•Ｌｏｖｅｌｙ •[Lars x Steven]

✨C A P I T U L O 9✨

Apenas habíamos dormidos unas horas. Nos levantamos temprano, para que de esta forma Lars se fuera al medio día, tal como le había dicho a las chicas.

— ¿Estás listo? — Me preguntó, cerrando la puerta de la habitación.

— S-si, aún estoy un poco adolorido — Respondí, acariciando mí cadera.

— Lo siento.

— No te preocupes — Dije, agarré su mano y caminamos lentamente por los pasillos, hasta llegar a un ascensor.

Bajamos al primer piso, nos despedimos y finalmente salimos con una sonrisa en nuestros rostros.

Eran las 9 de la mañana.

— Compremos algo para el camino — Recomendó.

En poco tiempo ya estamos ambos en el auto, acomodados en nuestros respectivos asientos tomando -por mi parte- un café caliente.

— Ya te empiezo a extrañar — Le dije, sorbiendo del café.

— No seas exagerado, nos veremos todos los días — Sonrió en mí dirección.

— Si, pero no será lo mismo, me acostumbré a dormir contigo.

— Oh nene, lo siento.

Dejé el vaso aún lado y empecé a conducir.

Relajados, escuchamos música en cassette's que tenia guardados en mí auto. Cantaba las que me sabía con cierta pena mientras Lars halagaba mi hermosa voz.

3 horas más tarde ya estamos en casa, las Off color ya estaban listas para la llegada de su capitán.

— Ya es hora — Menciona Rodonita sonriente, alejándose de nosotros para ir nuevamente con las gemas gemas de la tripulación.

Lars tomo mí mano, beso suavemente mis nudillos y me dedico una sutil mirada llena de cariño y afecto.

— Quiero que sepas que te quiero — Susurro contra mí mano.

— Lo dices como si no nos fuéramos a ver nunca más — Reí.

Él hizo una pequeña mueca, no sabría describir si es buena señal o no, lo único que podría decir con certeza es que unos nervios incontrolables invadieron mí cuerpo en el momento en que el callo su boca.

¿Q-que está pasando?

Su mano aún sostenía la mía, la miraba como si fuera lo más interesante.

— Lo he pensado durante el camino Steven — Empezó — Tu no estás bien.

— ¿Qué?

— No me refiero a que... No sé, que estés loco o algo así, si no que siento que tienes un problema que no es nada ligero.

— ¿A qué te refieres?

— Tienes miedo, mucho miedo, y lo he notado todos los días en los que estuvimos juntos.

— ¿Miedo? Lars, estás diciendo unas cosas que no cuadran con la situación.

— Steven, dime la verdad, tu... ¿Tienes miedo de quedar solo?

¿Q-que?

— Y-yo.

— Dime, por favor — Pidió, mirándome atentamente, sosteniendo con más fuerza mí mano, sin llegar a lastimarme pero si a ponerme nervioso.

— P-pues, como todo el mundo, ¿no? — Vaya respuesta.

— Tienes miedo de que quedes solo, que todo cambie y todos se vallan a cumplir sus metas sin ti, incluso tienes miedo de ti mismo, de que llegues a ser un monstruo.