El sol en sus ojos ⌈Morby⌋

24◟

Rigby aún esperaba a Mordecai, mientras ello, secaba su húmedo cabello con una toalla, no tenia mucho que hacer por lo que se recostó en la cama de Mordecai un momento. Recordando cada una de las palabras de Margarita, ambos compartían la misma percepción sobre lo que era estar enamorado del ojiazul, lo difícil y a la vez fácil que era conseguir su atención.

En aquella competición a la que siempre se refería Rigby, en la que había ganado sin saberlo. Todo parecía tener otra perspectiva, una en la que el castaño podía notar que tras cada error hacia un avance a mejor. Poniéndose un momento en el lugar de la pelirroja, entendiendo que su manera de actuar no fue la correcta pero que ella tampoco aceptaba ver a la persona que ama sufrir.

No comprendía como seria de ahora en adelante su relación, pero algo le decía que iba a ser más estable. Rigby vio otra fase de Mordecai, aquella en la que se preocupaba por este y por su salud emocional, eran ese tipo de acciones que le hacían sentir amado. Ya no importaba del todo si su propio padre se oponía a su relación o si su familia entera le daba la espalda, si estaba dichoso y satisfecho al lado de su mejor amigo ya nada importaba.

Sabia perfectamente a lo que se atenía pero solo era cuestión de tiempo para saber si le apoyaban o le negaban, cualquiera de los dos no cambiarían las cosas entre él y el peliazul.

Era muy probable que Mordecai se demorara con aquella tormenta, por lo que Rigby bajo a esperarle sentado en el sillón, mientras aprovechaba ver otro capitulo de Carter y Briggs. Había tomado el control del televisor, más este no respondió, indicando el cambio de baterías. El mapache recordaba haber visto unas baterías en uno de los cajones de su habitación y sin más que hacer, subió a por ellas, buscándolas de manera profunda sin ningún resultado, solo faltaba un cajón pero este parecía estar trabado. Con mucho esfuerzo, finalmente logro abrirlo y ahí yacían las dichosas baterías para el control de el TV, pero eso no fue lo que llamo su atención. Conocía bien la letra de Mordecai y deducía que aquel papel con su letra solo podría contener algo interesante, tentando a leerlo tomo el papel y aunque estuvo pensando en dejarlo en su mismo lugar al respetar la privacidad de su pareja, no pudo con la curiosidad y empezó a leerla.

"Hola mapache, si estas leyendo esto, sabes muy bien que está mal, pero no puedo hacer nada al respecto y mediante esta carta tendré el valor necesario para decirte lo que realmente siento. Intente reprimir lo que sentía y de seguro probablemente te dañe por ello, me odiaba a cada instante, ya que no podía odiarte, porque no puedo odiar a la persona a la que amo.

Sé que no es fácil estar a mi lado, las cosas que hago muchas veces logran lastimarte.
Creo que jamas podre decirte de manera directa lo que quiero, fuiste tu quien se declaró y seras tu la persona más importante en mi vida. Desde el primer día en el que te conocí, aún eramos muy niños pero te acercaste para jugar y supe desde ese entonces que no quería alejarme de tu lado.

Sé que llevamos menos de un año en ser pareja, pero al mismo tiempo recordé que llevamos más de diez años siendo un buen equipo. Todo ese tiempo no te alejaste u olvidaste, siempre estuviste a mi lado en las buenas y en las malas..."

Las lagrimas recorrían a todo su esplendor por el rostro de Rigby, parando un momento su lectura para secarlas, aquellas lagrimas no eran de tristeza, eran puramente de felicidad.

⎯ Tal vez mi destino siempre fue estar a tu lado...⎯  continuo leyendo, quedando en silencio unos segundos más, le era muy difícil contener las lagrimas.

Y alguien le escuchaba atentamente desde la puerta.

「♡」

Mordecai había buscado por todo lugar que le pasa en mente y sin éxito alguno, ni siquiera sabia como había aguantado tanto. Desde que Rigby había salio de la cafetería, no le había vuelto a ver y estaba más que preocupado por el, pero la llamada de Eileen le indicaba buenas noticias o eso quería creer.