The Evil Baby ˗ˏˋAuronBowlˎˊ˗

15.- WILLY

Estaban jodidos.

Un hoyo negro se abría paso cada vez más en medio del que era su pueblo, no entendían que estaba pasando.

No tuvieron señales previas, no existió ninguna aviso, un día sólo apareció un pequeño punto negro, imperceptible, que fue creciendo hasta hacerse tan grande como lo era Frederick y comenzó a chupar cosas sin detenerse, incluso podía jurar que por cada cosa que se adentraba en él lo hacía un milímetro más ancho.

Al cabo de una semana era más grande que uno de ellos.

El pueblo había sido evacuado esa misma tarde cuando una chica descuidada pasó demasiado cerca, cuando la curiosidad le ganó y adentro un poco la mano, siendo absorbida de inmediato.

No quedaba ni un habitante más a excepción de los nueve héroes.

Un gran cráter se encontraba por debajo del lugar de origen, todos observaban desde la distancia más segura, pensando.

Los científicos se habían rendido y abandonaron el lugar con los pueblerinos, su alcalde se fue en busca de información y un equipo que los ayudará de verdad, ahora sin indicaciones sólo les quedaba sobrevivir y esperar.

Willy estaba a su derecha, aún en esos momentos le mostraba con diversión una pequeña granada en su mano, le dedicó una sonrisa y miró a Luzu, en su derecha.

El chico se aferraba con fuerza a su brazo, asustado.
El tacto de Luzu no hacía más que quemarle, ellos habían dejado lo suyo hace mucho, cuando apareció la prometida del castaño, se alejaron.

"No seas cobarde Luzu, deja de acaparar a Raúl, no respira de tanto que lo aprietas" un avergonzado castaño aflojo el agarre, sin soltarlo.

"No tendría que ser tu problema Willy" comentó Luzu, molesto.

"Oh, no, Luzu, mi problema no es... pero si Lana se entera..." una sonrisa que conocía demasiado bien se formó en los labios del albino.

"¿Queréis dejar de ser tan molestos? Tenemos que pensar en como resolver esto, no en tonterías, es que de verdad" comentó Vegetta, interrumpiendo la escena, Luzu lo soltó finalmente y se movió hacía su izquierda, sutilmente.

"Se que no te gusta" susurro el chico de ropas verdes "No te agrada su tacto"

"Gracias Willy" le sonrió agradecido, a pesar de lo poco que conocía al chico éste le transmitía seguridad y era lo que más necesitaba en ese momento.

Guillermo siempre le había dado una imagen de chico fuerte y travieso, su capacidad de hacer maldades y salir sin un rastro de consecuencia era sorprendente y las mentiras que salían de su boca eran tan creíbles que si no fuera por su mirada, también caería.

Podía notar cuando Willy les ocultaba algo ó no era sincero con sus sentimientos, un brillo se perdía o aparecía, dependiendo de la situación.

Y los ojos de Willy siempre brillaban cuando le veían.

Era consciente de que había "algo" una sutil comunicación silenciosa desarrollada con el tiempo, una complicidad inmediata pero nunca se atrevieron a ir por más.

La voz de Rubén lo sacó de sus pensamientos, dándoles la idea de que lo mejor era evacuar el lugar, irse muy lejos, tan lejos que jamás fueran absorbidos por esa cosa.

La voz desesperada sólo lo hizo sentirse más desanimado, si eso seguía... no quedaría ni un sitio a donde ir, inevitablemente morirían.
En lo personal amaba ver que el mundo ardiera pero con esto... no habría ni siquiera un mundo.

La noche había llegado y tomarían turnos para ver que la situación no se saliera de control, el primer turno era de él y Fargan, lo pasaron entre risas y bromas, intentando aligerar el cargado ambiente.
Después de ellos era turno de Willy y Luzu, Samuel los había emparejado para que resolverieran sus diferencias.