Entre secretos y promesas ••Kookv••

3. ¡Quiero ser tu amigo, Jungkookie!

El menor en el día de ayer no había dormido nada por el llanto pero eso no era ningún problema para él, se sentía bien, caminó hasta el colegio y encontró a su compañero de banco justo ahí.

"¡Jungkookie!" Gritó fuerte ignorando a sus amigos y ganándose una mirada de los demás. Corrió hasta sentarse junto al mencionado "¿Qué tal? ¿Qué hiciste ayer?"

"Dormir"

"¿Quieres saber que hice yo?" El contrario negó con una cara de pocos amigos "¡Tuve una bonita cena en familia!" El mayor envidió eso también, el hecho de que el tuviera una familia y se llevaran tan bien como para incluso comer en familia, pensó que Tae debía tener padres amorosos que lo amaban y mimaban como si fuese la cosa más hermosa de todo el universo, bueno, al menos no es tan feo.

"Ya, no me importa" Rodó los ojos "Déjame en paz"

"Sólo quiero ser tu amigo" Hizo un puchero "¡Quiero ser tu amigo, Jungkookie!"

"Oye, cállate" Le tapó la boca "Te seré sincero, inténtalo un poco más, no creo que ceda si me suplicas" Alejó la mano de los labios contrarios "Eres tan molesto, no sé como tus padres quisieron tenerte" Al menor se le aguaron un poco los ojos pero él no permitiría que su mayor le viera así, no podría trasmitirle jamás su tristeza a su pelinegro, nunca.

"¡Hey, mis padres me aman!" Mintió y lloriqueó falsamente "¿Y los tuyos?"

"Soy huérfano" Eso aún no lo tenemos claro pero ya averiguaremos que sucedió con los padres de este chico.

"Ah, ya veo" Sonrió "Interesante, ¿Quieres almorzar hoy conmigo?" Negó "P-Pero... Sólo por hoy, por favor"

"No" El menor se levantó del banco y se puso de rodillas ante Jeon "Hey, levántate, ¡Mierda!" Miró hacia todos lados "Almorzaré contigo pero levántate" El menor hizo caso "Dios" Suspiró "No hagas semejante tontería"

"Te invitaré el almuerzo sólo porque eres lindo" Le guiñó el ojo.

"A veces no sé si quieres conquistarme o sólo ser mi amigo"

"Lo que tú quieras, bebé" El contrario bufó "Oh, vamos ¿Has tenido pareja antes?" Negó "Soy tu oportunidad"

"Jamás" Negó con su cabeza "Y ya cállate, me estás fastidiando la jodida existencia que tengo, Kim"

"Que humor traes" Negó con su dedo "Te haré feliz hoy y siempre"

El pelinegro quería ser feliz por lo cual dijo que sí internamente, jamás lo diría en voz alta, no quiere tener que pasar una vergüenza por decir cosas tontas, no piensa aceptarlo jamás.

El mayor ignoró el comentario del contrario y apoyó su cabeza en el escritorio antes de cerrar los ojos, las horas pasaron y sonó el timbre del almuerzo.

"¡Yeii!" Canturreó el menor, odiaba esos sonidos felices y extraños pero de una forma también los amaba "¡Almorzaré con Jungkookie! ¡Almorzaré con Jungkookie!"

Tapó la boca del menor con sus dos manos "¿Tienes que decirlo en voz alta?" Jeon no se dio cuenta de que sus cuerpos estaban muy juntos, él estaba prácticamente abrazando al castaño que estaba de espaldas.

El menor olía bien así que el pelinegro se dio el derecho de admirar todo lo del contrario, su cabello, ropa, olor y finalmente su cara, ladeó su cabeza un poco hasta que pudo ver a Tae de cerca, su aspecto estaba bien excepto por sus ojos rojos e hinchados, el mayor los vio con tristeza así que disimuladamente abrazó al menor, menos mal no había nadie en el salón ya que todos habían salido para almorzar.

El pelinegro lo vio tan triste que él mismo quería llorar también, sus ojos eran como estrellas y él no quería verle triste nunca, pensaba que Tae era demasiado feliz y bonito como para tener los ojos tan tristes; bajó sus manos en una suave caricia por la cintura contraria hasta que la rodeó por completo, que él se acuerde nunca había abrazado a alguien y le gustaba la sensación, le encantaba como se sentía un abrazo por lo que apoyó su frente en el hombro del menor quien se encontraba más que confundido y lo apretujó más contra su cuerpo, no quería soltarle nunca en la vida.