By Your Side » Bill Kaulitz

22 März 2008

4:30 pm

Habíamos estado ya Nueva York desde en día que llegamos hasta el 5 de Marzo, después nos fuimos a dar una pequeña escala en las Vegas ya que Tom y yo lo pedimos pero en realidad ahí no promocionamos nada del CD, después fuimos a Houston, y este día ―que ya era el último― estábamos en Los Ángeles.

Respecto a Jennifer, pues digamos que lo estaba superando, no la había mencionado a lo largo del viaje, ni Tom ni los demás me la recordaban. Sabían que lo correcto en esos momentos era concentrarnos en la banda y nada más que eso.

Ese día ya era el último que íbamos a estar en Estados Unidos, lo íbamos a terminar con una entrevista para un programa de MTV, un canal de música de Estados Unidos.

Ya en el programa, estábamos terminando. Y de seguro venia la pregunta del millón, si teníamos novia o no, era tan típica.

―Volvemos de comerciales con más de Tokio Hotel ―dijo la conductora del programa, y volteo a vernos.

Todas las fans que había en el estudio empezaron aplaudir, algunas hasta gritar y ponerse como locas... Pero eso nos encantaba.

―Cuéntenos chicos, ¿qué hay sobre su vida amorosa? Digo, chicos como ustedes ―todos nos sonreímos al escuchar eso― deben tener muchas chicas a sus pies ¿no?

―Yo siempre tengo una cada noche, cada día, cada hora ―dijo Tom; típico de él, presumir de lo que no suele tener, pero era su imagen de chico Casanova.

―¿En verdad? ―se quedó sorprendida la conductora.

―Sí, Tom en cada fiesta a la que vamos, cada día de gira siempre se mete con una chica, pero nosotros tres ―señalé a Gustav y Georg― no se nos da eso, menos a mí, digo... llevo tres años sin novia así que es muy difícil encontrar a alguien adecuada para mí.

―Ay Bill ―exclamó la conductora― pero ¿si crees que algún día te llegará esa chica?

―No, la verdad no lo creo, prefiero concentrarme en la música por el momento, y en la banda, claro que a veces me llegan inspiraciones al escribir con temas relacionados pero ―me crucé de brazos― aun así no creo que vaya a tener una relación fija.

―Pero díganme los cuatro, ¿qué debe tener una chica para ustedes? ―preguntó la conductora.

―Bonitos ojos ―respondió Gustav― y ya, soy muy fácil.

―Si por lo que veo ―dijo la conductora― ¿tu, Georg?

―Debo sentir con ella confianza y sinceridad, que sea real ―respondió Georg sonando muy relajado.

―Yo no tengo una chica ideal ni nada pero deben gustarme sus ojos y que tenga lindo cuerpo ―respondió Tom entre risas.

―¿Y tú Bill? ―me pregunto a mí directamente.

―Pues yo no tengo un sueño de alguna famosa ni nada por el estilo, debe ser sincera, que no se preocupe por su apariencia tanto como yo ―reí un poco―, que pueda contar con ella para lo que sea, y que sea romántica y detallista... Pero bueno, no siempre encuentras alguien así, igual un día me gusta una chica que ni es así, y puede ser que no sea la correcta. Tal vez si pasa eso, me enamoro y eso tendrá que ser para siempre, si no quiero que pasen otros tres años de no tener novia ―reí.

―Deberías pensar positivamente ―dijo la conductora.

Eso no me gusto escuchar, si era verdad pero ella no sabía porque era así tenía mis razones... y eran muy personales.

Iba hablar, pero Tom intervino antes de que yo pudiera.

―Pero mejor que se quede así, sino no tendremos más canciones ―río. Pero sabía que era una respuesta muy sarcástica. A su manera, intervino y yo le agradecí internamente. Si notó que me había incomodado las palabras de aquella conductora.

Y como siempre, Tom callo a la conductora. Lo único que dijo al terminar de Tom hablar fue '―De acuerdo―'.

7:33 pm

Ya estábamos a punto de abordar el avión, íbamos por el pasillo que te lleva a la puerta y dices 'adiós'. Solo pensaba en que al llegar a Alemania tenía que tomar una gran decisión, quedarme con las ganas de estar con Jennifer o seguir intentando convencerla de que podemos estar juntos. Todo se definiría al día siguiente tomando la decisión.

7:37 pm

Estábamos en nuestros lugares, sentados igual que como nos fuimos en el vuelo para New York. De plano me puse música en mi iPod y no le preste atención a nada, más que a mi descanso... dormir y dormir y no despertar hasta que acabara el vuelo y llegar a Alemania.