Love At First Cup

05 - "Tentación"

SAINT

Me coloqué la camisa por último en un lado de la cama. Entre más alejado de él estaba... mejor. Me levanté de su cama dispuesto a irme cuando me detuvo con solo palabras.

"¿Porqué tanta prisa?" Preguntó con cierta picardía desde su lado de la cama. Aún desnudo.

"Vístete y puedo hablar contigo mejor—" Volteé negándome a verlo en sus miserias.

"No es como si no me hubieras visto desnudo minutos atrás—"

"Sólo hazlo." Dije entre dientes y escuché el sonido del cinturón de su pantalón. Se vestía. Bien.

"Listo, me coloqué los pantalones. Puedes voltear a verme."

"También ponte una camisa."

"Oh no, eso sí que no." Se negó rodando los ojos. No lo vi. Pero estoy seguro de que lo hizo. "Solo dime... ¿porqué tanta prisa? Acabamos de terminar y ya te vas."

"Fue un error." Mascullé volteando a verlo sin importarme que se encontraba semi desnudo. "No debí caer otra vez."

"¿En mi tentación?" Sonrió con malicia.

"Si, exactamente eso." Confesé y éste se mostró un tanto sorprendido.

"Bueno... no es por ser un presumido. Pero minutos antes estabas todo tipo: ¡Oh sí!¡Justo ahí! Ah— Más duro... Sí."

"Eres pasado. Solo eso." Le recordé a la vez que lo señalaba desde el otro extremo de la habitación. Demonios, su voz imitando mis gemidos era algo fuera de este mundo. Hasta me excitaba.

"¡Que gracioso!" Ironizó. "Eso dices siempre que terminamos nuestro sexo casual." Hizo un gesto imitando el entre comillas.

"Es porque es la verdad."

"Puede que lo sea. Pero siempre terminas volviendo a mí—"

"Si, tienes razón."

"¿Qué mosca te picó, Saint?" Entrecerró los ojos confundido por mi repentina honestidad.

Hasta yo me desconocía. Estaba siendo más honesto de lo normal. Y yo no era de esas personas honestas. Creo que dejé eso claro anteriormente.

"Creo que la misma que me picó cuando me fijé en ti." Le devolví la sonrisa maliciosa y éste levantó una ceja un poco sorprendido por mi actitud.

"Haz cambiado algo, me gusta este tú. A éste Saint le dejaría hacerme cosas pervertidas." Me susurró esto último en el oído y me estremecí un poco. ¿No era él quién me hacía cosas pervertidas siempre? En otras palabras, era él quién me follaba.

Fingió una expresión de dolor, para luego volver a su sonrisa burlona. ¿Qué pasaba por su cabeza?

"Recuerdo cuando me diste tu primera vez—"

"C—Cállate." Me ruboricé un poco con solo recordarlo. "Es tu culpa que esto siga sucediendo."

"¿Porque te hice gay?"

"Te aseguro que la próxima vez que lo digas te voy a golpear." Le mostré mi puño y éste solo sonrió.

"Entonces si habrá próxima." Se acercó a mí aún sin su camisa. Y no pude evitar mirarlo de arriba abajo. Dios, tenía el cuerpo de un Dios mismo.

"No, no habrá." Le espeté al segundo de volver mi vista a sus ojos. ¡Error! Enserio, todo en él era una adicción enferma. Esa mirada sensual que irradiaban sus ojos... "Además, creí que tenías un nuevo interés amoroso."