11 Februar 2008

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2:47 am

Volví a despertarme en ese momento repentinamente. ¿Por qué? Porque de nuevo tuve una pesadilla, que parecía parecerse a la otra.

Me parecía que era el mismo lugar. Yo estaba igual en el corredor, una luz hasta el final que me cegaba la vista, y yo seguía teniendo las cadenas, pero esta vez únicamente en mis pies, aunque ya no tenía las cicatrices, era sangre que ya estaba en el piso. Ya no estaba tan alterada por querer escapar, no sentía esa sensación de pánico, como en el otro.

Eso sí, apareció alguien al final, sólo que esa sombra era alta. Y escuchaba que decía: ―Ven y sálvame, solo tienes que caminar unos cuantos pasos para llegar a mí, conmigo no te va a pasar nada. Confía en mí...―. Claro que no distinguía la voz, no era tan grave como la otra, y parecían sinceras sus palabras.

Ahí me quedaba la duda, ¿quién era? Nunca confiaría en alguien, menos me iría si me lo pidieran, solo si supiera quien fuera.

Caí de nuevo a dormir, obviamente no iba a poder descansar más con esa pesadilla en la memoria.


6:57 am

Aunque no hubiese sonado aún el despertador, me levanté unos minutos antes pero no importaba.

Me alisté, y desayuné. Y me fui al periódico, caminando.

En el día no sentía tanto que me siguieran, me sentía rodeada de gente y eso era perfecto para mí situación.

Al llegar allá, me puse a trabajar y todo. Estaba muy desconcentrada esa vez, me preguntaba ¿quién era esta vez la sombra?


1:12 pm

Me llamaron del estudio de fotografía, me dijeron que tenía que ir. Y como ya había terminado mi turno en el periódico, rápido me fui al estudio.


1:49 pm

A esa hora había llegado al estudio, al parecer aún no había llegado al que tuviera que fotografiar esta vez, así que alisté las cámaras, las luces, y todo para que saliera perfecto ―¿Más no rápido? Eso sí que no lo pensé.


2:03 pm

En eso, lo vi entrar por la puerta. Era Tom, sí, el hermano de Bill, al menos no era Bill. Me salvé de una, aún seguía enojada con Bill por lo que me había dicho, a pesar de que me haya salvado de mí misma.

―Hola Jennifer ―dijo Tom sonriendo.

―Hola Tom ―dije seriamente―. Sólo vienes tú ¿verdad? ―pregunté.

―Sí ―respondió―, así tenemos tiempo para hablar tú ―me señaló rápidamente― y yo ―se me acercó, quizá demasiado.

―Primero empecemos con las fotos, luego hablamos.

―Como quieras ―se alejó de mí.

Comenzamos con las fotos, fueron muchas, unas casi hasta iguales, pero bueno, era mi trabajo. Ya no me preguntaba tantas veces cómo había salido por lo que me imaginé que empezaba acostumbrarse a mí.


4:19 pm

Terminamos la sesión de fotos. Me sentía satisfecha con las fotos. Ahora creo que iba hablar con él.

―Quedaron muy bien Tom ―le dije sonriendo.

―¡Excelente! ―Dijo emocionado― Ahora tenemos tiempo para hablar ―se sentó en una de las sillas que había allí, dejándome a mi parada.

―¿Qué paso? ―pregunté.

―¿Qué hay entre tú y mi hermano? ―preguntó.

―¿La verdad? ¡Nada! ―respondí enojada.

―Entonces ¿por qué se ven mucho?

―Pues él me invita y yo acepto.

―Ayer llegó muy tarde a casa, pensé que se iba a quedar contigo.

―¡Tom! Yo no voy a ser novia de Bill, ¡nunca en la vida! Aunque fuera el último chico en la faz de la Tierra, no le haría caso ―dije enojada.

―Nunca pensé que rechazarían a Bill, bueno si, pero sabiendo que él que tiene muchas fans...

―El problema aquí que no soy su fan, y obviamente no me gusta.

―Vaya ―exclamó sorprendido―, bien, eso era lo que quería saber.

―Sí, hoy cuando lo veas dile que sigo enojada con él ―me di la vuelta.

―De acuerdo ―se paró― adiós. ―Dijo susurrando cerca de mí. Eso hizo que me molestará un poco. Se detuvo y dio vuelta para verme―. ¡Ten! ―saco algo de su bolsillo. Era una cajita dorada, con una cinta roja que la rodeaba.

―¿Y esto? ―pregunté confundida. Y tome la caja.

―Te lo mandó Bill pero bueno, yo me voy, ¡Feliz cumpleaños Jennifer! Atrasado ―rio.

―Mm gracias ―dije viendo y examinando aún la caja.

Tom se me quedó viendo, pero pocos segundos después se fue.

Me preguntaba mucho que tenía la caja. Se supone que no me importa cómo tratar a los demás, y que soy egoísta. Pero Tom me miro diciendo 'Así nada más'. Aunque no creo que haya hecho lo correcto al decirle a Tom que seguía enojada con su hermano. Esperaba no se lo dijera.

By Your Side » Bill KaulitzWhere stories live. Discover now