Cuidando a un Mini Andy •‖Sysack‖･

Final ✦

Oliver respiraba profundamente, apenas si podía moverse en el sofá sentía cosquillas en su nariz cuando inhalaba. La noche se le había hecho corta y, a pesar de estar muy incómodo, había dormido como dios manda.

Parpadeó repetidas veces cuando la luz de la mañana lo encegueció y tuvó que ahogar un grito cuando vió a un chico desnudo acostado sobre él.

Se mantuvó quieto, analizando la cabellera negra encima suyo y tomó aire antes de moverse lo más mínimo y mirar el rostro de su acompañante.

Andy.

Sus ojos se abrieron de par en par y tomó una manta que había en el respaldo, tapandolo inmediatamente, tratando de no moverse bruscamente.

Andy era grande.

Andy estaba desnudo y grande encima suyo, en el sofá.

Una sonrisa de alegría pura se formó en sus labios y, sin saber que hacer primero, lo abrazó comenzandole a hacer cosquillas.

Andy rió suavemente antes de abrir los ojos y golpearle en la mano sonriente. Su sonrisa se desvaneció, palideciendo y se golpeó la frente por ser tan bobo como para quedarse dormido y no haber huido, había pérdido la oportunidad de que Oliver se librase de él. Hizo un mohín, frunció el ceño y se levantó del sofá con los brazos cruzados.

Se levantó del sofá, sin saltar, sólo haciendo un mínimo esfuerzo.

Gritó sorprendiendo al mayor y se subió al sofá de un salto, aferrándose a Oliver.

"¡He crecido! ¡Ya no soy un bicho! ¡Oliver he crecido!" Los gritos de Andy se oían por toda la sala y Oliver no podía creer que ese pequeño tuviera la voz tan grave. Joder, le encantaba.

De un movimiento lo recostó encima suyo y le plantó un sonoro beso en los labios, callándolo.

"Son las 7 de la mañana, bebé, los vecinos van a odiarme". Dijo Oliver riendo al ver como todos los colores se le subieron al rostro a Andy.

"Y-Yo soy grande." Susurró Andy al momento en el que sus ojos se llenaron de lágrimas y abrazó con todas sus fuerzas a Oliver. Estaba que no podía más con su felicidad, había vuelto a ser un chico de 17 años.

"Andy, debes vestirte." Murmuró Oliver sobre su oído y recien en ese momento el menor se dió cuenta de su desnudez. "Ponte mi ropa ¿si? Luego iremos a comprarte todo lo que necesites." Andy asintió completamente avergonzado y, tapandose a duras penas, fue hasta la habitación.

Oliver respiró profundamente sin dejar de sonreír, el corazón le latía a toda velocidad, tenía tanta adrenalina en su cuerpo que no sabía que iba a hacer. Su chiquillo, su pequeño ya estaba bien. Y él no iba a permitir que se alejará.

Andy salió del cuarto con la ropa más cómoda posible,  encontrándose a Oliver totalmente embobado, mirándolo con una sonrisa.

"No puedo creer que seas tan hermoso, Andy." Murmuró Oliver abrazandolo con fuerza. Andy sonrió, dejándose embriagar por su olor y suspiró.

"Oli, quiero pasar tiempo contigo, pero ¿podemos ir a visitar a mis amigos? Ha pasado demasiado tiempo desde que los he visto." Inquirió, sintiendo como Oliver acariciaba su espalda.

"Claro que sí, lo que tú quieras." Oliver se separó tomando las llaves y le sonrió, abriendo la puerta.

"Te quiero mucho Oli." Confesó Andy, antes de darle un beso fugaz y salir por la puerta a toda velocidad. Ahora si que los dos estaban perdidos.

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Ambos estaban parados frente a una casa bastante arruinada, bonita pero sin cuidar. Andy tocó la puerta, su mano firmemente entrelazada con la de Oliver. Tenía mucho miedo, no sabía de qué pero también la ansiedad y los nervios lo estaban comiendo vivo.

¿Y si lo habían olvidado?

La puerta se abrió y apareció un chico dándoles la espalda, bastante desarreglado y con un calcetín de cada color.

"¡Joder Ben, te tengo dicho que no entres a la puta cocina, carajo!" Gritó. Oliver miró a Andy con una ceja arqueada, sorprendido ante la cantidad de insultos en una sola frase y el menor rió, feliz, llamando la atención del joven.

Este se giró mirándo a Andy totalmente indiferente antes de saltarle encima para abrazarlo.

"H-Hola Denis." Dijo a duras penas, Andy, sonriente. Su amigo si que lo recordaba.

"¡¿Dónde mierda estabas?! ¡¿Tienes idea de cuánto te buscamos tonto?!" Denis no paraba de llorar desconsoladamente, de la alegría, y en cuanto apareció Ben por atrás, preocupado por oír llorar a su pareja, terminaron los tres en un abrazo sándwich con Andy en medio.

"Chicos, los extrañe." Murmuró Andy mientras los abrazaba con todas sus fuerzas.

Ben se giró y miró a Oliver con su peor cara posible, haciéndole señas a Denis.

"¿Quién eres eh?" Cuestionó arremangandose la camisa. Ben tampoco era muy pacifista. Oliver miró a Andy sorprendido, sin saber que decir, y este tomó el brazo de su amigo, sonriendo.

"Él, es mi… eh." Andy dudó, mirándo al mayor.

"Soy su pareja un gusto, me llamo Oliver." Extendió su mano con una sonrisa, y Ben arqueó una ceja antes de empujarlo hacía él y darle una palmada en la espalda. Una fuerte palmada en la espalda.

"Bienvenido a la familia Oliver, él es mi pareja Denis Shaforostov y yo soy Ben Bruce." Se presentó, cambiando su actitud totalmente.

Andy rió, sintiéndose en familia, y sonrió mirando al cielo. Por fin, después de tanto tormento había vuelto a casa.

Denis los empujó dentro del hogar, sonriendo.

"Tienes mucho que contarnos, White Rabitt." Habló antes de cerrar la puerta con fuerza.

Una anciana extravagante sonrió, acariciando la cabeza del pequeño a su lado.

"¿Entonces él ya no es un niño malo?" Cuestionó el pequeño, mientras peinaba a su peluche. "A Vic no le gusta la gente mala." Murmuró haciendo referencia a su osito café. La mujer rió y comenzó a caminar, llevándolo de la mano.

"Para nada Kellin, él nunca lo fué." Aclaró antes de desaparecer por la calle, a la luz del sol.

Fin.
━━━ ⸙.:*｡◦