Tenía a mis 3 amigos sentados en la cama mientras opinaban sobre lo que debería ponerme.
¿Quien necesitaba amigas?
En cuanto hayamos terminado de comer, habían insistido, en realidad fue más que nada Logan que era el único que parecía feliz por mi cita, los otros dos simplemente acompañaron.
Mi closet estaba prácticamente vacío, mi ropa estaba desparramada en dos pilas que según Owen eran las que podrían ser y las que de ninguna manera me pondría hoy.
Hasta había comenzado un tercer pilón con mi ropa que afirmaba debía tirar.
Estaba comenzando a rendirme cuando lo recordé, tenía una bolsa con vestidos que mi madre me regalaba para navidad cada año.
La mayoría eran vestidos más bien largos y aburridos pero uno llamó mi atención.
Era rojo, con delgadas tiras que caiga de manera que parecía cosido sobre mi cuerpo.
Decidí sacarme el corpiño para que no se vea, me puse una campera de jean que lo volvia mas informal y unos tacos negros.
Mi cabello estaba recogido en una trenza algo desordenada que hacía parecerlo más corto.
Cuando me miré en el espejo supe que era el indicado, además, si tenía que volver a probarme otro vestido iba a colapsar.
Sin más salí del baño para encontrarme con tres pares de ojos que me miraban atónitos, cuatro en realidad ya que en algún momento se había sumado Maya pero estaba más interesada en Carter que en mi vestido.
Ellos eran algo así como inseparables.
Desde que mi padre nos abandonó Carter había comenzado a pasar más tiempo en casa, ayudaba a mi madre con esas cosas que ya nadie hacía como arreglar un grifo o cortar el césped.
Se había encargado de llenar aquellos huecos que nosotras no habíamos logrado o no habíamos querido.
Y así había ocurrido con mi pequeña hermana, era un héroe para ella, era la imagen que cualquier niña tiene de su padre.
Él la levantaba en brazos y la hacía volar por el aire, la llevaba a la cama cuando caía dormida en brazos, nos acompañaba al parque y más.
– Demonios Cielo, ¿de verdad tienes que ponerte algo como eso? Tendré que pasar toda la noche mirando que no se te acerque ningún idiota – Dijo Owen con dramatismo haciéndome rodar los ojos.
– Un poco tarde Idiota – Dijo Carter mirándolo desafiante.
De pronto se paró con Maya en brazos y caminó hasta mí, puso su mano libre en mi mejilla y dijo por lo bajo – Estás hermosa Pequeña – Nuestras miradas eran como imanes y la distancia que nos separaba se sentía demasiada – Debo irme ya, nos vemos en la fiesta chicos – dijo mientras bajaba la mirada y salía de mi habitación dándome un delicado beso en la mejilla.
Cuando desapareció de mi campo de visión, pude ver a mis amigos que habían quedado helados ante esa escena.
– Rayos Em, te podria decir toda la noche que estas hermosa pero nunca lograría ese impacto – Dijo Logan soltando una pequeña carcajada.
No pude responder nada ya que estaba intentando reacomodar mis pensamientos ante aquel suceso.
Cuando estaba terminando de aplicar mi maquillaje el timbre sonó.
– Oh por dios, va a abrir mi madre – Dije con tal desesperación que hizo a Owen salir corriendo a abrir.
Si mi madre llegaba a ver a Tyler en la puerta iba a querer saber CADA DETALLE y no era algo con lo que me sintiera cómoda.
– Creo que deberias ir ya, no te hagas desear tanto – dijo Logan haciéndome reir – Estaré atento a mi celular por si algo sale mal, aunque creo que no seré el único – Dijo mientras meneaba sus cejas haciéndome rodar los ojos nuevamente.
– Ya entendí, adiós tonto – Dije mientras bajaba las escaleras y saludaba a mi madre y a mi hermana que estaba en sus brazos ahora.
– ¡Vuelve tarde! – Gritó mientras subía las escaleras.
Su comentario me hizo sonreír y quererla aún más.
– No prometo nada – le respondí haciéndola reír.
Cuando abrí la puerta me encontré a los chicos hablando de football por lo que llegue a escuchar pero al notar mi presencia se detuvieron al instante.
Tyler llevaba su pelo mojado y despeinado, algo que lo hacía lucir totalmente sexy. Llevaba puesta una camisa blanca ajustada a su cuerpo con las mangas levantadas y un par de botones sueltos, unos jeans oscuros y zapatillas.
Creo que si hubiese intentado imaginarlo, no hubiese logrado que se vea así de hermoso.
Sus ojos estaban clavados en los míos, cuando caí en la cuenta de que me había visto escanearlo por completo, cosa que hizo que mis mejillas se volvieran bordó, pero pareció no darle importancia.
Despacio comenzó a bajar por mi vestido hasta que llegó a mis piernas donde soltó un suspiro, como si hubiese estado conteniendo la respiración.
De pronto un golpe en su pecho por parte de Owen hizo que se explotara la burbuja y reímos, excepto mi amigo sobreprotector que parecía estar conteniendo su enojo.
– Ya Owen, suficiente – Dije mientras lo empujaba del brazo para que entre a la casa.
– Cualquier cosa me llamas Cielo – comentó mientras me besaba la cabeza y miraba sobre ella de manera amenazante a Tyler.
Una risa brotó de mí mientras me acercaba a Tyler lentamente.
– Hola Ty – Dije sonriéndole con cierta timidez.
– Wow Em, hola – dijo con su mirada clavada en la mía – Nunca imaginé que alguien podría verse así – La vergüenza se apoderó de mí mientras bajaba la cabeza, pero en el proceso un dedo en mi barbilla hizo que lo vuelva a mirar.
– Lo siento si te avergoncé, pero necesitaba decirte lo hermosa que estabas esta noche –
Una sonrisa creció en mi cara que él no tardó en copiar.
– Anda, vamos – Dijo tomando mi mano y llevándome hasta el auto.
Era un auto muy lindo y nuevo que combinaba perfectamente con él, si eso tiene algún sentido.
– Así que, ¿Owen suele vivir en tu casa? – Preguntó intentando sacar un tema de conversación al verme tan callada.
– Pues sí, además de Logan y Carter, ellos también se la pasan allí, nuestros padres eran amigos desde jóvenes e hicieron como en esas películas que todos tienen hijos a la vez para que sean amigos pero menos planeado – una risa melodiosa salió de sus labios haciéndome girar para verlo.
– Me hubiese encantado tener esa clase de amigos de chiquito – Hizo una pausa como si estuviera recordando con nostalgia – Mi madre no pudo tener más hijos luego de tenerme a mí asique fui hijo único, y por el trabajo de mi padre solíamos viajar todo el tiempo hasta que mi madre logró un ascenso que nos permitió quedarnos aquí – su pequeño relato saco una sonrisa en mi rostro
– Tus ojos brillan cuando hablas de tu madre – Comenté mientras giraba su cabeza para verme.
– Si, creo que simplemente agradezco la madre que me tocó – Un silencio se instauró en el auto mientras ambos caíamos en nuestros propios pensamientos.
Poco tiempo después llegamos a la fiesta.
No parecía igual que la de la semana pasada, había poca gente y aun estaba ordenada.
– ¿No vendrá mucha gente hoy? – pregunte con algo de intriga mientras abría la puerta del auto y abrazaba mi campera por el frescor de la noche.
Él me ayudó a bajar pasando su brazo por mis hombros intentando darme algo de calor.
– Es temprano aún, pero la fiesta es en casa de uno de mis amigos y quería presentartelos antes de que se embriaguen – su comentario me hizo reir.
Conocía a Tyler hace poco tiempo, pero cada vez que descubría algo nuevo, lograba meterse más debajo de mi piel.
Aquel pensamiento me hizo sonrojar, pero cuando pensé que ya estaba lo suficientemente apenada, el entrelazo su mano con la mía, haciendo que corrientes eléctricas recorrieran todo mi cuerpo.
No entendía como alguien que casi no conocía podía causar ese efecto en mí.
Pude ver de reojo como sonría al ver que correspondía su movimiento.
Al entrar a la casa un grupo de cuatro chicos y dos chicas gritaron hacia nosotros en forma de saludo, por lo que en ese instante me escondí en su espalda sin soltar nuestras manos.
El giro su cabeza mostrándome una sonrisa por arriba de su hombro haciéndome saber que le había causado gracia mi reacción, poco a poco comencé a salir de su espalda mientras nos acercabamos. Pero al entrar en el campo de visión sus amigos volvieron a gritar.
– Wooow –
– ¿Quién es la chica Ty? –
Él se limitó a sonreír mientras divisé que uno de los chicos se acercaba a nosotros desde la derecha.
– Al fin conocemos a la chica misteriosa Ty – Dijo su amigo mientras me extendía una mano que no tardé en aceptar y pasaba sus ojos de mí hacia Tyler.
– Así que chica misteriosa – dijo otro de sus amigos desde el sillón mientras tomaba una cerveza – ¿Tú eres la razón por la que destrozamos a los idiotas de Clintondale? –
Una pequeña risa salió de mis labios mientras giraba mi cabeza para ver que él también me estaba mirando con un poco de dulzura.
– Oh por dios, no ha dejado de hablar de tí en tooooda la semana – dijo una de las chicas que reconocí como una de las porristas que había salido en otro momento con Carter. – Hasta nos hizo trabajar para conseguir volver a verte –
Solté una carcajada mientras veía como ahora las mejillas de Tyler se teñían de rojo.
– Yo lo siento – Intentó disculparse por sus amigos para luego pasar a hablarle al grupo – Ella es Emma, ellos son Ryan, Cecilia,Pam, Matt, Thomas y Chris – Dijo señalando por último al chico de mi derecha.
– ¡Hola a todos! Encantada – dije intentando sonar relajada.
De pronto Chris se acercó a mi pasando el brazo por mis hombros y separandome de Tyler, el cual emitió un gruñido de protesta , y me llevó hacia los sillones.
– De acuerdo bonita, quiero saber todo de la chica que le dió un beso a mi amigo en la mitad del pasillo sin conocerlo y luego se robó su corazón – Todos rieron mientras me alcanzaban un vaso de alcohol y sentí a Tyler sentarse a mi lado.
Realmente me estaba riendo mucho con sus amigos. Luego de tomar varios tragos la casa comenzó a llenarse de gente a nuestro alrededor.
Sentía la mano de Tyler en el respaldo de mi asiento mientras hacía patrones en mi hombro contrario, gesto que estaba disfrutando más de lo que querría admitir.
– Asique Em, en nuestra investigación sobre tu vida encontramos que haces gimnasia rítmica – dijo la chica que había reconocido como Pam.
– ¿Qué es eso? – preguntó Ryan un poco ebrio.
– Pues, es un deporte que lleva algo de música y aparatos – Ante mi escasa explicación pude ver la cara confundido de algunos – Es más difícil de lo que suena, lo juro –
Todos rieron mientras Pam seguía haciéndome preguntas.
– ¿Pero no necesitas ser extremadamente elástica para eso? – asentí con la cabeza mientras veía la cara de curiosidad de algunos – Muéstranos algo porfii – dijo mientras rogaba con sus manos haciendo puchero.
Sentí el brazo de Tyler tensarse y de pronto escuché su voz suave y ronca en mi oído decirme – No tienes que hacerlo si no quieres –
Por culpa del alcohol, o gracias al alcohol, acerqué mis labios al suyo y dije – Descuida – y al alejarme deposité un suave beso en su mejilla que lo dejó un poco desorientado.
Me paré de mi lugar, puse un vaso con vodka y un sorbete sobre la mesita ratona, me puse de espaldas y comencé a doblarme hacia atrás, hasta que mi cara estuvo a la misma altura que el sorbete y comencé a tomar boca abajo.
Todos explotaron en gritos de euforia y se acercaban a festejar mi acrobacia cuando mis ojos miraron hacia la puerta y pude ver a Carter, entrando de la mano de Brianna, acto que hacía unas horas había sentido tan íntimo por parte de Tyler.
En ese momento sentí que el alcohol abandonaba mi cuerpo, y también la felicidad de mi noche.
¿Cuánto tiempo más iba a doler?Hola a todos!
Les dejo otro capítulo de mi historia.
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If I choose you
Teen FictionEmma tiene pasión. Emma tiene tres amigos que hacen que sus días sean únicos. Emma tiene miedo. Tiene miedo de corresponder el amor de su mejor amigo y perderlo para siempre. Pero al enterarse de que está saliendo con su peor enemiga, decide besar a...