The Evil Baby ˗ˏˋAuronBowlˎˊ˗

11.- RUBIUS

Un feliz peliblanco lo seguía desde la entrada de su casa, el molesto chico tarareaba con tranquilidad mientras invadía de poco a poco su espacio personal, haciéndolo sentir incómodo.

Si era honesto consigo mismo era un gran avance, la primera vez que conoció al que lo seguía fue en un supermercado cuando torpemente el contrario se tropezó con él, cayendo los dos al piso, había tenido náuseas inclusive en ese momento.
El chico no era desagradable, para nada, Rubén era una de las personas más divertidas y amables que había tenido la alegría de toparse aunque de una forma asquerosa, simplemente no soportaba que alguien más lo tocará, no desde él...

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una mano que jalaba con suavidad el borde de su sudadera, se apartó rápidamente, intentando no ser tan grosero.

"Auron, llevo todo el camino intentando llamar tu atención, no me hagas tocarte" su compañero rió ante su probable mirada de miedo. "Sabes que es juego macho, vamos a por un café antes de llegar a la biblioteca"

Después de su primer encuentro, Rubén se empeñó en hacerse su amigo, no tenía la menor idea del porqué lo seguía con devoción a donde fuera, con el paso de los meses se pudo acostumbrar a una alta presencia en sus espaldas y una voz chillona en su oreja.

"¡Auron! ¿Qué vas a pedir?" No se dio cuenta cuando se habían parado ante la cajera, pidió su habitual chocolate caliente y vio como su compañero sacaba el dinero, haciéndolo bufar en reclamo.

"No digas nada, ya me das luego el dinero a mi, se que prefieres no acercarte" le sonrió en agradecimiento y vio como un leve sonrojo se extendía en las mejillas del albino, dejándolo confundido.

Rubén tomo las bebidas de ambos y le extendió la suya, retomaron su camino.
Resulta que Rubén trabajaba en línea al igual que él y a ninguno de los dos, después de hablarlo, le pareció mala idea ayudarse mutuamente en sus carreras, incluso descubrieron que estudiaron en el mismo Instituto, separados sólo por un año de edad, Raúl se preguntaba como nunca había visto a alguien como Rubius, llamaba la atención naturalmente, su risa escandalosa, su ropa muy negra ó demasiado colorida, su gran sonrisa y especialmente su altura, de verdad era demasiado alto para él.
Un chico castaño salía del local y lo rozó levemente en el brazo, un chico demasiado parecido al que fue su niño.
Ah, ahora lo tenía en cuenta, Raúl nunca vio a Rubén porque su mirada siempre se mantuvo en Borja, desde que no estaban juntos su vida entera había cambiado, empezando por un pánico enorme a que cualquier persona le pusiera una mano encima, de verdad las cosas entre ellos habían terminado fatal.

"Vamos, andando" se había quedado congelado en la puerta, siendo bombardeado con recuerdos, siguió al peliblanco que parecía buscarles sitio. "Aquí Raúl, vamos a trabajar"

Se sentó con ya más tranquilidad y empezó su trabajo, después de unos minutos se dio cuenta que su compañero no sacaba su portátil.

"¿Rubén?" Preguntó suave

"¿Es porqué no soy castaño? Solía serlo, puedo volver a serlo si es eso" su amigo no apartaba la mirada de la mesa, se inclinó un poco hacía él y notó su mirada cristalizada.

"¿De qué hablas? ¿Estás bien?" Le colocó su atención completa al chico a su lado, preocupado.

"Aún no superas lo de Luzu" Rubén pensó que las cosas iban avanzando pero una noche en la que llegaban de su sitio de trabajo y su amigo lo vio a él pasar en un carro con esa chica rubia, con la chica que lo había engañado, tuvo un ataque de pánico "Yo quiero ayudarte, de verdad, pero tienes que dejarme"

"No es tu problema Rubén, no te pongas así por eso" le quito la mirada de encima, volviendo a su laptop.

"No vuelvas a decir eso, claro que es mi problema, Raúl... te quiero y es hora de que lo entiendas, intente de todo estos meses para que estuviera mejor, ya no te da asco que este a tu alrededor y pensé que eso sería suficiente para mi... pero no lo es, quiero más de ti" lágrimas comenzaron a recorrer el rostro del albino, haciéndolo sentir mal.