6. Entre homosexuales y chicas

377 42 11
                                    

Después de esa hermosa y confianzuda charla entre amigos, Jungkook salió de aquella casa para dirigirse a la suya y esperar la salida al cine, quiso negarse usando de pretexto el tan mal estado en el cual se encontraba su menor pero este le restó importancia y le dijo que no importaba, que ya había aceptado ir y sería muy grosero negarse a último minuto.

La verdad es que dudaba que el castaño pudiese ocultar su estado de ánimo, era imposible, estaba llorando como un niño pequeño y lo mejor hubiese sido no ir al cine para poder descansar pero como ya se menciona antes, el testarudo de Kim se negó rotundamente a esa posiblidad.

Jeon caminó hasta su casa con las manos en los bolsillos de su pantaloneta azul, bostezó mientras abría la puerta y se dirigió hacia las escaleras encontrándose a su hermano al pie de estas extendiéndole una pastilla con un vaso lleno de agua, el menor rodó los ojos y suspiró con cansancio, es qué no entienden que el sólo quiere terminar con su vida, déjenlo ser y ya está. Es su vida y él decide lo que hace, o al menos eso es lo que él piensa, él aún no se da cuenta de que si se muere dos personas lo van a pasar muy mal, Yoongi y Taehyung.

El pelinegro no quería discutir con su hermano justo ahora por lo cual sólo pasó de él "¡Jungkook!" Gritó el rubio y bajo en estatura. El mencionado volteó el rostro hacia él y enarcó una ceja "Quiero que te tomes esta pastilla"

"Ya, obvio" Dijo sarcásticamente mientras bajaba el escalón que lo separaba del rubio "Yoongi, métete en la cabeza que me quiero morir, ¿Ok?" Señaló la cabeza contraria "Eres inteligente, ya es hora de que lo entiendas"

El mayor bufó y aunque era sólo una masita llena de amabilidad, dio un cambio drástico y se convirtió en un ser salvaje así que empujó la mano del pelinegro "¡Mierda! ¡Entiende tú, imbécil!" Le gritó sorprendiendo a su menor ya que casi nunca escuchaba al rubio decir malas palabras o insultos, de hecho siempre era muy amable y cariñoso pero esto es diferente, Min nunca le gritó o le dijo algo como eso a él, el pelinegro sí se lo había escuchado decir a otras persona pero eran pocas las veces en las que lo decía. "¿Cómo crees que me voy a sentir yo cuando te mueras? ¿Eh?" Su tono molesto era tan evidente que casi asustaban al pelinegro "¿Que no piensas en mí?" Negó el mismo rubio a su pregunta "No, mejor no, es muy evidente que te vale una mierda lo que yo pueda estar sintiendo en este momento o lo que sentiré si te mueres" Le extendió el vaso y la pastilla nuevamente "Tómala por Taehyung, se nota que le tienes cierto cariño, piensa en como se sentirá él, ¿Sí?" La simple mención del castaño hizo que la mirada de Jeon se suavizara y tenía razón, el pequeño castaño se rompería si él se muriera, no puede morirse, no debe dejar que Tae llore jamás "Ten, por favor" Suplicó a lo que el más alto tomó la pastilla y la pasó con el agua supuestamente "¡Bien! ¡Estoy orgulloso de ti!" Aplaudió con una sonrisa en su cara y luego se fue.

El pelinegro subió las escaleras tranquilamente hasta su habitación, abrió la puerta del baño y se agachó junto al retrete; escupió la pastilla y jaló la palanca "Idiota" Dijo antes de irse a su cama mientras se burlaba mentalmente de su hermano.

Un nuevo mensaje en su teléfono sonó, agarró el aparato y lo encendió, era un mensaje del castaño.

¡Jungkookie!

¿Qué?

Debes estar
listo a las 7:30
pasaré por ti
a esa hora

Ok

Bueno, adiós.
Cuídate

Ajá

El pelinegro suspiró y revisó la lista de contactos siendo el único que estaba en ella el pequeño castaño, suspiró nuevamente al darse cuenta de que el menor tuvo que ver su lamentable vida social al agregar su propio núnero, cerró los ojos y tiró el teléfono lejos de él antes de caer rendido en los brazos de Morfeo.

Entre secretos y promesas ••Kookv••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora