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Bufó irritado mientras avanzaba con cada segundo por aquel pasillo oscuro iluminado por antorchas que daban la ilusión de estar flotando, no sabía cuánto tiempo llevaba vagando en ese espacio infinito de negro pulido, un vacío que le recordaba a un universo oscuro sin estrellas.

Era el comienzo de sus sueños, lo sabía, lo reconoció de inmediato al mismo que lo había recibido en su primer sueño, pero esta vez a diferencia de ese, la cómoda de estilo antiguo no había aparecido y él realmente tenía intriga.

Había caminado más de lo usual, porque para su desgracia se había acostumbrado ya a los extraños sueños que recurrían su mente mientras dormía, teniendo en cuenta los anteriores, ya estaba ligeramente preparado y mentalizado para lo que le fuese a ocurrir, bien sea algo bueno o no, pero era realmente desconcertante que incluso en sueños tuviese que estar atento a su alrededor por lo reales que estos llegaban a ser.

Quería saber, por todos los medios posibles, porque soñaba eso que a su parecer eran visiones de lo que le sucedería en su vida, aunque el primero no había estado relacionado más allá del libro que había aparecido tiempo atrás en otro de sus sueños, con esas hermosas personas de cabellos dorados y blancos y de la mujer que se lo entregaba.

Suspiró, entre cansado y fastidiado por caminar sin rumbo, hasta que a la deriva una figura empezó a surgir, su ceño se frunció ligeramente mientras trataba de adivinar lo que era, apresurando su paso sin tener muchos resultados sólo hasta que estuvo lo suficientemente cerca.

Era una puerta, enorme y gruesa.

De las que había visto en sus sueños, esa era la más rara por no decir que superaba su tamaño por tres cabezas por encima de la suya, el marco que la rodeaba era de granito tallado terminando en forma de pico rodeada a su vez por enredaderas secas con flores en el mismo estado, la madera estaba pulida y variaba de tonos dorados, marrones y verdes agua, en la mitad de la misma había una franja de hierro pintado de cobre con diferentes diseños  al igual que unas extrañas figuras estaban repartidas a ambos lados de la franja, en la parte superior e inferior. A simple vista lo primero que pensó al verla es lo similar que era a las puertas que usaban en los palacios de fantasía, con aires griegos.*

Mientras más la observaba, se iba poniendo ligeramente inquieto, con un escalofrío recorriendo su cuerpo y una extraña energía que no supo descifrar danzando a su alrededor. Tragando saliva con algo de fuerza, miró a su alrededor en busca de algo más, pero a su vista no llegó nada más que eterna oscuridad sin una pizca de luz, por lo que observando a la puerta frente suyo, se armó de valor para abrirla, preparado para lo que sea que estuviera detrás.

Sin embargo, grande fue su sorpresa al descubrir lo que había más allá de la dura superficie una vez la abrió, revelando del otro lado un estrecho pasillo con escaleras que subían en forma de caracol cubiertas de una gruesa alfombra color granate iluminadas por antorchas con bases de metal.

Secretos Del Bosque [KookV/Lobos] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora