Capítulo 11

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Taehyung POV.-

Mi mano izquierda sujetó su delgada cintura y la derecha tomó su izquierda como si de una delicada flor se tratara. Su cabeza la posó sobre mi hombro y comenzamos a movernos al compás de la suave melodia que sonaba, sin embargo mis ojos no se despegaban de esos orbes negros que seguían cada uno de mis movimientos como halcón sobre su presa. Mis labios aún quemaban con el recuerdo de mi primer beso, acontecido hace apenas minutos atrás, mi corazón todavía no encontraba el ritmo adecuado al cual latir.

-Es la mejor fiesta del mundo Taehyung -la dulce y suave voz de mi ahora prometida me obligó a regresar toda mi atención a ella, al aquí.

-Tú querías algo así ¿Verdad? Eres mía ahora Yunha -respondí sintiendo ese horrible nudo en mi garganta, ese miedo atrapando mi estómago y revolviéndolo sin control -voy a cuidar de ti y voy a darte todo lo que me pidas.

-Nunca antes había sentido esta felicidad.

Ella detuvo sus suaves movimientos y elevó la mirada, de manera obligada bajé la mía para conectarla a la suya, un falso y suave rubor pintó sus mejillas.

-Hablemos, afuera, en privado -pidió batiendo sus largas pestañas.

Asentí y le ofrecí mi brazo para que lo tomara y de esta manera caminar junto a ella hacia la puerta que dirigía al jardín tradicional, mis ojos se cruzaron fugazmente con los de mi padre y vi los suyos relampaguear con advertencia, sin embargo, ya no tenía nada de qué preocuparse, mi destino estaba sellado y no iba a luchar más contra esto, si acaso por la mañana quise luchar, quise evitar todo esto, fueron tan solo los últimos aleteos de un ave herida que sabe que no puede huir, pero no quiere rendirse sin haber al menos intentado.

La brutal golpiza que me propinó mi progenitor me sirvió para dos cosas, la primera fue para terminar de convencerme que a él no le importaba absolutamente nada más que la imagen que los demás tenían sobre nuestra familia y segundo y más importante... Yo no tenía el control de mi propia vida, la historia ya había sido escrita por otra mano y no me quedaba más que seguir el camino que veía trazado frente a mí, sin importar si me gustaba o aceptaba a dónde me llevaría, yo tenía que seguirlo y ya.

-Qué hermosas flores -comentó ella fijando la vista en los geranios rojos, sonreí al ser ésta precisamente la flor que hubo llamado su atención -siempre he amado los gladiolos.

La miré confundido por unos segundos ¿Gladiolos? Definitivamente ella no sabía absolutamente nada sobre las flores.

-En realidad estos son geranios -corregí tomando uno y con delicadeza acomodándolo en su cabello a modo de arreglo, se veía hermosa, todo lo que usaba lo lucia a la perfección.

-Oh, que tonta soy -soltó una risilla que en lugar de enamorarme me irritó de sobremanera -tenía tanto miedo ¿Sabes? No sabía cómo eras, física y espiritualmente hablando, temía que papá me hubiera arreglado la boda con algún hombre horrible, deforme o de carácter terrible. Me encuentro aliviada y satisfecha sabiendo que no sólo eres hermoso, eres tierno, eres dulce... Serás un buen esposo Taehyung.

Escondió el rostro en mi pecho y soltando un suspiro la abracé, quería sentir otros brazos a mi alrededor y sabía que era imposible, su propuesta... Era una locura, debía rechazarla y terminar con todo esto de una vez por todas, cielo santo yo estaba comprometido, no podía aceptar, no debía hacerlo.

-Quisiera que la boda fuera mañana -comentó ella rozando de manera sutil mi entrepierna -no puedo esperar para ser tuya.

-La vida nos hace esperar aún más por aquello que anhelamos con todo el corazón -respondí dejando un beso en la comisura de sus labios -es su manera de decirnos que todo lo bueno tarda en llegar y que siempre vale la pena la espera.

Jeunesse en fleur HopeVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora