CUENTA LA LEYENDA...

Capítulo Catorce

CAPÍTULO DECIMOCUARTO

Año Cero (4ª Parte)

Anteriormente...

Oberón invoca una magia oscura para salvar a los suyos y vivir en un mundo real, queda muy mal herido y está a punto de morir. Ahora por todo el mundo van apareciendo gente ficticia y Romeo, con su nuevo poder, se encarga de reclutar a los "aparecidos". Aunque un grupo encabezado por Titania y Mercuccio tambien quieren hacer lo mismo, mientras que Héctor intenta encontrar a los "usurpadores de mundos".

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-¿Qué pasa?- preguntó Julieta sobresaltada cuando Oberón la sacudió suavemente por el hombro. Estaba como en una especie de mansión, en un pasillo con bastante iluminación procedente de los rayos del Sol que entraban por doquier por los grandes ventanales de la estancia.

En el sueño ella conocía mucho a Oberón, eran muy buenos amigos. Gente ficticias que llevaban una vida ficticia en una alta casa de piedra con la puerta en azul cielo.

-¿Qué es lo que llevo puesto?- ella estaba familiarizado con él, pues aparecía muy de vez en cuando en sus sueños, siempre para darle buenos consejos.

-Julieta.

-En serio, Oberón, como si no fuera bastante con lo que tengo que lidiar ¿ahora llevo esto?

-Ese es el traje con el que más me gusta recordarte.

-¿De verdad?- Julieta llevaba un traje muy sencillo de color blanco y muy largo, con largas mangas anchas, un traje que realzaba su hermosa escultura hasta los confines de las miradas. Era el traje con la que la vestian para su mortuorio.

-¿Quién ha realizado este sueño tú o yo?- inquirió algo molesto Oberón.

-Tù; dime ¿qué sucede? Te siento algo preocupado.

-Veras Julieta, me estoy muriendo...

-¿Qué...?- dijo una Julieta muy asustada.

-No te preocupes por mi, he hecho algo de lo que me siento muy orgulloso. Me he sacrificado para que todos vosotros podáis vivir una vida digna, una vida real. Os estoy dotando con el poder más poderoso que hay, elegir cada uno su propio destino. Lamentablemente esta magia que provoqué era muy poderosa y me está matando.

-¿Y qué puedo hacer al respecto?- Julieta zarandeó por el pecho a Oberón con los ojos llorosos.

-No puedes hacer nada, mi pequeña. Nadie puede hacer nada. Solo quiero darte un último consejo, aprovechad el regalo que os doy. Juntate con el grupo de Romeo y lucha contra los que os quieren arrebatar este derecho, no les dejéis. Mi mujer no es mala persona pero está equivocada.

La joven Julieta tragó saliva -Pero algo podremos hacer ¿no?

-Escúchame, mi niña. Te habrás dado cuenta de que tú tienes un poder muy especial en tu interior. Eres uno de los ocho "Perpetuos", el más poderoso. Debes ir con ese grupo y buscar a una persona que te podrá ayudar a controlar mejor tus poderes. Debes encontrar a Bella.

Río Rompe Piedras, Centro Salóm, en las afueras de Albor Nuevo.

Ofelia se encontraba en la sala de operaciones intentando salvar la vida de Oberón haciéndole una intervención quirúrgica a corazón abierto. Todos estaban a su lado en estos momentos agónicos, muy asustados, pero mas que ayudar más bien lo que hacían era agobiar a la Doctora.

-¡Vamos, pon de tu parte, ayúdame a ayudarte!- dijo Ofelia con su frente sudando a borbotones.

-¿Con quién habla?- inquirió Segismundo.