Capítulo 13

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Por horas lo vi dormir sobre mi regazo, no me preocupaba que alguien entrara, sabía que nadie lo haría pues todos aquí tenían conocimiento sobre lo que podría ocurrirles si acaso entraran sin llamar a la puerta primero.

Con delicadeza mis dedos acariciaban sus cabellos, su perfil se me hacía tan sublime, como un cálido amanecer de verano, brillante, alegre, lleno de vida y luego estaba yo... Un perenne invierno que no sabía cómo convertirse en primavera.

A pesar de haberlo negado con fervor, su llegada a mi vida había sido esa bocanada de aire que tanto necesitaba. Era como una mañana de abril, cálida y brillante, era como una hermosa estrella en un cielo primaveral. Las cicatrices en su cuerpo me gritaban que su pasado estaba lleno de dolor y aun así, podía sonreír de esta manera ¿Era acaso un ángel?

Miré alrededor, la cama en la que dormía noche a noche era matrimonial, todo a mi alrededor estaba pensado para ser una habitación para una pareja casada. Mi corazón volvió a doler o tal vez solo fui consciente una vez más de que dolía constantemente ¿Por qué me tocaba sufrir así? Encontrar el amor cuando mi destino no era disfrutar de una vida llena de este.

El, a pesar de todo lo que había sufrido aún podía amar y sonreír de esta manera y yo... Tan sólo era odio contenido, contra mi padre, contra mi estirpe, contra mí mismo. Éramos dos mundos a parte que nunca debían haber colisionado.

Cada trago que bebía de sus labios se me hacía tan agridulce, dolía, porque sabía que él jamás impediría que yo siguiera el camino que papá había trazado para mí y entendía que yo ya no lucharía, no tenía caso, no había escapatoria entonces ¿Por qué nos hacíamos esto?

La única manera de describir lo que teníamos era "Un amor fatal". La primera lágrima cayó sobre su mejilla y yo apreté los labios, rezando para que él no despertara.

El hombre que había atravesado todas mis defensas sin siquiera saberlo, sin esfuerzo... Sin miedo, continuó durmiendo y yo dejé fluir mi llanto, porque odiaba todo, odiaba ser tan egoísta, estaba usando a Hoseok y lo sabía. No podía ofrecerle realmente nada y estaba dispuesto a tomar todo lo que él pudiera darme, porque jamás me había dado tanto y yo deseaba sentirme amado, al menos una vez antes de morir en vida.

Los pasos acercándose por el pasillo me alertaron... Tacones... Mierda, sin importarme que pudiera despertar a mi... Amante corrí a la puerta y apoyé la espalda contra la misma, justo a tiempo para evitar que Yunha la abriera.

—¿Taehyung? —llamó ella girando la perilla como loca —abre la puerta cariño quiero verte.

—Yunha —mis ojos se encontraron con los de él, estaba adormilado, inconsciente de la situación en la que estábamos, restregó sus ojos y finalmente su cerebro comenzó a trabajar en ponerse al día —no estoy presentable, hermosa flor.

Casi vomité las palabras, no tenía deseo alguno de ser cariñoso con ella, mucho menos después de notar la lujuriosa mirada que posaba sobre Hoseok cada vez que él estaba cerca y mi mente no hacía más que recordarme lo hermosa que era ella, lo deseable que era... La manera en la que Hoseok la miraba a veces... Llena de esa misma lujuria, si acaso ellos llegaban a colisionar ¿Podría yo siquiera reclamar algo? ¿A quién? ¿A ella? Hoseok era un hombre perfecto, no sería culpa de mí prometida ¿A él? Yunha era una mujer sin comparación con alguna otra... Yo no tenía realmente nada con ninguno de los dos... Sólo podría soportar en silencio el dolor que sabía me embargaría. Esas horas que habían pasado juntos más temprano en la mañana se habían hecho una tortura, sabiéndolos juntos... Deseándose y Dios sabía que yo no tenía absolutamente nada de oportunidad en contra de Yunha, ella podía darle a Hoseok todo lo que yo no.

Jeunesse en fleur HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora