UNA CARTA MÁS....

26 9 3
                                    


(Prosa poética)

Im Memoriam : Hungría,1956

Un tiro en a nuca,y listo. Oh ,sí. Yo veo muy bien desde la densa tiniebla lo que ellos están llevando a cabo.

Muero de cien mil muertes añadidas cuando percibo el hueco entre la cabeza y el cuello del infeliz .Szándor Míklos. ¿Quién es Szándor Miklos ?

Nadie:probablemente no es nadie. ¿Panadero, herrero, agricultor ,obrero de una fragua que ya no arde ?

Muero de cien mil muertes cuando cada uno de estos infelices cae, bajo la cruz flechada que aún resiste en sus brazaletes cubiertos de espesa negrura.

Lejos ,muy lejos estoy llorando. Sí. Lloro. ¿Acaso no me crees, mi buena amiga del otro lado del mundo ?

¿Qué puedo hacer, si las cimitarras formidables, depuestas ya para siempre, y los alfanjes que rememoraban lunas de sangre han desaparecido , y sólo queda la fría, metálica resonancia de una pistola soviética de fabricación en serie, efectivamente barata , para matar a mi pueblo, a mis pobres, a mi gente ?

Amiga de allende el océano que vives en un mundo que yo no llegué jamás a conocer , levanta el brazo. Álzalo en honor de la cruz flechada. Dios, la patria. el pueblo ... MI Pueblo... Nunca he renunciado a todo esto, aunque los embustes de un vil extranjero pagado por el oro de la judería hayan dicho lo contrario.

Amiga de lejos, luz en la soledad de las madrugadas , violeta perdida en un campo abandonado y hostil, perdona el tono doloroso de estas lágrimas que van hacia dentro como brebaje y tósigo , y recuérdame así ,por favor. Ah, si tan sólo yo pudiera !...

Convoca en mi nombre a todos los santos, y encierra de nuevo estas palabras justo allí donde las encontraste.

Cae el sol, y con él caen los cuerpos: caen los viejos, los jóvenes, los niños, las preñadas...

Justo bajo mis ojos el retoño frustrado de una mujer encinta... Anna... Su nombre... Su nombre! Cuántos recuerdos!

Sólo hay olor carne muerta , y a desolación envuelta en barro y sangre.

Reza una plegaria.

Esa es mi única solicitud. Mi último ruego.

Yo vivo en las tinieblas. ¿ Qué otra cosa puedo hacer sino vivir el yugo acerbo de una muerte eterna?


ET DIMITTE NOBIS DEBITA NOSTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora