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KURT

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KURT.

Mis muñecas sangraban como nunca, mis ojos ardían por las lágrimas que no paraban de salir. Me sentía basura humana, arrullado bajo las graderías del campo de futbol. Había roto la promesa jamás hecha a Blaine, y de cierta manera agradecía no haberla hecho, porque la hubiera deshecho tantas veces que... mi palabra perdería credibilidad.

Estaba lastimado, sangrando y con una angustia y odio en mi ser, tan grande, que creía que moriría asfixiado por aquellas emociones. Por primera vez en mi vida, deseaba ser lo suficientemente valiente para haber cortado un poco más profundo y desangrarme hasta morir.

- ¿Dónde mierda se habrá metido? – oí una voz familiar, muy cerca de donde yo me encontraba.

- ¿Y porque estaría aquí? – habló una segunda voz de chica.

- ¡No lo sé! – chilló la primera – Pero, dentro no está... Así que ¡tiene que estar afuera!

Intenté ponerme de pie, para huir y que nadie me viera en estas condiciones, pero estaba algo débil y ya había perdido bastante sangre, por lo que me resbalé y caí ruidosamente.

- ¿Qué ha sido eso? – dijo la chica - ¿Quién está ahí? – gritó.

- Puede ser un violador – le susurró la otra – Tengo gas pimienta.

- Britt, dudo mucho que sea un violador – le dijo la otra – Tal vez sea Hummel, demos la vuelta.

¡Mierda! Me encontraron. Intenté nuevamente ponerme en pie y salir corriendo, pero la potencia de la voz de la morena me detuvo.

- ¡Aleluya! Por fin te encuentro, traidor – escupió, como si se tratara de una serpiente – Ya me enteré que, por tu culpa, han dejado en suspensión a Blaine... Estarás muy contento, ¿no? – yo no fui capaz de voltear a mirarla, además, estaba cubierto de sangre.

- Es una pena, y no fue mi culpa – murmuré, conteniendo mi nerviosismo.

- Ja, sí, claro... Que fácil decirlo, cuando no eres tú el que manchó su expediente intachable – bufó con ira – Ni siquiera has sido capaz de hablar con Figgins para que pueda regresar a la escuela. ¿Y te consideras su amigo?

- Es él quien me considera su amigo – dije, comenzando a molestarme – Así que, te pediré que no te metas.

- ¿Qué no me meta? – Sonó indignada y furiosa - ¡De eso nada! Y, ¿puedes mirarme cuando te hablo? O ¿es que también serás un cobarde conmigo?

Tragándome las ganas de empujarla y salir corriendo, me volteé lentamente y la miré de frente, viendo como sus ojos pasaban de estar coléricos, a asustados, casi en shock.

- ¿Qué demonios...? – abrió la boca para continuar hablando, pero nada salió de ella.

- Como verás... tengo asuntos más importantes con los que lidiar – murmuré, caminando hacia ella, con la esperanza de que sólo me dejara pasar.

I Really Care About You [Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora