Capítulo: 3. "Aborto"

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Estoy embarazada —dijo en un susurro mientras dejaba caer la prueba al suelo.

Lo sé —le dijo Lauren con lágrimas en los ojos—. Pero no te preocupes, saldremos de esto juntas.

¿¡Cómo quieres que no me preocupe, Lauren!? —le gritó Annabelle—. ¿No entiendes lo grave que es este asunto? Estoy embarazada de Mathias Cox, el maldito que me violó.

Las lágrimas no tardaron en salir, a pesar de que ella no quería llorar. Annabelle se sentó en la cama de Lauren y trató de analizar la situación, primero tenía que decírselo a su abuela, y sabía perfectamente que le diría que tuviera a ese bebé pero Annabelle no lo quería, no quería ser madre a los 15 años.

Sabes que siempre te voy a apoyar, aunque sea lo más horrible que hayas hecho —le dijo Lauren mientras le colocaba una mano en su rodilla—. Recuerda: "En las buenas y en las malas, pase lo que pase"

No quiero tener a este bebé, Lauren. No lo quiero —admitió Annabelle—. Yo no quería nada de esto. Yo no quería ser violada, yo no quería estar embarazada, yo no quería nada de lo que me está pasando ahora.

No vayas a hacer una locura, Annabelle. Te lo prohibo.

Yo sé lo que voy a hacer, y ni tú ni mi abuela van a detenerme —dijo para después salir de la habitación de Lauren con dirección a su casa.

[...]

Annabelle abrió la puerta de su casa y si abuela la estaba esperando, en la pequeña sala que tenía la casa.

Te estaba esperando, Anna. ¿Dónde estabas? La escuela terminó hace más de una hora.

Estaba con Lauren, es algo del colegio, nada importante —dijo sin importancia.

Anna, ¿qué pasa?, has estado muy rara últimamente. Has tenido constantes mareos y vómitos.

Annabelle abrió los ojos de la preocupación y tragó saliva en seco.

Anna. ¿Estás embarazada? —Annabelle palideció al saber que su secreto ya no era del todo secreto—. Dímelo, Anna, sabré entenderlo. 

Annabelle con lágrimas en los ojos bajó la cabeza y asintió levemente, para luego sentir los brazos de su abuela alrededor de ella, dandole un abrazo.

Está bien, Anna. No te preocupes —le acunó la cabeza con sus manos y dijo—. Ahora lo primero que haremos es ir al doctor, tenemos que ver si el bebé está sano.

¿Qué? —Annabelle la miró como si estuviera diciendo la cosa más estúpida del mundo—. Yo no voy a ir a ningún lado, Abuela. Yo no quiero tener a este bebé.

Annabelle, no digas eso. Ese bebé que tienes en el vientre, aunque haya sido no querido, es un ser humano.

¡No me importa, Abuela! Esta cosa que está dentro de mi no la voy a tener, ¡NO LA QUIERO!

¡No es una cosa, Annabelle! Es un ser humano, es tu hijo, y mi bisnieto y aunque no lo quieras lo vas a tener.

¡No, abuela, NO LO VOY A TENER! —gritó Annabelle para desprenderse del agarre de su abuela y salir corriendo fuera de la casa, dejando a su abuela sola.

¡ANNABELLE! —gritó desde la puerta de su casa pero de repente comenzó a darle unos dolores en el pecho.

[...]

Annabelle corrió como si dependiera de ello hasta que llegó a un pequeño parque, quería estar sola. Annabelle se sentó en uno de los bancos que estaban cerca de ella y suspiró mientras las lágrimas amenazaban salir de sus pupilas.

¿Por qué tuvo que pasarme todo esto a mí? —dijo en voz baja.

Al frente de donde Annabelle se encontraba estaba un pequeño parque de juegos, donde había muchos niños y niñas jugando con los columpios y en los toboganes. Niños y padres que reían juntos alegremente. Annabelle al ver esa imagen colocó una de sus manos en su vientre y lo acarició.

No —dijo y alejó su mano de su vientre—. Yo no te quiero.

Annabelle se levantó de allí y corrió hacia donde hubiera un hospital de abortos clandestino, porque ella no quería tener a ese bebé que estaba dentro de ella y nadie se lo iba a sacar de la cabeza. Al encontrar el hospital, que estaba un poco alejado del hospital central suspiró nerviosamente y decidió que debía de entrar.

Al entrar el hospital no era muy agrabable, las baldosas estaban manchadas de color rojo, lo que podría ser sangre. Annabelle se asustó pero no quizo huir, era demasiado orgullosa como para salir corriendo de allí y tener a ese bebé, como lo había dicho su abuela.

Disculpe —le habló a la recepcionista del lugar, ella la miró de arriba a abajo.

¿Qué quieres, niña?

¿Aquí hacen abortos? —al escuchar la pregunta la chica cambió la cara totalmente y le respondió un "". Annabelle tragó en seco y pidió una cita.

Disculpa pero ahora mismo el único doctor está con otra paciente, debes esperar en la sala de espera.

Está bien —hizo una mueca y se dirigió hacia allá.

Al llegar a la sala de espera vio como llevaban a una mujer que gritaba y estaba completamente sudada hacia el quirófano, Annabelle al ver esa escena se asustó aún más y sin más preambulos salió corriendo del lugar sin decir nada.

[...]

Annabelle después de pensar mucho, decidió ir a la casa de Lauren, porque sabía que ella le ayudaría con todo su problema. Annabelle tocó la puerta y le abrió una Lauren angustiada.

Dios, Anna, pensé que habías hecho algo desquiciado —dijo mientras la abrazaba.

Estuve a punto, pero no lo hice.

Ven, vamos a mi habitación.

Al estar en su habitación Annabelle le contó que trató de abortar yendo a un lugar clandestino donde practicaban abortos.

Por dios, Anna. ¿Cómo pudiste haber pensado eso?

No lo sé, no estaba pensando. Pero después de ver como esas mujeres gritaban allí me asusté y salí de ahí corriendo.

Menos mal que hiciste eso, Anna. ¿Quién sabe que te hubieran hecho? —Annabelle suspiró y se sentó en la cama de Lauren—. Pero dejando ese tema de lado, estuve investigando sobre Mathias Cox en Internet.

¿Qué?

Lo siento pero tenía que hacerlo, no me podía quedar tranquila si no investigaba. Pero en fin, encontré algo.

¿Qué encontraste?

Encontré que sus padres son gente de dinero.

Sí, eso ya lo sabía, Lauren. ¿Y?

Lo que te diré no te agradará nada, pero debes saberlo.

Habla, Lauren.

Él no está soltero, Anna. Nunca lo estuvo.

¿A qué te refieres? —la mirada de Annabelle era de confusión, no se esperaba eso.

Me refiero, Anna, que ese hijo de puta no estaba soltero cuando tú fuiste con él a esa fiesta. Y, también encontré que...

¿Qué más encontraste, Lauren?

Encontré que el muy hijo de perra tiene una comprometida, y que además, ambos tienen un hijo de 2 años de edad.

Dark Past.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora