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Despertó con una fuerte bocanada de aire, sujetándose con desesperación a las sábanas celestes de su cama, empapado en sudor y respirando de forma acelerada, sintiendo su corazón golpear con fuerza excesiva en su pecho.

Se sentía algo desorientado, mareado incluso, por lo que se vio obligado a pestañear varias veces para aclarar su vista, soltando luego un profundo suspiro para calmarse, cerrando sus ojos al tiempo que frotaba su rostro con sus manos temblorosas.

Había soñado lo mismo que el día anterior, él caminando por aquel pasillo encontrando la cómoda antigua con el libro que de nuevo no pudo ver su contenido, seguido luego del conjunto de pasillos, escogiendo otro camino que lo llevo a una puerta diferente.

Puerta qué, en esta ocasión era azul con verde, estaba ligeramente más cuidada que la anterior, sin embargo, se notaba de igual manera leves rasguños y la pintura algo deteriorada y raspada.

Había tenido un miedo atroz por abrirla teniendo la experiencia previa de la puerta anterior con aquellas bestias que lo habían perseguido, no obstante no tenía otra opción por lo que, con cuidado abrió la misma.

Asomó un poco su cabeza mirando todo asustado, aguantando la respiración al observar el brillo azul que lo iluminaba a él y al espacio en negro a su alrededor.

Aquel resplandor le había instado a entrar con una repentina seguridad, descubriendo al otro lado un inmenso lago azul luminoso, como el de la cascada y el que estaba oculto bajo tierra cuando él los tocaba.

Su brillo era deslumbrante, semejante a una galaxia azul llena de estrellas, dándole a su rostro un aspecto casi fantasioso, con un tono celeste iluminando su cara y alumbrando más sus ojos verdes.

Con pasos dudosos se acercó al extremo más cercano, deteniéndose en el borde agachándose luego para acariciar la fría agua con sus manos, la cuál brilló con más fuerza ante su suave toque.

Miró aquella inmensidad con admiración, escuchando a la lejanía la sonora caída de agua característica de una cascada, la podía escuchar pero no verla.

Su vista de pronto fue atraída hacia algo luminoso, más que el propio lago, de un color dorado verdoso justo en su centro, él de inmediato se colocó de pie en alerta por si debía salir corriendo por su vida, pero aquella silueta solo estaba quieta sobre el agua, mirándolo, supuso.

Estuvieron cerca de 2 minutos observándose fijamente hasta que la figura le extendió una mano, queriendo que fuera hacia donde él estaba, por supuesto que se lo pensó, desconfiando de aquel ser luminoso que había aparecido de la nada, pero tampoco es que sintiera que tuviera otra opción, por lo que a desgana terminó aceptando.

Empezó a caminar a través del agua sintiendo como la misma comenzaba a acariciar sus pies desnudos, subiendo prontamente por sus tobillos y piernas a medida que avanzaba con esfuerzo hacia la criatura.

Para cuando finalmente la alcanzó, estaba nadando con el agua al cuello empujándose con sus pies a través de ella con ayuda de sus brazos, haciendo un esfuerzo por mantener su cabeza a flote.

La energía que desprendía a través de su luz era cálida, amigable, él le miraba desde abajo jadeando por el cansancio del desplazo de su cuerpo pesado por las prendas mojadas, hasta que aquello descendió, introduciendo con facilidad su cuerpo luminoso en el agua hasta que sus cabezas estuvieron a la par.

Secretos Del Bosque [KookV/Lobos] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora