04 - "Primeras Veces"

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WIN

Con tan solo ver su cabello y sonrisa desde adentro de la Cafetería, sabía que se trataba de Bright. Salí disparado del Café y al salir me detuve en seco al darme cuenta de que hacía. Rasqué mi nuca nervioso e intenté no mostrarme emocionado de verlo. Porque no estaba emocionado. Solo—

"Hola." Saludó Bright con su semblante serio. No lo culpaba. Lo había tratado fatal. Pero, ¿porqué me sentía peor que antes?

"H–Hola." Soy idiota y Patético. "¿Qué haces aquí?" Me tardé en decir. Y antes de que formulara la pregunta una vez más, sus brazos me envolvieron en un abrazo.

"Lo siento. No debí—"

De acuerdo... Lo de la doble personalidad lo comenzaba a tomar en serio. Solo por las dudas... no lo descartaré.

"¿Win?" La voz de mi amigo resonó en mis oídos y terminé empujando a Bright otra vez; para acabar con el abrazo que éste me daba. "¿De acuerdo?" Sonrió con algo de malicia, Gulf. Para luego continuar su camino a la cafetería saludando a Saint en la entrada.

Solté una bocanada de aire. Y sentí la mano de Bright en mi hombro. La alejé como reflejo y di unos pasos hacia atrás alejándome del mismo. ¿Qué me pasaba?¿Porqué estaba nervioso?¿A causa del abrazo?¿O era por el hecho de que Gulf nos había visto juntos? Muuuy juntos.

"Win—"

Forcé una risa y los ojos de Brigjt; que eran más grande que los míos; se abrieron como platos. Por supuesto, mi risa en ese momento daba miedo.

"¿Qué haces aquí?" Cambié mi risa por mi expresión de siempre y lo tomé por sorpresa con mi cambio de actitud. Era contagioso lo de tener varias personalidades. "Hice una pregunta."

"Quería disculparme."

"Luego de un mes." Dije apenas audible y éste asintió como si hubiera escuchado mi comentario. "¿Qué te hizo querer hacerlo?" La palabra hacerlo rebotó en mi cabeza unas cinco veces.

Hacerlo, hacerlo, hacerlo, hacerlo, hacerlo.

"Q—Quise decir que te hizo querer disculparte..."

Nervios, no me ayudan.

"Entendí a la primera." Continuó igual de sorprendido y esta vez se asomó una sonrisa en sus labios. Que linda sonrisa. No, Win. No. "Cometí un error. Me refiero al haberte obligado hacer algo que no querías. No debí bes—" Cubrí sus labios justo cuando Mild salía por la puerta; con la bolsa de basura que siempre sacaba.

"Mild~" Canté nervioso y tembloroso por su presencia inesperada e inoportuna.

"No me interesa." Comentó arrojando la basura en el vagón de basura que quedaba en la esquina del Café. "No quiero saber." Volvió hablar entrando al trabajo; haciendo que la campanilla volviera a sonar.

"Tu amiga es linda." Dijo Bright aún con mi mano en sus labios. "Y divertida. Y algo honesta." Añadió cuando alejó mi mano de su boca; mostrándome otra de sus sonrisas perfectas.

SAINT

Arrojé las llaves de mi apartamento a la cama y me senté en esta con la vista puesta en la nada. ¿Estaba haciendo lo correcto?¿Debía luchar por mis sentimientos hacia Win?¿Debía simplemente lanzarme a Gulf y comerlo a besos?

Me reí ante la imagen de lo último y me dejé caer a la cama observando hacia el techo de mi habitación. Gulf ni siquiera era gay. Era el chico más mujeriego que conocía.

"Eres un tonto, Saint." Me dije seguro de ello. "¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo siquiera?" Seguí hablando conmigo mismo. "¿Debería llamarlo y tener sexo casual? No es como si no lo hubiéramos hecho antes..." Hablé refiriéndome a alguien que conocía muy bien. "Solo espero no arrepentirme de ello luego."

Metí mi mano en mi pantalón— nada de pensar mal; solo sacaba mi móvil del bolsillo. Marqué el número de él. Me lo sabía de memoria. Jamás podría olvidarlo. Era mi primer novio. Mi primer amor. Mi primera vez. Lo odiaba por ser mi primero de todo.

"Ey." Saludé. "Soy yo."

"Ey." Saludó de vuelta. "Soy yo, ¿cómo estás?" Se burló desde el otro lado del teléfono. Pude ver la imagen vaga de su sonrisa cínica de siempre. "¿Qué quieres, Saint?" Dijo sin ánimos. O más bien sin interés.

"Tengamos sexo." Su risa se escuchó en la otra línea. "No te rías—"

"De acuerdo, ¿dónde lo haremos?¿Tú apartamento o el mío?" Esto estaba mal. Lo sabía. Ese maldito era una obsesión. Mira nada más como aceptaba sin quejas.

"Dónde quieras..." Solté malhumorado.

"Tentador... me gusta." Confesó con cinismo. Y si pudiera traspasar el celular de seguro lo hubiera golpeado en su estúpida sonrisa. "Me estás retando, eh— ¿Deberíamos hacerlo en la Cafetería?"

"Eres un maldito pervertido." No dudé en decir.

"Te gusto así..."

"Ajá." Hice una mueca asqueado con mi gran sarcasmo. "Me encantas." Eso también era sarcasmo. Pero él al parecer, no distinguía la verdad y el sarcasmo.

"Me encantaría escucharte decirme eso mientras te—"

"Te veo luego." Colgué lo más frío posible. Creo que no hacía falta escuchar lo que estaba por decir. Se entendía a la perfección. Recogí las llaves de mi coche y me dirigí a su apartamento. Enserio esperaba no arrepentirme de esto.

Love At First CupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora