SAINT
Al llegar al apartamento me di una ducha de esas que piensas durante toda la limpiada. Pero entre más pensaba, más me confundía. Llevé una toalla a mi cuerpo y salí de la ducha agarrando el lavamanos. Me miré al espejo y sacudí mi cabello frustrado. No entendía a Zee.
Nadie entiende a Zee.
"¿Debería darle una segunda oportunidad?" Pensé en voz alta.
"No creo que sea buena idea. Tal vez ni ha cambiado. Solo te está viendo la cara." Dijo la poca conciencia que quedaba en mí.
Pero a la vez que pensaba en él. Pensaba en Janis. Esa chica estaba de vuelta en la ciudad y solo significaba una cosa, estaba dispuesta a volver con Win. Y no podía permitirlo. No después de lo mucho que lo hizo sufrir. No después de todo lo que sucedió.
"Estúpida, Janis." Golpeé mi puño en el cristal del espejo hasta que terminé sangrando levemente en los nudillos. "Esa zorra."
¿Porqué volvió?¿Por Win?¿Porqué? Después de todo lo que hizo. ¿Cómo tiene el descaro de enviarle un mensaje diciendo que lo extrañaba?
Era verdad que esa chica había hecho sufrir a mi mejor amigo. Pero la verdadera razón, no había sido porque esa chica terminó con él. La única y verdadera razón era porque la muy zorra lo había engañado. Había terminado con él; para ocultarle la verdad. Se había marchado de la ciudad por la culpa. Y yo estaba al tanto. Mi amigo no sabía de esto. No, de hecho no lo sabe. Y no debe saberlo. Porque la persona con la que estuvo esa chica, fui yo.
Fue un maldito error de borracho. Acababa de terminar con Zee y con tanto sufrimiento terminé llegando a su casa. Éramos amigos. Para aquel entonces, era un adolescente y un completo inmaduro. Y ella era lo más cercano a una amiga; pues en aquel momento no conocía a Mild.
Terminé en su casa hecho un desastre, me desvistió un poco y me colocó en su cama para que descansara. Y lo último que recuerdo fue cuando ya esta se encontraba sobre mí; con jadeos que no eran precisamente por el cansancio.
Tal vez fue la culpa de haberme acostado con su novia. Pero terminé preocupándome tanto por Win que comencé a verlo de otra manera. Yo era Gay después de todo. Y ya Zee me había hecho suyo.
Y aquí estoy luego de tres años, siendo el mismo desastre de siempre.
GULF
"M—Muévete, imbécil." Balbuceé con los ojos como platos cada vez que Mew se colocaba en mi camino; solo por molestar. Este chico era la definición de perversión.
"¿Nervioso?" Susurró cerca de mis labios mirándome directamente a los ojos. "Lindos ojos, Gulf." Levantó mi mentón descaradamente y me frisé.
No me beses. No lo hagas.
"¡Te dije que te muevas!¡Maldito pervertido!" Lo golpeé en la entrepierna con mi rodilla y éste gimió de dolor. "Te lo mereces, hijo de—"
"Eres lindo incluso cuando me insultas." Se incorporó luego de que el dolor se desvaneciera y me miró con cara de pocos amigos.
¿Qué era este chico?¿Estaba enojado o no?¿Porqué sus labios dicen una cosa y sus ojos otra?
El sonido de la puerta abrirse hizo que empujara a Mew una vez más. En el umbral de la puerta se vio a un chico junto a Win; ambos mirándonos sin decir ni una palabra.
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Love At First Cup
FanfictionMi vida amorosa parecía nunca ser color de rosa... Diez de cada Diez citas a ciegas que tenía resultaban mal. La causa principal siempre era yo. Eso fue hasta que llegó una cita que no tenía prevista. Esa historia se tornó en mi primera historia de...