08.

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BLAINE

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BLAINE.

- ¡Demonios! – bufé en cuanto estuve fuera del salón.

Jamás pensé que sería tan jodidamente difícil estar sentado junto a Kurt por tanto tiempo. Creí que sería capaz de aguantarlo, pero las ganas de soltar un sinfín de preguntas y conjeturas en su cara, eran demasiadas.

Simplemente, no podía estar cerca de él.

Preferí pasar el receso con los chicos, y así despejar mi mente. Aunque me costó mucho concentrarme en la conversación que mantenía Sam, Mike y Puck, acerca de videojuegos. Realmente, me tomó trabajo.

- Vamos a clases – dijo Sam, de pronto, y sólo entonces me di cuenta que me había pasado todo el receso en una nube, muy gris, por cierto.

Los chicos se dirigieron cada uno a sus respectivas clases, mientras que yo debía ir a la clase de gimnasia. Una de las cuales no compartía con Kurt.

Santana salió del servicio de chicas, justo cuando yo pasaba por fuera.

- Oh, Blaine – saludó sorprendida.

- Wow, por fin te dignas a saludar – ironicé.

- Lo siento, pero... he estado algo... ocupada – frunció el ceño, como si analizara demasiado sus propias palabras.

- ¿Ocupada, como ayer por la tarde? – Reí, pero ella se mantuvo seria - ¿En qué andas metida? Desde que te fuiste de mi casa ayer, que estás rara, ni siquiera me buscaste esta mañana, ¿estás evitándome?

- No te pongas en plan "Drama Queen", ¿okay? – Apuntó mi pecho con su dedo índice – Tú no eres el centro del universo, menos del mío... Ese lugar lo tiene Britt. Pero, ahora no tengo tiempo para restregarte en la cara mi felicidad, porque tengo que salir.

- ¿Salir? – cuestioné - ¿Qué no tienes que ir a clases?

- No, tengo un período libre y debo ir a la estación.

- ¿Estación? – repetí.

- Sí, tarado ¿Repetirás todo lo que te diga? – se burló, caminando un par de pasos – La estación de policía. Hay un asunto que debo resolver.

- ¿Policía? – Exclamé alarmado, y ella sólo rodó los ojos - ¿Qué has hecho? ¡Por Dios, Santana! ¿Es por las multas de tu carro? Dime que no tratas de romper un récord otra vez.

- No, idiota... es por tu chico, pero ya no me entretengas más, que tengo prisa – soltó, pasando por mi lado y caminando hacia la puerta principal.

- Espera... ¿Kurt? – Sentí una punzada en el corazón por sólo mencionar su nombre, y pensar en que algo malo le hubiera pasado - ¿Él está bien?

- Por supuesto que no, si no, ¿por qué tendría que ir a la policía?

Se me fue toda la sangre del rostro y me sentí desfallecer. Definitivamente, le había ocurrido algo malo a Kurt y yo no había estado ahí para ayudarlo. Quería morirme.

I Really Care About You [Klaine]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora