Dark Past.

Capítulo: 13. "Gianna con vestido"

—Okay, gusto en conocerlos, chicos, pero me tengo que ir. Adiós —dijo despidiéndose de los cuatro.

—Parece un buen partido ¿no, Gianna? —preguntó Jade al ver que Gianna lo siguió con la mirada.

—Sí, se ve un buen chico. Me gustan sus lentes, aunque sé que no los necesita.

—¿Por qué tanto interés por ese sujeto? —gruñó Adam rodando los ojos.

—¿Qué te pasa, Adam? —preguntó Noah—. ¿Acaso tienes celos de ese chico? —Adam lo miró nervioso sin saber qué responder.

—No, obviamente que no tengo celos. ¿Por qué debería de tenerlos? —preguntó Adam sin interés.

—Ay ajá —suspiró Jade mirando a Noah—. Okey, olvidando ese tema. Hablemos de lo que realmente nos interesa.

—¿Es sobre el dinero que nos mandaron a pedir, verdad? —preguntó Adam.

—¿Qué? ¿A él también le pediste dinero? —le preguntó Gianna mientras Jade asentía mirando a su prometido.

—Claro —dijo Noah—. ¿Aún no le has dicho qué iremos a comprar, amor?

—¿A comprar? —Gianna abrió los ojos soprendida y a la vez aterrada de lo que Jade le fuera a decir—. Jade ¿Qué iremos a comprar?

Jade sonrió cómplice con Noah y dijo:

—Iremos a comprar tu vestido para mi boda, Gia.

Gianna abrió su boca sorprendida y aterrada porque sí era lo que ella se imaginaba.

—No. Jade, no. Sabes perfectamente que yo no uso vestidos. Los detesto —la cara de Gianna cambió repentinamente mientras caminaba siendo seguida por los otros tres.

—Lo siento, Gia, pero para la boda tendrás que usar vestido. Acuérdate que es un momento especial para mí, TU mejor amiga, la que te ama con toda el alma y no te haría sufrir si no fuera necesario —dijo Jade mirándola con los ojos de perrito.

—¡Jade! —la regañó Gianna—. No me hagas esa carita. Sabes que no me resisto cuando esos ojos verdes se ponen acuosos y me miran de esa manera —dijo Gianna dándose la vuelta para caminar pero se detuvo en seco.

—Gianna Grey, no te irás de aquí hasta que accedas a ponerte un vestido para mi boda ¿Me oiste? —la voz de Jade no era aquella voz angelical que siempre salía de ella cuando era feliz. No, esta era una voz dominante que asustó tanto a Gianna como a Noah.

—Está bien, Jade. Iré con ustedes a la tienda a comprar... mi vestido —dijo Gianna apretando los ojos al escucharse decir esa palabra.

—Muy bien —la Jade alegre y con ego había vuelto—. Nos veremos a la hora de la salida, cariño —dijo besando la mejilla de Noah—. Adiós, Adam.

—Adiós, mi amor —dijo Noah—. Te veo más tarde.

—Adiós, Jade.

[...]

Gabriel caminó con sus libros hacia su casillero sin percatarse de quien estaba delante de él. Miró hacia delante y se detuvo delante de su casillero para meter todos sus libros en él ya que no podía cargarlos todos. Cerró su casillero antes de chocar contra un chico.

—Lo siento, no te vi —dijo Gabriel sin mirar al chico.

—Disculpame tú, estaba distraido —dijo el chico mirandolo.