XXVII

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Ruedas sin llantas

recorren el asfalto.

A tientas a las tantas

se apagan los llantos.

Las lágrimas que arrastras

riegan los prados.

Los gritos de garganta

se ahogan sin canto.

Espadas en entrañas

destripan mi espanto.

¿Por qué no avanzas?

Ando descalzo.

Las grietas matan

y presté mis zapatos.

Regalé mi alma

al corazón equivocado.

Perdí la calma,

perdón por mis arrebatos.

No hay corbata,

tan solo trapos.

Ahora sin nada

cuando antes tanto.


VERSO DE DESPEDIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora