Desconocido te añadió al grupo 3: La última venganza

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Narra Abigail:

Las clases a veces suelen ser muy deprimentes. Cada vez hay pocos compañeros, y no por el desconocido, no sabría decir por qué. Me gustan mucho las clases de literatura, es una de las pocas materias que tomo que me gustan. Últimamente hemos estado leyendo muchas historias de drama y romance, incluido Romeo y Julieta. Su amor siempre me pareció falso

Cinco minutos antes de acabar la primera clase dos policías entran al aula. Anuncian que estarán interrogando a varios de nosotros a la hora de salir. Suponía que tarde o temprano iba a pasar esto, aún así me entraban escalofríos. Se habían tardado, desde hace mucho tiempo esta pasando esto y no habían hecho mucho. Sólo me queda esperar.

En el almuerzo una señora se sentó junto a mi; era bastante alta, pálida y tenía el cabello gris. No era vieja, pero si bastante grande.

- ¿Abigail Núñez, cierto?.- Preguntó a la vez que tomaba asiento.

Mientras asentía con la cabeza comencé a comer un poco más rápido.

- Tranquila, no tomará mucho. Tal vez volvamos si encontramos más pruebas.

¿Pruebas? En estos momentos tengo muchas preguntas.

- ¿Usted conoce a los jóvenes Richard Martínez y a Eduardo Méndez?

Asiento con la cabeza. Empecé a tener un poco de ansiedad.
La mujer sacó una libreta y un bolígrafo de su cartera.

- En el último mes, casi dos meses, han muerto aproximadamente nueve alumnos de éste Instituto. Sospechamos que el problema podría venir de aquí, por eso estamos en proceso de interrogar a los alumnos y trabajadores de aquí.- Explicaba mientras que a la vez sacaba unas fotografías.

Todos eran mis amigos, o lo que eran. Había olvidado ya sus muertes... El desconocido nos tiene distraídos.

- Fuentes me informaron que tú tuviste un acercamiento a varios de ellos ¿No?

- Si, éramos amigos en la escuela.- Dije firmemente.

- Aún así siguieron siendo amigos hasta llegar a este grado. Muchas personas la vieron con al menos cinco de ellos antes de que murieran.- Señaló las fotografías.

- Si, porque fuimos compañeros de clase y teníamos que hacer trabajos.- Expliqué.

- Bien.- Respondió con un gesto amable. Para ser una especie de detective sonreía bastante.- ¿Dónde estuvo ayer? Sé que en su casa no, dos de sus compañeros la vieron salir en la tarde.

- ¿Por qué la pregunta?

- Ayer murieron los que solían ser tus compañeros Richard y Eduardo ¿Lo sabías?.

- Si.

- ¿Y bien?.- Me observaba con una mirada fría pero su sonrisa me seguía perturbando.

- Ayer salí con una amiga, puede preguntarle, estudia aquí. Se llama Micaela Harris...

- Si, ya fue interrogada.- Me interrumpió para después seguir anotando en la libreta.- Dígame ¿Usted tiene contacto con alguno de estas personas?.

Estiró su brazo para alcanzar me un pedazo de papel. En el estaban los nombres de Miguel, Carla, Juan, Alexandra y Daniela.

- Si, somos compañeros.

- Estos son otros sospechosos de nuestra lista. Nosotros tenemos acceso a los expedientes de cada uno de ustedes, dependiendo de lo que diga ahí más los aportes de varios de sus compañeros nosotros vemos quienes son nuestros sospechosos.- Explicaba.- Lamentablemente tú eres una de la lista debido a tu falta de ausencia en muchas clases y en tu propia casa. Además de tu expediente.