Dark Past.

Capítulo: 12. "Celos"

—Sabes que te amo, Sophia —dijo tomando sus manos—, sabes que daría todo por ti, pero no puedo aguantar esto. Yo mataría por ti, y lo sabes.

—Amor, ya llegué —dijo una voz masculina subiendo por las escaleras. Sophia se alarmó y miró a Oliver quien se sorprendió—.  ¿Amor, estás aquí?

—No me digas que ese es...

—Sí —Sophia tragó saliva—. Ese es Mathias.

—¿Qué se supone que harás? —preguntó Oliver sin preocupación alguna.

—¡Vete! ¡Vete de aquí! —gritó en un susurro mientras se colocaba detrás de Oliver y lo llevaba hacia la ventana—. Vete, Oliver. ¡Vete!

—Es excitante la manera en que casi somos descubridos —Oliver sonrió, le dio un beso rápido a Sophia y salió por la ventana.

En ese instante Mathias entró en la habitación junto a su portafólios que a éste lo lanzó por algún lugar de la habitación y se colocó detrás de Sophia para atacar su cuello, morderlo y chuparlo.

—Pensé que no estabas aquí, como no me respondiste. —dijo contra el cuello de su esposa.

—Pensaste mal, amor. Siempre estoy aquí para ti —dijo dándose la vuelta para mirar los ojos azules de Mathias y luego besar sus labios.

—Te amo, Sophia —dijo Mathias mientras besaba el cuello de Sophia.

Sophia gimió y luego miró hacia la puerta pensando en Oliver.

[...]

Gianna entró a su habitación aún confundida por la reacción de su mamá por lo que le había dicho. Gianna se sentó en su cama y recordó:

 “—Es que creo que metí la pata con un asunto referido a Jade. ¿Recuerdas cuando te conté sobre su vida pasada? —Annabelle miró hacia el suelo tratando de recordar y asintió.

—¿Por qué dices que metiste la pata con eso?

—Es que casi le conté al mejor amigo de Noah, que se llama Adam, lo que pasó con Jade antes de que lo conociera. Entonces cuando traté de decirle que no era nada importante se puso a jalonearme y le di una bofetada y salí corriendo de allí —Annabelle subió las cejas en forma de sorpresa—. ¿Crees que hice mal?

—No, hiciste bien. Nunca, escúchame bien, nunca permitas que un hombre se sobrepase contigo, Gianna —dijo levantándose con furia de la silla para luego irse de allí. Gianna la miró confundida.”

—¿Por qué mi mamá se comportó así? —Gianna suspiró y tomó su teléfono para mirar si tenía mensajes o llamadas.

En efecto tenia 4 llamadas perdidas de Jade, así que marcó el número de ella y la llamó. Esperó a que sonara el pitido y una Jade muy molesta contestó.

—¿Por qué me contestas a esta hora, jovencita? —Gianna frunció el ceño y rió—. ¿De qué te ríes?

—De ti, mamá —dijo con notorio sarcasmo—. Ya en serio. ¿Qué pasó? Miré mi buzón de llamadas y tenía las tuyas ¿Ha ocurrido algo?

—No, querida. Es que necesito que mañana traigas dinero.

—¿Dinero? ¿Para qué quieres que lleve dinero?

—Solamente tráelo y ya, no te vamos a robar... o tal vez sí —dijo Jade con un intento de risa malvada.

—Jade no me causa risa, en serio, dime para qué quieres el dinero.