Capítulo 1

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Mi alarma sonó a las 6 de la mañana y aun era de noche, decidí primero desayunar ya que no confiaba en mis decisiones semidormida para cambiarme.
Prepare un enorme vaso de café para mi y una chocolatada para mi hermanita que pronto aparecería por la puerta con mas sueño que yo.
 Cuando terminamos de desayunar apreció mi madre que me saludo con un cariñoso beso en la frente.
Ella era muy atenta con nosotras, pero desde la separación con mi padre, ella tuvo que comenzar a trabajar mas horas y era poco el tiempo el que podíamos compartir.
- Hola mis bellezas, como amanecieron para irse a entrenar? –
Yo hacia gimnasia rítmica hace muchos años y desde que mi papa se fue, ella considero que lo mejor para mi hermana era pasar mas tiempo conmigo, además de que no podía quedarse sola en casa , y nuestra única solución fue que ella se me uniera.
En mi opinión era muy chica para la cantidad de horas a la que la estaban entrenando, pero en realidad ella mostró ser muy buena, y comenzaron a creer que si seguían exigiéndole tanto, podría llegar muy lejos.
- Hola mamá, quieres un café? – Ella nunca desayunaba a esta hora, no estaba acostumbrada, solo se levantaba para hacerse cargo de Maya hasta que me la llevaba al instituto.
- No gracias Emma, desayunaré luego antes del trabajo, tienes planes para hoy en la noche?- Era viernes y como cualquier otro yo tenía planes para cenar con mis tres mejores amigos que siempre terminaban conmigo en la cama y ellos en una fiesta.
- Luego de la practica iré al juego con Logan- era el único de los tres que no estaba interesado en ser parte del equipo- luego cenaremos por ahí y antes de que ellos se vayan a la fiesta vendré a casa.
- Em, por qué no los acompañas? Me refiero a que, no tienes amigas, te la pasas todo el dia entrenando, nunca disfrutas. Ve, diviértete y vuelve tarde, enloquece por una noche. La miré con desaprobación y subí a preparar mi mochila.
No podía quejarme de la madre que tenía, la amaba, y ella a nosotras, pero ella en el colegio había sido miss popularidad y no lograba entender mi pasión por la gimnasia y el hecho de que con Logan, Carter y Owen, no necesitaba a más nadie.
Los padres de ellos y los míos habían sido muy amigos desde la prepa, coincidieron las edades de sus hijos y al estar todos los fines de semana juntos nos hicimos inseparables. Juntos eramos felices y cuando cada familia pasó por su momento difícil, eramos nosotros los que nos apoyábamos.
En mi placard agarré un unas calsas negras y un buzo térmico , agarré unas ropas para ir luego a clases y me dirigí al auto con mi hermana en upa.
A las 7 menos minutos estábamos parados enfrente del gimansio, afuera nevaba, pero como llegamos tan temprano el estacionamiento estaba vacío y lo dejé en la puerta.
Ya dentro me encontré con mi entrenador Marc, el tendría unos 30 años, tenia el pelo oscuro y ojos grises. Aunque era muy exigente para conmigo, era bueno en lo que hacía, pero aveces sentía que no pedía que el resto del equipo diera tanto como a mí, y eso en parte me gustaba, significaba que creía que podía mejorar mucho más.
Mi entrenamiento fue agotador mientras que Lina, la entrenadora de mi hermana se había encargado de hacerla elongar la hora y media de entrenamiento. Nos dirigimos a los vestuarios y ambas nos duchamos. Maya tenia 4 años, pero por necesidad ya había aprendido a ser bastante autosuficiente.
La cambié y luego me dediqué a mí, me puse un jean gastado, un sweter marron, una campera negra por encima con unas botas marrones de peluche, me solté mi cabello y me miré al espejo por ultima vez antes de salir a mi día.
No era la chica más linda de la escuela, pero no sentía que tuviera que envidiar a nadie, mis piernas eran largas y flacas y me llevaban a medir un metro setenta, tenía una figura trabajada por mis horas de entrenamiento , mis ojos eran café y mis labios gruesos, pero lo que más me gustaba de mí era mi cabello, éste llegaba al final de mi espalda, era rubio y sedoso, casi nunca lo peinaba, y que tuviera ese aspecto sin trabajo era una bendición sin duda.

Cerca de las 9 de la mañana mi madre pasó por mi hermana para llevarla al kínder, y yo volví a entrar a la escuela.
Mientras agarraba mis libros del casillero sentí unas manos levantarme y antes de que pudiera reaccionar, Carter ya me había levantado en su hombro y agarrado mis libros con su otra mano, cerro mi casillero de pasada y me llevó hasta mi aula.
-Carter bájame, por favor- rogué mientras miraba su espalda de cabeza.
- Buenos días Em, cómo a sido tu mañana? La mía también muy bien gracias- y echó a reírse de mí.
-Oye, tu empezaste de mal modo, bájame y hablamos como dos personas normales- Antes de que pueda notarlo estaba con mis pies en el  suelo pero encerrada por sus brazos contra los casilleros. Tenia sus ojos marrones clavados en los mios, unos hermosos ojos marrones, pero mientras mas tiempo observaba sus ojos su picara sonrisa comenzaba a aparecer.
- Hola pequeña - Él siempre me llamaba así por ser el mayor de los cuatro, pero en realidad nuestra diferencia no era tanta. – No me gusta pasar los jueves por la noche sin tí – Mis ojos se abrieron de par en par y el volvió a reir a eso. 
Nosotros solíamos pasar los jueves por la noche viendo películas en su casa ya que sus padres llegaban después de la cena.
Carter era hijo único, y sus padres casi nunca estaba, pero vivía en una enorme casa la cual siempre era el centro de reunión de los cuatro, pero por alguna razón que no está clara, los jueves en la noche eran nuestros, y nos la pasábamos comiendo en el sillón viendo películas abrazados hasta no aguantar. Y ayer había sido la excepción porque debía preparar un examen para hoy.
-Podremos compensarlo si tienes una noche libre antes del próximo sábado, qué dices? – Lo vi sonreir aun más aunque no creía que pudiera.
- Mañana en la noche, tu, yo y maratón de Harry Potter, es una cita- Me reí ante la seriedad con la que lo dijo.
- Opino que son muchas películas para ver en una noche- sus ojos se achinaron como buscando una respuesta rápida dentro de los mios.
- Puedes quedarte a dormir si se hace tarde, no creo que mis papas decidan pasar por casa de todos modos.
-Bien, pero si me cancelas por otra chica no habrá próximo jueves de películas- Odiaba cuando me plantaba por una cita, pero no eran celos, solo sentía que no era su primera opción siendo su mejor amiga en el mundo, o no?
- Algun día no habrá otras chicas, irás a verme hoy no?- dijo el con los ojos clavados en los mios.
Entre Carter y yo sabíamos lo que sentíamos por el otro, pero habíamos decidido que no podíamos hacer nada para no arriunar nuestra amistad y con el resto de los chicos desde la primera y única vez que nos besamos a los 14, pero a veces era difícil no sonreir ante esos comentarios.
El timbre sonó, asentí y depositando un beso en su mejilla entré al salón.

Hola lectoras y lectores 💕
Mi nombre es Maria Del Sol, es mi primer obra y espero que les guste y comenten.
Muchas gracias por leer!!

If I choose youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora