1 April 2008

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9:39 am

Estaba en el estudio de fotografía. Fotos que eran una marca de zapatos, Reebook, muy famosa y casual. Tal como el estilo de la sorpresa que me llevé al ver a Thomas Kaulitz entrar como el modelo de la sesión.

Justamente estábamos a la mitad de la sesión. Y aun así, tenía un aspecto de cansancio, como si estuviera sobrio después de emborracharse la noche anterior. Pero preferí no decir nada más.

―¡Vamos Tom! Faltan unas pocas más, después ya podrás descansar. O si lo prefieres podemos terminar después.

―¡No! ―respondió rápidamente― sino David me matará.

―Dudo que lo haga, dejaría a Tokio Hotel sin guitarrista y a Bill sin hermano ―bromeé entre risas a pesar de que fuese cierto.

―Terminemos ya, aunque sufras después por mí ―sonrió galante. Ya no era tan molesto como antes.

―Ese sería Bill en todo caso ―sonreí al recordar la cara de Bill que solía darme.

―Por eso mismo, tendrías que hacerte cargo de él.

―Gracias ―mencioné seriamente.

Sería encantador hacerme cargo de él, es decir, estar tiempo con él aunque fuera como consuelo.


10:28 am

Ya habíamos concluido la sesión de fotos, el resto ya era mi trabajo. Nos sentamos en unas sillas que había ahí, así podríamos continuar con lo nuestro.

―Ahora si podemos platicar a gusto ―dijo levantando una ceja.

―Si sigues así, te ganarás un buen golpe ―le amenacé.

―Tranquila, tú y yo no somos nada. Bien lo sabes.

―Lo sé, pero es un estudio de fotografía y cualquiera puede malinterpretar todo y vender una buena foto ―mencioné bajando la mirada.

―Sería un problema ―fingió preocupación.

―Hablo en serio, uno de ellos podría ser Bill.

―No sucederá.

―Aunque sea tu hermano, no quiero que piense mal.


12:19 pm

Estaba en el periódico, había ido por unos archivos para traerlos conmigo al departamento y no dejarlos a la intemperie. Segundos después Mikaela se acercó a mi oficina y dejo caer en mi escritorio un folder.

―¿Y esto? ―pregunté sin mirarla, no tenía interés. Yo seguía metida en lo mío.

―Para que sepas la primicia de lo que saldrá mañana en el periódico, claro que aún falta que sepa el hermano, pero algo es algo.

―¿Crees que me interesa? ―pregunté exasperada.

―Supongo que sí ―se atrevió a decirme descaradamente―. Quizá deberías, si es que lo quieres al menos un poquito ―puntualizó―, aun no entiendo el por qué te quiere.

―Llévate esto de aquí ¿quieres? ―alcé la voz mientras tomaba el folder y lo azotaba contra la silla de al frente― No me interesa lo que hagas con Bill, no soy tan estúpida como para no entender tus indirectas ―le solté abrumada―. Si yo no le hago caso a Bill es porque tengo mis propias razones, las cuales obviamente no te voy a comentar.

By Your Side » Bill KaulitzWhere stories live. Discover now