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Cerró la llave del agua, soltando un suspiro poco después, extrañamente sentía su cuerpo cansado, sin energía y era extrañó porque en todo el día no había hecho nada más que el mismo trabajo de siempre en la tienda de la señora Cho, atendiendo a clientes, haciendo el inventario y evitando quedarse dormido cuando no había absolutamente nada que hacer.

Apoyó su frente en la fría y húmeda pared del baño, con su cuerpo desnudo envuelto en el vapor del agua caliente y el cual poco a poco se iba enfriando mientras más minutos pasaba ahí de pie. Desde la mañana se había sentido desanimado, y había deseado permanecer en cama todo el día si fuera posible, pero no podía ya que tenía que ir a trabajar, aunque no lo deseara.

Aunque no era la primera vez, pues desde que tenía memoria cuando el mes de su cumpleaños empezaba, era como si los primeros veinte días su energía se evaporaba y se sentía tan agotado y cansado de repente que no le daban ganas de hacer absolutamente nada más que dormir y descansar, luego de esos días su energía volvía a la normalidad, aunque el día de su cumpleaños le entraba una ansiedad inexplicable, ganas de comer y una sed incontrolables, como si quisiera matar esa ansiedad comiendo y tomando agua a niveles increíbles.

Era algo tan extrañó, pero a lo que se había acostumbrado.

Suspiró de nuevo, girando su cuello para aliviar un poco la pesadez de su cuerpo antes de salir de la ducha buscando una toalla para secarse los restos de agua que habían aún en su cuerpo, saliendo del baño yendo en busca de ropa limpia para colocarse, optando por un conjunto que le parecía demasiado tierno, pues tenía dibujado elefantes a su alrededor y era demasiado cómodo.

Por inercia miró a través de la ventana de su armario, que conectaba con la de Jungkook, sin sorprenderse cuando vio la oscuridad predominando el dormitorio de su vecino. Desde que se habían mudado nunca había visto alguna luz en ese cuarto, se preguntaba si Jungkook se había mudado de la casa de sus padres, pero lo extraño era que se lo había encontrado varias veces ahí, como los primeros días donde no dejaba de fastidiarlo.

La segunda opción que rondaba por su mente, era que a Jungkook no le gustaba usar la luz, por eso vivía sumido en la oscuridad, aunque no era sano para los ojos a él realmente no le importaba, después de todo no eran sus ojos quienes estaban siendo lastimados, pero lo que más le molestaba es que no podía dejar de preocuparse ni darle vueltas al asunto de si aún vivía ahí o no.

¿Por qué? no lo sabía, a veces le sorprendía su propia forma de pensar, aunque sabía que era su subconsciente quien le hacía pasar un mal rato. Incluso la idea de que ya no estuviera viviendo a su lado le daba una pequeña punzada en su cabeza y corazón que lo dejaban desconcertado. 

Frunciendo el ceño y negando con la cabeza, salió de su armario apagando la luz y cerrando la puerta, caminando luego a su cama, inundado de extraños pensamientos, hasta que su vista se posó sobre el libro que seguía en el mismo sitio donde lo había dejado la noche anterior, desde que lo había puesto sobre la mesa de noche de ahí no lo había tocado, aunque su mente estuvo invadida todo el día con su presencia.

Secretos Del Bosque [KookV/Lobos] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora