The Evil Baby ˗ˏˋAuronBowlˎˊ˗

1.- MORCILLO✒

Su mano derecha era un desastre.

Intento por mucho tiempo reformarlo para ser digno de estar a su lado, sabía que no había quedado en él.
Simplemente era inútil, Javier Morcillo no era su mejor apuesta, pero ese día que fue secuestrado por sus hombres y con toques de diversión, sarcasmo y amabilidad se logró librar de las frías manos de la muerte que se cernía en él, creyó que tenía lo necesario para formar parte de su mafia.

Raúl A. era uno de los criminales más buscados por los países más poderosos, bajo sus múltiples trabajos había logrado estafar a cientos de personas de muy alto prestigio, no tenía piedad alguna, dejaba a los merecedores del lodo donde siempre deberían de haber estado.
Tenía antecedentes de robo, tráfico de armas, drogas y hasta hace poco blancas, abandonó ese negocio.
También se le imputaban cargos de homicidios múltiples, secuestros y falsificación de documentos.

No estaba orgulloso de muchas decisiones que lo llevaron a encabezar el lugar privilegiado en donde se encontraba, en ocasiones incluso sentía que era uno de ellos... que había perdido lo que lo hacía merecedor de la gloria y los tesoros.

Nunca lo admitirá en voz alta, ni sufriendo la peor de las torturas, pero su corazón de mármol se movía un poco cuando su discípulo le sonreía con felicidad.

Morcillo le devolvía el sentimiento de paz, le daba la sensación de que seguía haciendo las cosas por el camino que consideraba correcto.

También había muchas decisiones que le hacían sentir orgulloso, nunca mato a un bebé o niño, nunca tráfico con órganos, nunca había torturado a nadie... hasta ahora.

Cuando despertó en la mañana sabía que sería un mal día, llámale presentimiento, premonición, augurio, coincidiencia.
Todo se confirmó cuando horas más tarde le reportaron que información confidencial había sido filtrada.
Información que sólo conocía el segundo al mando, el mismo y su mano derecha.

Un sentimiento de enojo y vacío le inundó, Morcillo no era bueno para nada, nunca tomo un arma en serio, nunca tráfico nada, cuando intentaba imponer se le iba la olla, pero era fiel, era el más fiel que tenía a su merced desde hace 10 años, no se permitiría creerlo.

Cuando entró en la habitación en la que se encontraba su mano derecha amarrado a una silla y con la cara cubierta, se sintió desfallecer.

¿Por qué le importaba tanto? Era uno más, no era importante, tenía miles de personas más... ¿Por qué ese sentimiento no le convenció cuando descubrió su rostro?
Captó miedo y tristeza.

No salió palabra de la boca de ninguno, se miraron a los ojos por largos minutos.
La mirada de Raúl se sentía dura e inflexible, su corazón no estaba igual.

"¿Qué hiciste?" Increíblemente tranquila y amenazadora fue la voz que uso para el amarrado.

"Nada, nunca lo haría, no me atrevería, lo dije el primer día" La voz de Morcillo no titubeo ni por un segundo, su mirada estaba fija en el hombre al que sirvió con amor por 10 años.

Raúl tenía sus dudas claramente, conocía al chico de piel morena como la palma de su mano, sabía que no mentía... pero algo no estaba bien, lo conocía tan bien como a su sucia mano, Morcillo no estaba libre de culpa.

"Sabes quien lo hizo... dime el nombre, si no lo haces sabes lo que pasara" Raúl intentaba ser suave, intentaba no precipitarse, prueba de ello que estuviera hablándole y no encajando algo en su estómago.

"Señor... no... Raúl... Te he amado y servido desde el primer día que he estado aquí... nunca traicionaría... nunca te dejaría caer... decirte la verdad sería igual que eso y me niego a hacerlo" Morcillo sabía que su vida sería extinguida si no hablaba, pero si con eso lograba salvar lo que quedaba del corazón del líder... moriría 100 veces con tal de hacerlo.