarto.

"¿Lili?"

Jennie esperó algunos segundos por la respuesta, como no la obtuvo, entro a la habitación y su corazón se apretó al ver a la chica de piel pálida encogida frente la cama, un círculo de juguetes y papeles alrededor y teddy delante. Escondía el rostro entre los brazos, los mismos estaban apoyados en sus rodillas.

"¿Qué paso?"

Lisa dejo de temblar como la voz de la coreana llegó a sus oídos. Sin embargo, en vez de responder, comenzó a llorar alto, sacudiendo la cabeza y gritando, consecuentemente pateando los juguetes que estaban delante cerca de la joven.

"Lisa," Jennie se arrodilló con cautela frente a la chica, quien metió sus manos dentro de su blusa, tal acto hizo que su rostro se contorciera en una mueca de dolor.

Sólo entonces Jennie noto las salpicaduras de sangre en el suelo.

Inmediatamente la desesperación se apoderó de su cuerpo. Ella respiro profundo con el fin de mantener la calma, pero se convirtió en una tarea imposible al ver la blusa de Lisa poco a poco ser marcada por numerosas manchas rojas.

"Babe," Su voz falló miserablemente.

Todo lo que la mayor hizo fue empujarla por los hombros y girar el rostro.

Lisa llevó sus manos temblorosas y ensangrentada a su rostro, cubriendo sus ojos y sacudiendo la cabeza. Su mirada se tornó vacía y eventualmente un grito doloroso y asustado escapo de su garganta.

"Na-" Su respiración irregular se dificulto aún más al salir su voz, "Na... Nayeon... ¡Para!" El llanto se intensifico.

"No es real," Jennie agarró sus muñecas con precisión.

Lisa se paralizó, tragando seco. Al segundo siguiente, sin embargo, volvió a luchar.

"La... lastimar... N-Nayeon..." Lisa se sacudió del toque de Jennie y se preparó para moverse contra ella.

"¿Quieres hacerme daño?" Incluso a través de un susurro, la voz de Jennie fue firme mientras mantenía los ojos cerrados fuertemente.

Lisa rápidamente se alejó de la coreana, forzando el cuerpo hacia atrás de forma que su espalda chocó con la pared. Sus puños se cerraron y ella los hizo chocar contra su cabeza repetidas veces.