Desconocido te añadió al grupo 3: La última venganza

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Desconocido: Ella es Helen, vive a unas 2 cuadras del Instituto. Vive con un perro muy desagradable. El reto de hoy, es ir a matar al perro. Pero el reto se completa cuando ella vea el cadáver.

Desconocido pasa una dirección.

Desconocido: Pero sorpresa, el reto no es para todos. Sólo para Micaela.

Micaela: QUÉ

Juan: Por qué?

Desconocido: Buena suerte. Tienes 20 minutos.

Micaela: Soy incapaz de matar un animal.

Anthony: Pásame el reto a mi, yo lo haré

Desconocido: 20 minutos y contando Micaela.

Micaela: No puedo...

George: Hazlo. No hay opción

Anthony: Exijo hacerlo yo

Carla: Después te llevamos a un terapeuta pero ahora ve por el perro csm

Alexandra: Será rápido... Sólo recuerda que es por tu vida

Micaela: ...

Juan: Micaela, no hay tiempo para pensar

Carla: Exacto

Micaela: Esta bien. Si sufro traumas será su culpa.

Juan: Sisi

George: No pierdas tiempo y corre. No vives tan cerca de ahí

Desconocido: 19 minutos.

Carla: Buena suerte

☆☆☆☆

Narra Micaela:

Fui en bicicleta hasta llegar a la dirección que había enviado el desconocido, me quedaban unos 15 minutos. Parecía una casa humilde, incluso podría ser que la persona también lo fuera. Me daba mucha lástima imaginarme el rostro de la mujer al encontrar el cadáver. Sentí que el cuerpo me pesaba, me sudan las manos y apenas puedo controlar mi respiración.

Dejé mi bicicleta junto a la casa, algo camuflada con las plantas que posaban ahí. Habían luces encendidas, lo cual significa que había gente en casa. Supongo que me las tengo que arreglar. Caminé hasta el patio, suerte para mi la puerta trasera tenía salida para mascotas. Me asomé a la ventana y pude verlo, estaba comiendo tranquilamente. Era muy tierno, y diminuto. No podía hacerlo, no puedo vivir con eso en mi conciencia.
Miré el cronómetro y me había tardado tanto, sólo me quedaban 10 minutos. Me acerqué a la entrada de mascotas e intenté llamar su atención. Se alarmó un poco y empezó a gruñir. Me asusté pero mantuve la calma hasta poder lograr que se callara. Saqué un pedazo de pan que pude sacar de mi alacena, así se me haría fácil sacarlo.
Llamé su atención y logre sacarlo de su casa.

- Eres muy tierno... .- Susurraba mientras lo tomaba lentamente. Estaba emocionado, movía muy rápido su colita.- Lo siento...

Saqué mi navaja lentamente, me la habian regalado después de que descubrieron que estaban asesinando gente. Mis padres no eran los mejores, pero eso fue uno de los pocos gestos de preocupación que recibí de ellos.

- Será rápido...

Al instante veo como la puerta trasera se abre mostrando a una persona encapuchada, estaba contra luz, no conocí su rostro.
Me tomó con fuerzas y me lanzó hasta una pared. El perro se me escapó de las manos, pero él huyó. Adolorida intenté sacar mi navaja pero ésta se había caído. Busqué con la mirada, pero nada.
Esa persona me había acorralado con mi propia navaja.