Capítulo 15

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Taehyung POV.-

Hoseok tomaba mi cuerpo, con pasión, con una fuerza comparable a la de un volcán cuando esparce el fuego por la tierra, el mismo fuego que recorría mis venas, el sudor cubría mi cuerpo y no podía detener la sensación que se apoderaba lentamente de mi ser entero, las lágrimas asomaban a mis ojos y mis labios se separaban dejando salir esos vergonzosos sonidos mezclados con el nombre de mi amado... Mi amado... Mi amor a primera vista, sus ojos se clavaron en los míos, atrapandome en su calor, mi sol de verano, pero me fue imposible perderme en su universo repleto de estrellas pues unos suaves, pero firmes toques llamaron mi atención.

Abrí los ojos, sintiéndome confundido, perdido, estaba en mi habitación, mi cama hecha un desastre y mi cuerpo sudado... Un sueño, había soñado con Hoseok... Otra vez. Sonreí, quería esperar por él y cuando entrara para hacerme despertar lo abrazaría con fuerza y...

Nuevos golpes, iguales que los primeros obligaron a mi cuerpo a abandonar la calidez y comodidad de mi cama, abrí la puerta despacio, pero no había absolutamente nadie, saqué la cabeza justo a tiempo para ver a una de las sirvientas mirarme directamente a los ojos y luego mirar en dirección al pasillo donde se encontraba la habitación de Yunha.

Abrí la boca para preguntarle que mierda quería, pero ella simplemente giró y corrió escaleras abajo. Sin pensar siquiera en cubrir mi cuerpo, pues solo llevaba una  bata, caminé descalzo sobre el frío piso de madera hasta llegar a la esquina que giraba en dirección a la habitación de mi odiosa prometida, mi cuerpo se congeló cuando entendí qué era lo que esa sirvienta intentaba decirme.

Mi estómago subió a mi garganta en forma de un incómodo nudo que no pude pasar. Mis manos se aferraron a la pared y mis dientes se apretaron con fuerza. Sentí mi corazón caer de manera pesada a mi estómago y las ganas de devolver la cena de anoche atacaron con fuerza. Yunha estaba tan cerca de Hoseok y lo peor... Él no la alejaba, no evitaba que ella entrelazara sus dedos. Quise irme, pero mis piernas no respondían.

—Una hermosa flor no puede ser besada en un rincón, tiene que ser en una bella habitación, donde te puedo hacer mía.

Cubrí mi boca para ahogar el sonido del sollozo que no pude controlar ¿Hermosa flor? No, no podía ser algo que Hoseok dijera a todo aquel que quisiera en su cama ¿Era acaso él de esa  clase? En el internado muchos de los chicos le pedían "favores" al director, constantemente veía entrar y salir hermosas mujeres y sabía bien para qué estaban ahí, pero aquello jamás llamó mi atención, porque yo no quería sexo, yo buscaba amor.

Mi atolondrado cerebro no alcanzó a distinguir las siguientes palabras de Hoseok, tan sólo logré captar su última frase.

—Aquí no puedo demostrarte cómo eres mía.

Mi corazón se encogió adolorido, tan solo anoche yo... No era posible, tenía que haber otra explicación, él no era así.

Cuando mi prometida se metió a su habitación Hoseok giró y nuestras miradas se encontraron, me sentí avergonzado al saberme no sólo descubierto... Engañado y por ambos lados.

Sentí otra lágrima deslizarse por mi mejilla y sólo atiné a dar media vuelta y salir corriendo. Tal vez había una explicación, pero no quería escucharla, no ahora. Lo escuché llamarme y sentí sus pasos acercarse rápidamente, entré a mi habitación, pero ni siquiera alcancé a cerrar la puerta cuando él entró, sus ojos estaban brillantes... Asustados, cerró la puerta y avanzó un paso, mismo que yo retrocedí. De repente, vistiendo solo una bata me sentía demasiado expuesto, intenté cubrir mi cuerpo con la sábana de mi cama, pero sus manos me detuvieron.

—Sólo escúchame —dijo, su voz  suave, casi parecía estar tratando con un perro herido, que podría atacar en cualquier momento.

—Yo no...

Jeunesse en fleur HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora