XXII: PALABRAS!

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La misma broma pero según la sonrisa del bromista el aire se llena
o se lleva la gracia.

Amanecer, albor o alba
no importa como lo cites pues la misma belleza irradia.

Y que lastimera suena la balada
cuando estás pedo.
Escuchar pasos a tu espalda
pero son hojas arrastradas por el miedo.

La busco en mis más profundas heridas.
Me dejó sangre;
Sangre que es tinta derramada
tras las anillas de mi agenda.
Las hojas quemadas
por las llamas de mi senda.
Y de sus cenizas...
Versos como perlas.

Y el fuego centellea y todo quema,
pero hasta el desierto árido desprende belleza.

Cuando el caos te rodea
te conviertes en aquello que temías
y en ti, solo caos queda.
Ojalá poder nadar en calma
como la dorada
cuando se alzan ferozes tifones y mareas.

Cuando la oscuridad te abruma
tratas de buscar la cura.
Sin embargo,
entre la incertidumbre, la confusión y las dudas donde tú buscas,
el sol oculto tras la niebla se asemeja a la luna.

Hay que mantener a la bestia a raya.
Aprendí que el sol acaba saliendo todas las mañanas,
pero es más bonito el alba si lo ves con alguien que te ama.

¿Y dónde está mi amada?
Su piel y su blusa son palabras,
su melena loca
se enreda en mis estrofas.
Y me muero cuando me muerde con sus versos.
Me acariciaste con tu mano de invierno y me heló todo el verano.

Déjame el pánico y una pluma.

Con eso me basta.

Las espinas de las rosas también vuelan en las manos adecuadas.

VERSO DE DESPEDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora