𝐇𝐚𝐝𝐢𝐭𝐚 |Ella enfrentó a sus temores a pesar de que si lo hacía, podía acabar perdiendo la lucha.
El vampiro de ojos dorados va en busca de respuestas después de ver los ocelos azules de aquella misteriosa mujer, al igual que será totalmente ig...
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CAPÍTULO: 33
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¿Qué era lo malo que podía suceder? Claramente Aqua ya tenía una lista hecha sobre las cosas malas que podían suceder, hasta traía un botiquín por si alguien humano se lastimaba pero ahí estaba ella en ese claro dispuesta a ayudar a su familiar sobre la amenaza que estaba teniendo en esos precisos momentos. Al frente de los vampiros, esperando que su prima esté siendo protegida por Jacob y Edward, y movió su nariz olfateando el aire, sintiendo el olor a azufre y rápidamente hizo que varias nubes se arremolinaran arriba suyo para alzar su mano y que un potente rayo impactara en el suelo arrasando con varios árboles y formara con esfuerzo una llama de fuego en cada mano.
El rayo había sido la señal de que los neófitos estaban llegando y que su mejor amiga se entarse también de la llegada de los vampiros primerizos.
Tragó saliva nerviosa, nunca había estado en una batalla a parte de las pequeñas batallas que tenía con su madre para obtener el control y se sentía como una colegiala a punto de encontrarse con el amor de su vida, siendo éste no el caso. Pero se sentía algo así. Sus orbes azules brillaron con fuerza mientras se impulsaba en el aire y mandaba una bola de fuego a la cara del primer vampiro de ojos rojos que vio cruzar los árboles.
—¡¿Lo viste, Jasper?! ¡10 puntos para mí, grandulón! —gritó Aqua con emoción esquivando cada golpe que contenía mucha fuerza por parte de una neófita y la calcinaba tocándola—. ¡Otros 10 más!
—¡Ja! ¡Yo ya llevo más de cincuenta! —carcajeó Emmett aplastando la cabeza de uno y revoleando el resto del cuerpo a la hoguera que la hada había hecho.
—¿En serio están jugando en estos momentos? —preguntó Rosalie mirándolos de reojo mientras se deslizaba por el suelo rompiendo las piernas de una muchacha y le arrancaba la cabeza, notando como varios lobos disminuían la cantidad del ejército.
—Jasper, no está aquí —dijo Aqua viendo con seriedad todo el panorama para luego recibir un asentimiento por parte de él para irse a donde estaba Bella.
La hada comenzó a correr en dirección a la montaña, juntando el agua y el aire para formar el hielo y congelar varios neófitos para luego explotarlos, gritando que tenía más puntos que el grandulón Cullen que reía ante lo dicho. La castaña elevándose con ayuda del aire, el cual se le dificultaba más porque usualmente no era el elemento que más usaba, llegó en minutos a la colina en donde se estaban enfrentando el Cullen junto con Jacob a Victoria y al otro que ni siquiera quiso saber su nombre. Puso una mano en el suelo sin que la vean y mandó una fuerte llamarada de fuego que poco a poco se fue debilitando hasta quedar en la nada, sin llegar a los cuerpos de esos vampiros enemigos.
