20 - "Dolores en Pares"

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ZEE

"¿Enserio?" Miré incrédulo a Saint y volví la vista a su sorpresa. "¿La cafetería?" Señalé la misma; una de las tantas franquicias de los padres de mis amigos. "¿Qué planeas? No creo que sea para sexo porque hay personas presentes." Me crucé de brazos con la esperanza de que desaparecieran cuánto antes.

"No, idiota." Discute Saint y me agarra del brazo tomándome por sorpresa. Lo miro y lo miro. Y se convierte en mi pasatiempo favorito. "Quiero prepararte algo especial."

"Sí, me has sorprendido." Murmuré sonriendo hacia su rostro. "Pero porque creía que no podías ser más tierno. Y me he equivocado de nuevo. Ay, mi bebé es una cosita tan linda." Estiré sus mejillas.

"¿Te estás burlando de mí?"

"No." Dije con sarcasmo soltando sus mejillas para caminar a la cafetería. "¿Qué me preparás? Siento que solo me has traído porque tienes que trabajar."

"Eso no es cierto." Se defendió rápidamente cruzándose de brazos. "Te demostraré que te equivocas. Trabajarás como yo—" Sus ojos me miraron de reojo y me reí al notarlo.

"Alguno de tus compañeros necesita un reemplazo, ¿cierto?"

"Sí, Win no vino a trabajar." Y mi corazón se aceleró con solo escucharlo ser tan tierno conmigo. "¿Qué?" Preguntó al ver que no respondía y solo me le quedaba viendo como todo un tonto. Un tonto enamorado.

"Te has ganado la recompensa." Le susurré en el oído y sonrío al ver que se estremece. "¿Quieres saber que haré?"

"No, no quiero saber." Me ignora caminando a la cafetería directo a los casilleros. Lo seguí y me quedé de pie a su espalda viendo como se quitaba la camisa; para colocarse el uniforme del trabajo. "¿Qué haces ahí de pie?¿Piensas trabajar sin cambiarte?"

"¿Quieres que me desnude para ti? Solo dilo y lo hago."

"I–Idiota sabes a que me refiero." Tartamudeó casi cayendo al suelo por intentar quitarse los pantalones de pie. "No me mires así." Me reclama y me encojo de hombros volteando. Reí entre dientes por la idea descabellada que pasaba por mi cabeza y me desvestí quedando en calzoncillos. "¿Qué—?"

"Shhh. Nos atraparán." Le susurré en los labios y veo que éste traga saliva nervioso. Lo volteo a los casilleros y me acerco a su espalda con jadeos en su oreja a propósito. "Me encantas, Saint." Vuelvo a susurrar en su oído y bajo una de mis manos a sus piernas. Pero antes de que tenga la oportunidad de hacer algo; escucho como alguien aclara su garganta. Y me quedé con los labios rozando los de Saint.

"¡MILD!" Saint me empujó y me tropecé quedando sobre los otros casilleros. Supliqué en silencio que mi miembro no sobresaliera de mis bóxers. "Me has dado el susto de mi vida. Largo." 

¿Qué hay de mi susto?

"Ah... yo que comenzaba a divertirme."

"¿Quién es?" Pregunté al verla irse y me despego de los casilleros recogiendo mi ropa del suelo. "¿Trabaja aquí?" Sigo hablando a la vez que me visto nuevamente.

"Ajá. Es mi amiga."

"Es linda."

"Voy a ignorar que dijiste eso." Comentó y escondí la sonrisa; que estaba por formarse en mis labios al ver su lado celoso.

WIN

Me quedé con los ojos en el techo de la habitación de Bright. Dios, mi rostro no podía estar más rojo. Miro a mi izquierda dónde el cuerpo de Bright duerme pacíficamente abrazado a mí. Me giro a verlo dormir y es lo más hermoso que he visto. Debía cubrir mi rostro con la cobija para ocultar el hecho de que soy un desastre. Debía calmarme. Alejé la cobija de mi rostro y es justo cuando éste abre los ojos con una sonrisa que derrite el corazón.

"¿Te gusta la vista que tienes?"

"Sí... eres lindo." Solté inconsciente y volví a cubrir mis ojos con las cobijas avergonzado de mí mismo. Me asomo al no recibir respuesta y me sorprendo al ver que se levanta de la cama. "¿Qué haces?"

"Quiero verte con mi camisa." Recogía la misma del suelo y me la extendía. Me incorporé quedando sentado y la acepté mirándolo de vuelta. "Iré hacer algo de comer. Puedes quedarte en la cama." Y desapareció por el umbral de la puerta.

Me moví dispuesto a salir de la cama y me detengo en seco con un gran dolor.

"Demonios." Aprieto la camisa de Bright y salgo de la habitación con esta puesta; con dolores en todas partes para no ser específico. Es obvio lo que me duele.

Curioseo por toda la casa con su camisa puesta. Creo que Bright utilizaba camisas del doble de su tamaño o he adelgazado porque me pierdo en esta. En su camisa me veía como un elfo doméstico.

Me detuve en la escalera principal de la casa escuchando ruidos en la parte de abajo. Debía ser Bright cocinando. Y de repente el verlo cocinando se me hizo tentador; que terminé bajando las escaleras como mejor pude en mi estado.

"No deberías estar caminando tanto." Dijo rápido al divisarme en la entrada de la gigantesca cocina. "¿Estás bien?"

"Estoy bien." Respondí quitando la preocupación de su rostro.

"¿Tu trasero está bien?"

"No— No lo preguntes así."

En un abrir y cerrar de ojos me encontraba sobre la mesa de la cocina con sus manos a mis costados. Y éste descansó en mí; depositando su cabeza entre el hueco de mi cuello y hombro.

"¿Qué tienes?"

"Solo..." Se separó de mí y con las manos aún sobre mi cintura me acercó a él besándome. "Quería recordarte que eres mío."

"¿Y porqué me lo tienes que recordar?" Y la expresión de su rostro me dejó saber que había algo detrás de ese mío del que no estaba al tanto.

GULF

Me sobresalté con el sonido de algo sólido caer al suelo. Y me volteé en el sofá para darme cuenta de que era un celular. Seguí la mirada y me encontré con Mew de pie en el umbral de su habitación.

"¿Estás bien?" No obtuve respuesta. Mew seguía allí de pie sin reaccionar, estaba perdido en sus pensamientos y el celular en el suelo no dejaba de sonar. "Mew-" Entonces, lo noté en sus ojos. Él tenía ganas de llorar. Podía verlo. Podía sentirlo. Me levanté del sofá, aceleré el paso y me detuve justo delante de él. Seguía en un trance.

"Mew—"

"Gulf." Reaccionó tardíamente. "¿Qué haces?" Preguntó cuando acariciaba su rostro con el lomo de mi mano.

"Estás llorando, tonto."

"Estoy bien—"

"No mientas..." Me dolió más el verlo mentirme; que el que intentaba no llorar delante mío. "No estás bien." Me agaché en el suelo y recogí su celular para leer por accidente el mensaje que lo había dejado en ese estado.

"Le había deseado la muerte, pero no pensaba que enserio moriría..." Se echó a llorar en mis brazos y me quedé tieso. Sin saber qué hacer o decir. Su padre había fallecido...

"Mew—"

"Gulf, abrázame." Su voz llena de dolor me hizo un nudo en la garganta y lo único que pude hacer fue concederle su súplica. Lo abracé, lo apreté, no lo solté. No, para ser más preciso. No quise soltarlo.

"Está bien, no estás solo..."

Yo seré tu consuelo.

***

Disculpen si fue algo corto, pero en los siguientes capítulos suceden un par de cosas y por ello este ha sido así. Gracias por leer, espero que les esté gustando. 

Love At First CupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora